
Michael Jackson, el rey de la extravagancia
La fama de Michael Jackson, acusado de otro abuso sexual a un menor, es producto de su extravagancia, no de sus logros musicales. Cambió el color de su piel negra a la blanca (él dice que es por una enfermedad), vive en su propio parque de diversiones con un chimpancé llamado Bubbles, se hizo numerosas cirugías plásticas en el cuerpo (él dice que solo dos), principalmente en su rostro para parecerse a Tutankamón, el joven faraón egipcio. Hizo todo lo posible por conseguir el esqueleto de El Hombre Elefante. Aunque nunca le gustó el fútbol, aportó mucho dinero y ahora es presidente del equipo de fútbol inglés Exeter Club y mandó construir una réplica de la tumba de Tutankamón por la “módica” suma de 250.000 dólares.
Oculta su rostro con máscaras, vive en una especie de burbuja (él lo niega), paga supuestamente hechiceros para que hagan que muera alguien (como dicen que hizo con el director de cine Steven Spielberg pagando 150.000 dólares porque no lo eligió para la película “Peter Pan”, y con un total de 23 personas).
Gastos sin medida
En el exclusivo hotel de Miami, El Mandarín Oriental, Jackson pagó 350 mil dólares por dos semanas de estadía. Se dice que sus 15 invitados eran niños. Lo que más llamó la atención de los camareros era el continuo pedido de docenas de tomates maduros. Se supo unos días después que los tomates no eran para su consumo, sino para los excéntricos juegos del cantante: los partían, los metían en bombas de inflar y ganaba el que más bombas reventara. ¿Infantil y excéntrico?
No hace mucho gastó diez millones de dólares en perfumes en Las Vegas destinados a la actriz Elizabeth Taylor; se compró un reloj pulsera de dos millones de dólares, que nunca llegó a pagar.
En un documental grabado por el periodista británico Martin Bashir, el cantante hace compras en Las Vegas de seis millones de dólares en pocas horas.
La estrella gasta al mes 1.2 millones de dólares, que incluye el costo de mantenimiento de la propiedad que tiene en Santa Barbara (California), el Rancho Neverland (240,000 dólares), limusinas (195,000) y sus 120 empleados (cerca de 375,000 dólares).
_______________________________
Cómo se que os ha encantado el artículo, podéis agradecerlo aqui:
info@la-epoca.com