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MJ entre los compradores de "falsificaciones legales" de arte

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Una galería italiana exhibe en España 'falsificaciones legales' de obras maestras de la pintura

EFE

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'El palacio Ducal de Venecia', de Canaletto (izda.), y 'El fumador', de Botero, absolutamente falsos.

SAN SEBASTIÁN.- El coleccionista italiano Giuseppe Salzano creó hace casi 20 años la galería Pitti Arte de Milán para sacar del mercado negro a falsificadores de cuadros, que desde entonces copian "a la luz del sol" obras de los grandes maestros, adquiridas muchas de ellas por famosos clientes de todo el mundo.

Madrid, Marbella, Valencia, Alicante, Barcelona, La Coruña y ahora San Sebastián son algunas de las ciudades españolas donde han podido verse las reproducciones salidas de los pinceles del medio centenar de pintores europeos que trabajan para Pitti Arte: holandeses, belgas, británicos, franceses, austríacos, italianos y españoles.

En sus estudios, sin preocuparse ya de cómo eludir a la policía, copian las obras de Boticelli, Leonardo, Tiziano, Brueghel, Caravaggio, Velázquez, Rembrandt, Vermeer, Canaletto, Stubbs, Pisarro, Manet, Monet, Degas, Van Gogh, Gauguin, Modigliani, Klimt, Schielle, Tamara de Lempicka, Botero o Warhol, todas ellas falsificaciones autorizadas por el Ministerio de Cultura italiano, acompañadas de su correspondiente certificado de no autenticidad.

Hace años, Salzano compró como verdadero un falso De Chirico titulado 'Piazza d'Italia', una obra "tan magnífica" que al coleccionista le resultaba imposible creer que no fuera auténtica y que le llevó a la búsqueda de su autor, Antonio Mazzis, en cuya casa halló todo un museo.

Con esos cuadros, Giuseppe Salzano organizó una exposición, la génesis de lo que en 1985 se convertiría en la Pitti Arte milanesa, abierta un año después de que el coleccionista constituyera la fundación 'Falso de autore', encargada de las gestiones con los pintores que exponen estas falsificaciones oficiales.

Los precios de las obras, por supuesto alejadísimos del coste de los originales, oscilan en su mayoría entre los 1.000 y los 4.000 euros, aunque en el último catálogo figura un Canaletto de gran tamaño a 6.800 y un pequeño Teniers, de 30 por 40, a 7.500 euros.

Pero hay copias que por su minuciosidad y tamaño han multiplicado estas cifras, como una vendida por 48.000 euros a un empresario ruso del petróleo, y otros que han superado los 30.000 y casi los 40.000, y que formaban parte de un lote de 70 cuadros encargados por el sultán de Brunei para decorar algunas de las 700 habitaciones de su palacio, según ha explicado Salzano.


Los amantes de las copias

Frank Sinatra, Sofía Loren, Gianni Agnelli, Arnold Schwarzenegger, Michael Jackson y Lady Diana Spencer son algunos de los famosos que figuran en la lista de clientes de Pitti Arte, en la que también aparece como uno de los primeros compradores el fallecido ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon, además de Ronaldo en su época de jugador del Inter de Milán.

Antonio Banderas, Julio Iglesias, algunos toreros y jugadores de fútbol forman parte de los españoles que han adquirido estas obras, a los que se han añadido algunos de los invitados a la Boda Real que recalaron en Madrid el pasado mes de mayo.

Sólo dos mujeres, la inglesa Fleur Beverly y la italiana Cristina Ravizza, son parte de este plantel de falsificadores legales, cada uno de ellos especializado en un estilo más que en un pintor y alguno conocedor de técnicas pictóricas antiguas que se resisten a revelar.

Luis Sanchís, responsable de la exposición de San Sebastián, ha explicado que los gustos varían no sólo dependiendo de los lugares, sino también de la época del año, de modo que en invierno, por ejemplo, se venden más bodegones y en verano más veleros y paisajes marinos.

En España, los clientes se suelen inclinar por copias de Canaletto, Velázquez, Sorolla, Klimt, Modigliani y Pisarro, entre otros, aunque la galería bien habría podido vender en Madrid una docena de reproducciones de 'Muchacha con turbante' o 'La muchacha de la perla', el cuadro de Vermeer que sustenta el argumento de la novela y película homónimas, pero sólo había una única falsificación y la adquirió un cliente mexicano de visita en esta ciudad.

Los falsificadores tuvieron que volver a copiar luego el famoso cuadro del pintor holandés, pero a mayor tamaño, para una clienta de Tenerife, pues aunque los pintores de Pitti Arte habitualmente no repiten títulos en las exposiciones, sí lo hacen por encargo.
 
pues esto es muy comun....porque aunque michael tenga todo el dinero del mundo para comprar hasta la monalisa, o la capilla sixtina,, nunca se las van a vender....tonces recurre a la falsificacion
 
michaelargentina dijo:
Nunca voy a entender como alguien puede pagar millones de dolares x un cuadro, sea quien sea quien lo haya pintado.
No lo entiendes pk no te maravillas... la modernidad ha hecho que perdamos nuestra capacidad de maravillarnos, de asombrarnos. Si yo tuviese dinero para poder comprar cuadros asi de caros, pues claro que lo haría... el arte es la salvación del hombre moderno... :p
 
Sabias-y olvidadas palabras-en estos tiempos de extrema adoración al becerro de oro.

En el arte podemos enkontrar el flotador en esta marea mareante de gastos (valga el juego de palabras) ke nos hace despreciar lo ke de veras merece la pena (la alegría más bien). La verdad ke es así komo tendrían ke ser las kosas pero la konfusión y fascinación hipnótika-atontate de lo material en su sentido más banal de usar y tirar nos ha hecho perder la perspektiva.

Y no digo ke no nos pillemos-y nos guste- konsumir kosas, pero pienso ke "las konsumimos" demasiado-es decir enseguida nos kansamos de ellas y parte amplia de kulpa de markar el ritmo de kaducidad está en la moda.

pd:Una kosa es klara en esta sociedad de konsumo las kosas pasan se van y no le hemos sakado el jugo y eso es desaprovechar una parte de la existencia.
Perdonad es la medikación ke konsumo, m'a kadukao:p y me salen estos ladrillos pero ke koncha! aportan un puntillo de reflexión y de "parar la peli" para este fin ke dicho sea depaso no nos viene mal de kuando en vez (o ar revés).
 
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