Michael Jackson no está feliz del trato que le da Sony
Michael Jackson, infeliz por los malos resultados económicos de su «Invincible», su primera recopilación de nuevos temas desde 1995, que ha vendido «sólo» dos millones de ejemplares en Estados Unidos y cinco millones allende los mares, quiere de Sony, su compañía discográfica un trato mejor. «Invencible» vendió una minucia, comparado con los 23 millones de ejemplares que «Thriller» cosechó en su propio país y 46 millones en todo el mundo. Pero 1982 parece ahora una época lejanísima. De ahí que Jackson haya recuperado, pese a su insistencia en blanquearse la piel, cierta conciencia dormida y buscado la alianza de dos pesos pesados del «frente negro»: el reverendo Al Sharpton y el abogado Johnnie Cochran, que libró a O. J. Simpson de la cárcel, para hacer frente a las corporaciones musicales. «Las compañías discográficas tienen que empezar a tratar a sus artistas con respeto, honorabilidad y justicia financiera», declaró un insólito Jackson con frases de tono cuasi sindical. Jackson no es el único que se siente maltratado, pero lo cierto es que las ventas de discos han disminuido en el 2001 un 10´3 por ciento respecto al año anterior en Estados Unidos, y las perspectivas no parecen precisamente luminosas. Añádase, en el caso del eléctrico bailarín y cantante, que los jóvenes que siguen comprando discos y se abisman ante el canal MTV prefieren a su hermana Janet que a este Michael Jackson que trata ahora de imponer a Sony Music Group un nuevo contrato.
[ALFONSO ARMADA. Nueva York]