MUERE EN ZARAGOZA EL GUITARRA DE ROCK GUILLE MARTÍN
Tocó con Loquillo, Calamaro, Jaime Urrutia y Desperados, además de los aragoneses Gonso Alonso y Javierre
En la tarde de ayer una llamada nos informaba de la noticia que no queríamos oir, aunque desde hacía días parecía ya tristemente inevitable:el fallecimiento de Guillermo Martín, histórico guitarrista del rock español, madrileño de origen pero zaragozano de adopción por la mejor de las causas posibles, el amor. Un cáncer de pulmón, al que llevaba combatiendo un par de años y daba la impresión de haber vencido apenas tres meses atrás, ha tenido la culpa. Guille tenía sólo 43 años y era un fenomenal guitarrista de rock´n´roll, según el modelo clásico acuñado por tipos como Keith Richards; esto es, pertenecía a esa clase de músicos que tocan con el corazón y las tripas, que huyen del virtuosismo pero cada nota que dan, cada riff que extraen de las cuerdas de la guitarra, lleva dentro la esencia del rock: energía, espíritu, actitud. Seguramente por esas virtudes Loquillo le reclamó hace unos años para integrarse en su banda, Los Trogloditas, donde formó un tándem de incendiario sonido junto al guitarrista Igor Pascual. Pero para entonces Guille Martín ya poseía un extenso currículo: a mediados de la década de los 80 fundó junto a su hermano Fernando-cantante, y hoy crítico musical de "El País"-el grupo Desperados, que reivindicaba el rock de los 60 y 70 en sus formas más crudas y agrestes. Ya en los años 90, Guille puso su guitarra al servicio de grupos y artistas como La Frontera, Andy Chango, Jaime Urrutia o Andrés Calamaro, entre otros muchos.
Fue precisamente actuando con Calamaro cuando Guille conoció a la zaragozana Gaby Añaños, y se vino a vivir a Zaragoza con su amada. Se casaron hace cuatro años. Por su carácter entrañable y jovial, Guille rápidamente se convirtió en una persona muy querida en los ambientes musicales zaragozanos; colaboró activamente con Gonso Alonso y con el oscense Juanjo Javierre, en cuyo último disco, "Primera vuelta completa", puede escucharse su crepitante guitarra.
"Con Guille he vivido momentos mágicos en el escenario -dice Gonso Alonso-. Tenía una tremenda vitalidad, era una tormenta de adrenalina desbordante. Y llevó su enfermedad con mucho coraje y humor, sin bajar nunca la guardia".
Javierre también estaba abatido: "Era el mejor guitarra de rock de este país, por sonido y actitud. Fue un referente del rock de Malasaña. Y conocerlo era quererlo, deja un poso muy alegre. Se ha ido demasiado joven, pero vivió muy intensamente: pudo vivir su sueño infantil, lo cual es muy complicado".
A Loquillo, que actuaba anoche en Alicante, se le nota el dolor en la voz al referirse a su camarada: "Esta noche vamos a salir a tocar para él, es lo que le hubiera gustado. Quiso tocar hasta el final. Nuestro disco Hermanos de sangre, es su legado. Guille y Pepe Risi han sido los exponentes más claros del rock tipicamente madrileño, con denominación de origen..Siempre tenía una sonrisa y la palabra adecuada. Es una pérdida muy grande".
Gonzalo de la Figuera. Heraldo de Aragón. 19-8-2006
Descanse en paz.