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Presión sobre efectos climáticos

Montreal, Canadá (9 diciembre 2005).- Estados Unidos enfrentaba una fuerte presión el viernes en la conferencia de la ONU sobre cambio climático, para que acepte iniciar conversaciones para reducir más la emisión de gases que producen el efecto invernadero, los principales contribuyentes al calentamiento global.

Cuando faltaban pocas horas para el fin de la conferencia de 12 días, la delegación estadounidense debía decidir si respalda o se opone a una propuesta presentada por Canadá, anfitrión del encuentro.

Un borrador del documento obtenido por la AFP describe el cambio climático como "un serio desafío que tiene el potencial de afectar todas las regiones del globo".

Llama a "un diálogo sobre acciones coordinadas a largo plazo" bajo el marco de la Convención sobre cambio climático de la ONU, fruto de la Cumbre de Río de 1992.

No hace ninguna referencia al protocolo de Kyoto, que especifica los compromisos para el combate contra la contaminación por gases invernadero.

El "diálogo (se iniciaría) sin perjuicio de cualquier negociación, compromiso, proceso, marco o mandato futuros" bajo la Convención, destaca el documento.

El acuerdo sobre el texto fue alcanzado por un grupo de negociadores en la madrugada del viernes, pero Estados Unidos estuvo ausente de esa reunión. Algunas fuentes dijeron más temprano que Arabia Saudita tampoco participó, pero otras indicaron luego que los sauditas estaban presentes y no objetaron el acuerdo.

La gran interrogante era si Estados Unidos aceptará el documento cuando sea presentado a la reunión plenaria de ministros de medio ambiente este viernes, indicaron las fuentes.

El miércoles, Estados Unidos rechazó una versión anterior de la propuesta y dijo que no cambiará su visión de que la respuesta al calentamiento global debe ser voluntaria, en base al avance de las tecnologías limpias.

Estados Unidos -que con 5 por ciento de la población mundial, emite 25 por ciento del total mundial de gases con efecto invernadero- sostiene que el costo de cumplir con las metas de Kyoto es demasiado alto para su economía, que depende fuertemente del petróleo.

La comunidad internacional reconoció asimismo que el Artico y sus poblaciones están especialmente expuestos al cambio climático y se comprometió a "considerar los problemas propios" de esta región en sus acciones futuras.

El miércoles el primer ministro canadiense Paul Martin llamó a Estados Unidos a escuchar la "conciencia mundial" sobre el calentamiento del planeta.

La administración del presidente George W. Bush se retiró del protocolo de Kyoto en 2001, pero el país sí firmó la Convención.

Tras recordar que el protocolo de Kyoto fue firmado bajo su administración, el ex presidente estadounidense Bill Clinton rechazó una de las principales críticas que se daban contra el acuerdo: el costo que podía tener para la economía estadounidense. "Era completamente falso", declaró Clinton.

En una posición contrapuesta a la de su sucesor, Bush, Clinton subrayó en un discurso en la sede de la conferencia que no se puede tener más dudas sobre el hecho de que "el cambio climático es real, que se acelera y que es provocado por las actividades humanas".

El período de compromiso actual de Kyoto se extiende hasta 2012, pero parece claro que los esfuerzos futuros serán vanos si no se incluye al mayor contaminador mundial en próximos acuerdos.

Igual de importante parece ser lograr una mayor cooperación de los países densamente poblados y con economías en fuerte crecimiento, como China -el contaminador número dos del mundo- e India.

Según el formato actual de Kyoto, solo los países industrializados que ratificaron el acuerdo deben hacer reducciones específicas de sus emisiones de gas con efecto invernadero.

Estos países son los principales acusados del calentamiento global porque fueron los primeros en usar petróleo, gas y carbón para impulsar su crecimiento económico.

En paralelo a la propuesta de un "diálogo" bajo la Convención, los países que integran el protocolo de Kyoto estaban cerca de un acuerdo el viernes para lanzar sus propias conversaciones para el periodo post-2012.

Los científicos sostienen que un acuerdo post-2012 debe implicar durísimos recortes en las emisiones de carbono en relación a los compromisos actuales, o la Tierra podría sufrir daños catastróficos en su sistema climático.Algo difícil si se toma en cuenta que los niveles de emisión de carbono continúan subiendo y los combustibles fósiles son la principal fuente energética utilizada en el mundo.
 
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