Monterrey, México (5 junio 2006).- Si usted está buscando que alguien le diga "sí", el café puede ayudarlo.
Al menos eso fue lo que encontraron especialistas de la Universidad de Queensland, Australia, quienes afirmaron que dosis moderadas de cafeína pueden tener un impacto persuasivo en las personas.
El estudio, publicado en la más reciente edición del European Journal of Social Psychology, agrega que el consumo de cafeína promueve la atención y empatía con otros, si éstos tienen argumentos persuasivos.
Para este trabajo, Pearl Martin, de la Escuela de Psicología de la Universidad Queensland y su equipo, preguntaron a un grupo de personas su opinión sobre la eutanasia, antes y después de darle una dosis de cafeína, sumada a una serie de argumentos contra sus creencias iniciales.
Se organizaron dos grupos, al primero se le dio, antes de la lectura, jugo de naranja con cafeína, equivalente a dos tazas de café; y al otro, jugo de naranja solo, explicó Martin en el documento.
Los investigadores encontraron que aquellos que consumieron el jugo con cafeína fueron más atentos, comprendieron mejor el mensaje e incluso lo pudieron memorizar, y al final cambiaron de opinión, según lo que se les había pedido.
"Existen numerosas situaciones en las que las personas están expuestas a ser persuadidas por argumentos, por lo que estos resultados pueden ser aplicados en la vida práctica de múltiples formas", explicó Martin.
Las personas deben ser conscientes de que productos como el café, té, cola o bebidas energéticas contienen cafeína y podrían provocar que sean persuadidos de comprar algo, seguir una postura política o hacer un negocio que tal vez no harían en condiciones normales.
Al menos eso fue lo que encontraron especialistas de la Universidad de Queensland, Australia, quienes afirmaron que dosis moderadas de cafeína pueden tener un impacto persuasivo en las personas.
El estudio, publicado en la más reciente edición del European Journal of Social Psychology, agrega que el consumo de cafeína promueve la atención y empatía con otros, si éstos tienen argumentos persuasivos.
Para este trabajo, Pearl Martin, de la Escuela de Psicología de la Universidad Queensland y su equipo, preguntaron a un grupo de personas su opinión sobre la eutanasia, antes y después de darle una dosis de cafeína, sumada a una serie de argumentos contra sus creencias iniciales.
Se organizaron dos grupos, al primero se le dio, antes de la lectura, jugo de naranja con cafeína, equivalente a dos tazas de café; y al otro, jugo de naranja solo, explicó Martin en el documento.
Los investigadores encontraron que aquellos que consumieron el jugo con cafeína fueron más atentos, comprendieron mejor el mensaje e incluso lo pudieron memorizar, y al final cambiaron de opinión, según lo que se les había pedido.
"Existen numerosas situaciones en las que las personas están expuestas a ser persuadidas por argumentos, por lo que estos resultados pueden ser aplicados en la vida práctica de múltiples formas", explicó Martin.
Las personas deben ser conscientes de que productos como el café, té, cola o bebidas energéticas contienen cafeína y podrían provocar que sean persuadidos de comprar algo, seguir una postura política o hacer un negocio que tal vez no harían en condiciones normales.