San Francisco, Estados Unidos (12 diciembre 2006).- El calentamiento global podría derretir el hielo del Ártico a partir del verano de 2040, lo que despierta serios temores ambientales, comerciales y estratégicos, dijeron expertos el lunes.
"Los efectos del calentamiento por gases de invernadero están comenzando a aparecer", dijo Mark Serreze, un científico del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Colorado, en Boulder.
Por su parte, Marika Holland, una científica del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, proyecta una lenta pero firme disminución del hielo en el Artico en tanto continúe el calentamiento global.
La investigación, que será publicada el martes por el periódico científico Geophysical Research Letters, halló que la extensión del mar de hielo cada septiembre (verano boreal) podría reducirse tan abruptamente que, en unos 20 años, podría comenzar a retroceder cuatro veces más rápido que lo observado en los registros.
"El hielo está en realidad bastante estable hasta 2025 y luego ¡boom!, se va", dijo Holland durante el encuentro de otoño de la Unión Geofísica Americana en San Francisco.
Eso significa que la famosa mancha blanca en uno de los polos del globo terráqueo podría quedar libre de hielo en verano a partir de 2040, de acuerdo a modelos diseñados en supercomputadoras.
"Ya hemos sido testigos de importantes pérdidas en el mar de hielo, pero nuestra investigación sugiere que la disminución a lo largo de las próximas décadas será mucho más drástico de lo que ha sido hasta ahora", señaló Holland.
En una simulación, el hielo de septiembre se encoge desde 6 millones de kilómetros cuadrados a 2 millones en un período de 10 años. Para 2040, sólo una pequeña superficie de mar de hielo eterno permanecería a lo largo de las costas de Groenlandia y Canadá, mientras que la mayor parte de la cuenca ática estaría libre de hielo en septiembre.
Aunque geográficamente se encuentra lejos de la mayor parte del mundo habitado, el derretimiento del hielo ártico podría cambiar el ecosistema del mundo, incluyendo la vida marina y terrestre, el clima, las rutas marítimas e incluso las necesidades nacionales de defensa.
"En este juego hay ganadores y perdedores, pero yo pienso que el balance es negativo", dijo Serreze.
Para Rusia, "las rutas marítimas se abrirán, verán un beneficio económico (...) para Canadá, esto podría ser una oportunidad de prosperidad económica", agregó el científico.
Pero el derretimiento masivo del Ártico podría crear una serie de problemas, desde cómo se adapta la vida salvaje a las nuevas condiciones hasta cómo responden las naciones a las nuevas fronteras.
"Acarreará otros asuntos geoestratégicos", dijo en una entrevista Mead Treadwell, presidente de la Comisión de Investigación Artica en Anchorage, Alaska.
Por ejemplo, según Treadwell, Estados Unidos tendría que patrullar la frontera norte de Alaska y prepararse para derrames de crudo en lugares remotos así como la apertura de nuevas rutas marítimas.
"Los efectos del calentamiento por gases de invernadero están comenzando a aparecer", dijo Mark Serreze, un científico del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Colorado, en Boulder.
Por su parte, Marika Holland, una científica del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, proyecta una lenta pero firme disminución del hielo en el Artico en tanto continúe el calentamiento global.
La investigación, que será publicada el martes por el periódico científico Geophysical Research Letters, halló que la extensión del mar de hielo cada septiembre (verano boreal) podría reducirse tan abruptamente que, en unos 20 años, podría comenzar a retroceder cuatro veces más rápido que lo observado en los registros.
"El hielo está en realidad bastante estable hasta 2025 y luego ¡boom!, se va", dijo Holland durante el encuentro de otoño de la Unión Geofísica Americana en San Francisco.
Eso significa que la famosa mancha blanca en uno de los polos del globo terráqueo podría quedar libre de hielo en verano a partir de 2040, de acuerdo a modelos diseñados en supercomputadoras.
"Ya hemos sido testigos de importantes pérdidas en el mar de hielo, pero nuestra investigación sugiere que la disminución a lo largo de las próximas décadas será mucho más drástico de lo que ha sido hasta ahora", señaló Holland.
En una simulación, el hielo de septiembre se encoge desde 6 millones de kilómetros cuadrados a 2 millones en un período de 10 años. Para 2040, sólo una pequeña superficie de mar de hielo eterno permanecería a lo largo de las costas de Groenlandia y Canadá, mientras que la mayor parte de la cuenca ática estaría libre de hielo en septiembre.
Aunque geográficamente se encuentra lejos de la mayor parte del mundo habitado, el derretimiento del hielo ártico podría cambiar el ecosistema del mundo, incluyendo la vida marina y terrestre, el clima, las rutas marítimas e incluso las necesidades nacionales de defensa.
"En este juego hay ganadores y perdedores, pero yo pienso que el balance es negativo", dijo Serreze.
Para Rusia, "las rutas marítimas se abrirán, verán un beneficio económico (...) para Canadá, esto podría ser una oportunidad de prosperidad económica", agregó el científico.
Pero el derretimiento masivo del Ártico podría crear una serie de problemas, desde cómo se adapta la vida salvaje a las nuevas condiciones hasta cómo responden las naciones a las nuevas fronteras.
"Acarreará otros asuntos geoestratégicos", dijo en una entrevista Mead Treadwell, presidente de la Comisión de Investigación Artica en Anchorage, Alaska.
Por ejemplo, según Treadwell, Estados Unidos tendría que patrullar la frontera norte de Alaska y prepararse para derrames de crudo en lugares remotos así como la apertura de nuevas rutas marítimas.