Aransay
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Aquí les pongo una muy buena columna que apareció hoy en La Jornada sobre el parecido de los "gustos" entre el padre Maciel y Michael Jackson... que la disfruten...
Y la pueden encontrar también en:
http://www.jornada.unam.mx/2005/ene05/050127/048o1soc.php
Jueves 27 de enero de 2005
NAVEGACIONES
Pedro Miguel
Legionarios en línea
Un cantante, un cura y los niños del coro
Quevedo, ¿políticamente incorrecto?
Las andanzas de Mon Père Maciel
ES DIFICIL HALLAR, a primera vista, qué intereses comunes podrían tener un cantante de pop, cuarentón, ex negro y andrógino, originario de Gary, Indiana, y un sacerdote octogenario, nacido en Cotija, Michoacán, y que hasta esta semana tuvo bajo su mando una de las más influyentes y adineradas órdenes religiosas del catolicismo. La respuesta es: el amor (puro y beatífico, se entiende) hacia los niños y el amor al dinero. A partir de esas coincidencias, Michael Jackson y Marcial Maciel podrían unir esfuerzos, proceder a una fusión corporativa del rancho Neverland con el movimiento Regnum Christi y crear sinergias (no sé con precisión qué quiere decir eso, pero está de moda y suena bien chido) entre sus respectivos equipos de relaciones públicas, encargados de corregir la imagen de ambos como abusadores de niños, los cuales abundan tanto en las instalaciones que el músico posee en California como en las escuelas que el religioso controla en muchos países. Reunidos en cualquiera de esos sitios para ultimar detalles, Maciel y Jackson podrían dedicarse, por ejemplo, a leer (¿y a musicalizar?) a Quevedo, autor de este incordio terrible contra "un bujarrón":
De Herodes fue enemigo, y de sus
gentes,
no porque, degolló los inocentes
mas porque siendo niños, y tan bellos,
los mandó degollar, y no jodellos (...)
Marcial y Michael
EL GENIO PATIZAMBO confundía homosexualidad con pederastia. La Real Academia sigue cometiendo un error similar al admitir dos acepciones de la segunda: "abuso sexual cometido con niños" y "sodomía", ignorando de paso el hecho de que el primero es un delito, mientras que la segunda, realizada entre adultos y con consentimiento de los participantes, pues allá cada quien. El yerro de la Madre Academia se hace más evidente si se consulta sodomía, en cuya entrada ya no aparece nada relacionado con niños, sino una definición escueta y (ésa sí) precisa: "práctica del coito anal". Acierta el tumbaburros académico, en cambio, cuando da por inexistente el barbarismo "pedofilia", tan frecuente en el hablar común, y refiere en cambio al correcto "paidofilia", que viene siendo lo mismo, sólo que bien dicho. Es tentadora, perdónenme la digresión, la posibilidad de juzgar a Quevedo con los lineamientos de la corrección política actual y tildarlo de homófobo. Pero en un segundo vistazo, si se considera que en sus tiempos ni siquiera existía el concepto de homosexualidad (por más que su práctica fuera cosa tan corriente como hoy en día), el calificativo resulta tan fuera de lugar como acusar a Atila de criminal de guerra, o a los aztecas de violadores de los derechos humanos. Y para volver al tema, aquí les dejo, además de referencias a Jackson y a Quevedo, vínculos suficientes como para hablar de una Internet legionaria.
ESTA SEMANA MACIEL rechazó su relección durante el tercer capítulo general ordinario de la orden, que se realizó en Roma. Se mencionó en varios medios la posibilidad de que las acusaciones de pederastia hubiesen llevado a los círculos vaticanos a pedirle el retiro a Maciel. "Entre los testimonios de ex legionarios graduados, que sostuvieron abiertamente que Maciel cometió abuso sexual contra ellos, están los del doctor en estudios latinoamericanos de la Universidad de Harvard José Barba Martín; de Arturo Jurado Guzmán, profesor de lingüística en el Departamento de Defensa de Estados Unidos; el abogado José Antonio Pérez Olvera; Juan Manuel Fernández Amenabar, ex rector de la Universidad Anáhuac -fundada por Maciel-, quien denunció la situación antes de fallecer en febrero de 1995; Alejandro Espinosa Alcalá; Juan Vaca, presidente de los Legionarios en Estados Unidos de 1971 a 1976; Saúl Barrales Arellano, maestro en una escuela católica, y el ingeniero Fernando Pérez Olvera", recordó La Jornada el lunes pasado.
SI MACIEL, CONOCIDO como Mon Père en las filas de su Legión, es culpable, tal vez podría ensayarse, en su defensa, un atenuante parecido a los que corresponden a Quevedo, Atila o los aztecas: criado en el entorno cristero y cerril que podía hallarse en Cotija en los años 20 del siglo pasado, es posible que el religioso fuera más o menos incapaz de percibir las diferencias morales, legales y hasta morfológicas entre un niño y un chivo y que estuviera, en consecuencia, imposibilitado para modular sus impulsos sexuales en función de criterios modernos sobre el daño a terceros. Por lo demás, no debe cerrarse la posibilidad de que sea inocente de los delitos que se le atribuyen, pues hasta la fecha ninguna autoridad civil ni eclesiástica ha querido realizar el necesario esclarecimiento de tales imputaciones. (Dicho sea sin ironía, el cura Maciel no ha tenido la suerte del cantante Jackson, quien al menos está ejerciendo su derecho de defender su supuesta inocencia ante un tribunal.) Esa cerrazón, lejos de reducir las sospechas, las agiganta. Al respecto, los periodistas Gerald Renner y Jason Berry, autores de Vows of Silence: The Abuse of Power and Sexual Crisis in the Papacy of John Paul II (editado en español por Plaza & Janés con el título Votos de silencio, y en el que se hace un recuento de los testimonios de las presuntas víctimas de los abusos sexuales del sacerdote michoacano y se narra la feroz negativa vaticana a investigarlas), dicen: "Las acusaciones contra Maciel (...) no merecieron la menor atención. Y eso es preocupante, más allá de lo que se piense sobre los acusadores. Porque si (..) lo que dicen es cierto, y Maciel es en efecto un pederasta protegido por el Vaticano, tendremos entonces que aceptar que hay un agujero negro en el centro institucional de la Iglesia católica". Por su parte, los legionarios aseguran que en su libro Berry y Renner "han hecho caso omiso de la evidencia y de los hechos y han publicado acusaciones de abuso sexual probadamente falsas".
MIENTRAS ESPERAMOS A que se diluciden las acusaciones, y si no es que antes Maciel fallece y se va al cielo (o a un terrenal sepulcro blanqueado), su agrupación sigue creciendo. Legionarios de Cristo es un ambicioso proyecto trasnacional de acumulación de poder político, económico y educativo. En España "penetra a través de colegios elitistas" y "asalta la política y las finanzas", a decir de José Martínez de Velasco, autor de Los Legionarios de Cristo. El nuevo ejército del Papa". En otro volumen, La prodigiosa aventura de los Legionarios de Cristo, de Alfonso Torres Robles, se documentan los nexos establecidos por el grupo católico con el (por fortuna) pasado gobierno de José María Aznar. Torres indica que la organización "ha llegado a ser calificada como el 'nuevo Opus' por su intervención en el negocio de la educación privada en más de 20 países y por su tendencia a captar a la gente con mayor poder político, económico y cultural".
EN MÉXICO GRIJALBO publicó El legionario, las memorias de Alejandro Espinosa, ex integrante de la orden, quien se quejó del ocultamiento de su libro en los anaqueles de Sanborns, Gigante y Comercial Mexicana, y de la negativa de Canal 22, Canal 11, Televisa y TV Azteca a informar sobre su aparición. Espinosa afirmó que "la familia presidencial está muy unida a Maciel". A propósito de esos vínculos, a principios del año antepasado Jenaro Villamil afirmó en La Jornada que la organización que preside Marta Sahagún "guarda un parentesco innegable con otra creada en España a propuesta de Maciel: la fundación Vida y Esperanza", que "se dedica a ayudar a la infancia, promueve la abstinencia sexual, financia proyectos educativos privados y representa un vehículo de relación entre la clase pudiente". En un reportaje publicado en Interviú, Pilar Velasco y Manuel Rico afirman: "Los gobiernos del Partido Popular son una bendición económica para los Legionarios de Cristo", quienes entre 2000 y 2002 recibieron "más de 4 millones de euros en subvenciones concedidas por administraciones del PP para proyectos de cooperación". "Otra importante fuente de ingresos de los Legionarios -continuaba el reportaje- es el programa Un Kilo de Ayuda (¿nos suena, mexicanos?), con el que han recaudado 3 millones de euros desde que se puso en marcha en julio de 1998. Parte de estos ingresos no se destinó a la ayuda de los más necesitados, sino que sirvió para crear una 'cartera de valores a corto plazo' administrada por una fundación de los Legionarios". En Chile se reporta que el interés de la legión "por llegar a las elites del poder económico y político hoy no sólo les reportan dividendos para continuar su obra, sino que aseguran la profundización de su injerencia social (...) Fundamentalistas para muchos, verdaderos cristianos para otros, los Legionarios de Cristo hace más de 20 años que llegaron a Chile para expandir su doctrina y ganarse los corazones de un selecto mundo empresarial y político".
© Derechos Reservados 2003 DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V.http://www.network54.com/Forum/message?forumid=176899&messageid=1106874512
Y la pueden encontrar también en:
http://www.jornada.unam.mx/2005/ene05/050127/048o1soc.php
Jueves 27 de enero de 2005
NAVEGACIONES
Pedro Miguel
Legionarios en línea
Un cantante, un cura y los niños del coro
Quevedo, ¿políticamente incorrecto?
Las andanzas de Mon Père Maciel
ES DIFICIL HALLAR, a primera vista, qué intereses comunes podrían tener un cantante de pop, cuarentón, ex negro y andrógino, originario de Gary, Indiana, y un sacerdote octogenario, nacido en Cotija, Michoacán, y que hasta esta semana tuvo bajo su mando una de las más influyentes y adineradas órdenes religiosas del catolicismo. La respuesta es: el amor (puro y beatífico, se entiende) hacia los niños y el amor al dinero. A partir de esas coincidencias, Michael Jackson y Marcial Maciel podrían unir esfuerzos, proceder a una fusión corporativa del rancho Neverland con el movimiento Regnum Christi y crear sinergias (no sé con precisión qué quiere decir eso, pero está de moda y suena bien chido) entre sus respectivos equipos de relaciones públicas, encargados de corregir la imagen de ambos como abusadores de niños, los cuales abundan tanto en las instalaciones que el músico posee en California como en las escuelas que el religioso controla en muchos países. Reunidos en cualquiera de esos sitios para ultimar detalles, Maciel y Jackson podrían dedicarse, por ejemplo, a leer (¿y a musicalizar?) a Quevedo, autor de este incordio terrible contra "un bujarrón":
De Herodes fue enemigo, y de sus
gentes,
no porque, degolló los inocentes
mas porque siendo niños, y tan bellos,
los mandó degollar, y no jodellos (...)
Marcial y Michael
EL GENIO PATIZAMBO confundía homosexualidad con pederastia. La Real Academia sigue cometiendo un error similar al admitir dos acepciones de la segunda: "abuso sexual cometido con niños" y "sodomía", ignorando de paso el hecho de que el primero es un delito, mientras que la segunda, realizada entre adultos y con consentimiento de los participantes, pues allá cada quien. El yerro de la Madre Academia se hace más evidente si se consulta sodomía, en cuya entrada ya no aparece nada relacionado con niños, sino una definición escueta y (ésa sí) precisa: "práctica del coito anal". Acierta el tumbaburros académico, en cambio, cuando da por inexistente el barbarismo "pedofilia", tan frecuente en el hablar común, y refiere en cambio al correcto "paidofilia", que viene siendo lo mismo, sólo que bien dicho. Es tentadora, perdónenme la digresión, la posibilidad de juzgar a Quevedo con los lineamientos de la corrección política actual y tildarlo de homófobo. Pero en un segundo vistazo, si se considera que en sus tiempos ni siquiera existía el concepto de homosexualidad (por más que su práctica fuera cosa tan corriente como hoy en día), el calificativo resulta tan fuera de lugar como acusar a Atila de criminal de guerra, o a los aztecas de violadores de los derechos humanos. Y para volver al tema, aquí les dejo, además de referencias a Jackson y a Quevedo, vínculos suficientes como para hablar de una Internet legionaria.
ESTA SEMANA MACIEL rechazó su relección durante el tercer capítulo general ordinario de la orden, que se realizó en Roma. Se mencionó en varios medios la posibilidad de que las acusaciones de pederastia hubiesen llevado a los círculos vaticanos a pedirle el retiro a Maciel. "Entre los testimonios de ex legionarios graduados, que sostuvieron abiertamente que Maciel cometió abuso sexual contra ellos, están los del doctor en estudios latinoamericanos de la Universidad de Harvard José Barba Martín; de Arturo Jurado Guzmán, profesor de lingüística en el Departamento de Defensa de Estados Unidos; el abogado José Antonio Pérez Olvera; Juan Manuel Fernández Amenabar, ex rector de la Universidad Anáhuac -fundada por Maciel-, quien denunció la situación antes de fallecer en febrero de 1995; Alejandro Espinosa Alcalá; Juan Vaca, presidente de los Legionarios en Estados Unidos de 1971 a 1976; Saúl Barrales Arellano, maestro en una escuela católica, y el ingeniero Fernando Pérez Olvera", recordó La Jornada el lunes pasado.
SI MACIEL, CONOCIDO como Mon Père en las filas de su Legión, es culpable, tal vez podría ensayarse, en su defensa, un atenuante parecido a los que corresponden a Quevedo, Atila o los aztecas: criado en el entorno cristero y cerril que podía hallarse en Cotija en los años 20 del siglo pasado, es posible que el religioso fuera más o menos incapaz de percibir las diferencias morales, legales y hasta morfológicas entre un niño y un chivo y que estuviera, en consecuencia, imposibilitado para modular sus impulsos sexuales en función de criterios modernos sobre el daño a terceros. Por lo demás, no debe cerrarse la posibilidad de que sea inocente de los delitos que se le atribuyen, pues hasta la fecha ninguna autoridad civil ni eclesiástica ha querido realizar el necesario esclarecimiento de tales imputaciones. (Dicho sea sin ironía, el cura Maciel no ha tenido la suerte del cantante Jackson, quien al menos está ejerciendo su derecho de defender su supuesta inocencia ante un tribunal.) Esa cerrazón, lejos de reducir las sospechas, las agiganta. Al respecto, los periodistas Gerald Renner y Jason Berry, autores de Vows of Silence: The Abuse of Power and Sexual Crisis in the Papacy of John Paul II (editado en español por Plaza & Janés con el título Votos de silencio, y en el que se hace un recuento de los testimonios de las presuntas víctimas de los abusos sexuales del sacerdote michoacano y se narra la feroz negativa vaticana a investigarlas), dicen: "Las acusaciones contra Maciel (...) no merecieron la menor atención. Y eso es preocupante, más allá de lo que se piense sobre los acusadores. Porque si (..) lo que dicen es cierto, y Maciel es en efecto un pederasta protegido por el Vaticano, tendremos entonces que aceptar que hay un agujero negro en el centro institucional de la Iglesia católica". Por su parte, los legionarios aseguran que en su libro Berry y Renner "han hecho caso omiso de la evidencia y de los hechos y han publicado acusaciones de abuso sexual probadamente falsas".
MIENTRAS ESPERAMOS A que se diluciden las acusaciones, y si no es que antes Maciel fallece y se va al cielo (o a un terrenal sepulcro blanqueado), su agrupación sigue creciendo. Legionarios de Cristo es un ambicioso proyecto trasnacional de acumulación de poder político, económico y educativo. En España "penetra a través de colegios elitistas" y "asalta la política y las finanzas", a decir de José Martínez de Velasco, autor de Los Legionarios de Cristo. El nuevo ejército del Papa". En otro volumen, La prodigiosa aventura de los Legionarios de Cristo, de Alfonso Torres Robles, se documentan los nexos establecidos por el grupo católico con el (por fortuna) pasado gobierno de José María Aznar. Torres indica que la organización "ha llegado a ser calificada como el 'nuevo Opus' por su intervención en el negocio de la educación privada en más de 20 países y por su tendencia a captar a la gente con mayor poder político, económico y cultural".
EN MÉXICO GRIJALBO publicó El legionario, las memorias de Alejandro Espinosa, ex integrante de la orden, quien se quejó del ocultamiento de su libro en los anaqueles de Sanborns, Gigante y Comercial Mexicana, y de la negativa de Canal 22, Canal 11, Televisa y TV Azteca a informar sobre su aparición. Espinosa afirmó que "la familia presidencial está muy unida a Maciel". A propósito de esos vínculos, a principios del año antepasado Jenaro Villamil afirmó en La Jornada que la organización que preside Marta Sahagún "guarda un parentesco innegable con otra creada en España a propuesta de Maciel: la fundación Vida y Esperanza", que "se dedica a ayudar a la infancia, promueve la abstinencia sexual, financia proyectos educativos privados y representa un vehículo de relación entre la clase pudiente". En un reportaje publicado en Interviú, Pilar Velasco y Manuel Rico afirman: "Los gobiernos del Partido Popular son una bendición económica para los Legionarios de Cristo", quienes entre 2000 y 2002 recibieron "más de 4 millones de euros en subvenciones concedidas por administraciones del PP para proyectos de cooperación". "Otra importante fuente de ingresos de los Legionarios -continuaba el reportaje- es el programa Un Kilo de Ayuda (¿nos suena, mexicanos?), con el que han recaudado 3 millones de euros desde que se puso en marcha en julio de 1998. Parte de estos ingresos no se destinó a la ayuda de los más necesitados, sino que sirvió para crear una 'cartera de valores a corto plazo' administrada por una fundación de los Legionarios". En Chile se reporta que el interés de la legión "por llegar a las elites del poder económico y político hoy no sólo les reportan dividendos para continuar su obra, sino que aseguran la profundización de su injerencia social (...) Fundamentalistas para muchos, verdaderos cristianos para otros, los Legionarios de Cristo hace más de 20 años que llegaron a Chile para expandir su doctrina y ganarse los corazones de un selecto mundo empresarial y político".
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