El Ejército concluye 2003 con el menor número de soldados de los últimos sesenta años
Las Fuerzas Armadas se han estancado en 68.000 efectivos frente a los 86.000 previstos
El Ejército español cierra 2003 con el menor número de soldados y marineros desde hace sesenta años, según el documento de carácter restringido de la Dirección General de Reclutamiento al que ha tenido acceso LA RAZÓN. El Ministerio de Defensa mantiene en filas a 68.802 efectivos de tropa en servicio activo frente a los 86.000 previstos y lejos ya de los 102.000, mínimo que se fijó al comienzo de la profesionalización. En medios militares se apremia a que partidos políticos y fuerzas sociales definan un nuevo modelo de Ejército para seguir garantizando la defensa nacional.
Enrique Montánchez - Madrid.-
Las Fuerzas Armadas observan con intranquilidad la cuesta abajo por la que se desliza, imparable, el modelo de Ejército profesional que tras la desaparición de la «mili» contemplaba un mínimo de 102.000 soldados y marineros en filas. El año que concluye registra un récord histórico: el Ejército español cuenta con el menor número de soldados y marineros de los últimos sesenta años. En concreto, 68.802 efectivos de tropa en situación de «servicio activo» frente a los 86.000 previstos para este año por el Ministerio de Defensa, según el documento de carácter restringido elaborado por la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza del Ministerio que dirige Federico Trillo, al que ha tenido acceso este periódico.
La cuestión es, a juicio de altos mandos de las FAS, si con el número actual de soldados y marineros está garantizada la seguridad nacional y se pueden llevar a cabo eficazmente las misiones internacionales en las que España está comprometida. «Oficialmente ambas están garantizadas, pero el problema de fondo no es ese», apuntan. Se hizo un modelo de Ejército para funcionar con un escenario de cien mil efectivos de tropa y marinería y ahora hay que ajustarlo para hacer lo mismo con poco más de la mitad», puntualiza un almirante en activo.
Ni cantidad ni calidad
En los Cuarteles Generales de los tres Ejércitos la preocupación es palpable. El reclutamiento tocó fondo en 2002 y en el año que acaba la situación no ha hecho más que empeorar. «Ya no es una cuestión de calidad frente a cantidad, como señala el mensaje oficial, porque está entrando, de lo poco que llega, todo», asegura un alto mando del Ejército de Tierra. Sirva como ejemplo que en la convocatoria de octubre (hay once al año) Tierra ofertó 2.826 plazas y únicamente 1.152 (el 40%) jóvenes superaron las pruebas, pero de esta cifra se dieron de baja durante la formación militar 258 hombres y mujeres, por lo que finalmente se incorporaron 894, es decir, sólo se cubrió el 31% de las necesidades.
«Es evidente que a los jóvenes españoles no les atraen las Fuerzas Armadas, porque no les garantizamos su futuro laboral y la bonanza económica tampoco contribuye a ello», explicaban resignados varios generales días pasados. Ni las costosas campañas de publicidad (14 millones de euros en la última campaña) sirven para contrarrestar el principal enemigo del reclutamiento: el boca a boca de los propios soldados que desaconsejan la vida militar a amigos y conocidos.
Ante este panorama, los mandos militares hablan abiertamente de la urgente necesidad de que partidos políticos y fuerzas sociales acuerden un nuevo modelo de Fuerzas Armadas profesionales, acorde con las posibilidades reales de reclutamiento. Recuerdan que si para el PP fue importante pactar con CiU en 1996, a efectos de poder gobernar, la desaparición del Servicio Militar Obligatorio, más lo es ahora restablecer el consenso de Estado en materia de Defensa para poner en pie un nuevo modelo de FAS. Partido Popular y PSOE rompieron el consenso a raíz de la guerra de Iraq.
Los mandos militares no hacen «batalla» en el número de soldados. Saben perfectamente que en un mundo de cambios militares como el actual ni las Divisiones han de tener forzosamente más de 6.000 hombres, ni deben estar integradas por tres Brigadas. En el caso español se trata de hacer un Ejército flexible, sobre todo con capacidad de proyección y adecuado a las nuevas amenazas y misiones. No descartan que, probablemente, sean suficientes unas FAS de 60.000 efectivos de tropa, pero ello obligaría también a un profundo recorte de los actuales 48.000 cuadros de mando. De los 68.802 hay que reducir 4.085 que son alumnos en diferentes centros de formación, como la Guardia Civil, o que están de baja por expedientes psico-físicos. De ahí, que realmente a día de hoy se cuente con poco más de 64.000 efectivos.
FUENTE: LA RAZÓN
¿Qué opináis de esta tendencia?
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El Ejército español cierra 2003 con el menor número de soldados y marineros desde hace sesenta años, según el documento de carácter restringido de la Dirección General de Reclutamiento al que ha tenido acceso LA RAZÓN. El Ministerio de Defensa mantiene en filas a 68.802 efectivos de tropa en servicio activo frente a los 86.000 previstos y lejos ya de los 102.000, mínimo que se fijó al comienzo de la profesionalización. En medios militares se apremia a que partidos políticos y fuerzas sociales definan un nuevo modelo de Ejército para seguir garantizando la defensa nacional.
Enrique Montánchez - Madrid.-
Las Fuerzas Armadas observan con intranquilidad la cuesta abajo por la que se desliza, imparable, el modelo de Ejército profesional que tras la desaparición de la «mili» contemplaba un mínimo de 102.000 soldados y marineros en filas. El año que concluye registra un récord histórico: el Ejército español cuenta con el menor número de soldados y marineros de los últimos sesenta años. En concreto, 68.802 efectivos de tropa en situación de «servicio activo» frente a los 86.000 previstos para este año por el Ministerio de Defensa, según el documento de carácter restringido elaborado por la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza del Ministerio que dirige Federico Trillo, al que ha tenido acceso este periódico.
La cuestión es, a juicio de altos mandos de las FAS, si con el número actual de soldados y marineros está garantizada la seguridad nacional y se pueden llevar a cabo eficazmente las misiones internacionales en las que España está comprometida. «Oficialmente ambas están garantizadas, pero el problema de fondo no es ese», apuntan. Se hizo un modelo de Ejército para funcionar con un escenario de cien mil efectivos de tropa y marinería y ahora hay que ajustarlo para hacer lo mismo con poco más de la mitad», puntualiza un almirante en activo.
Ni cantidad ni calidad
En los Cuarteles Generales de los tres Ejércitos la preocupación es palpable. El reclutamiento tocó fondo en 2002 y en el año que acaba la situación no ha hecho más que empeorar. «Ya no es una cuestión de calidad frente a cantidad, como señala el mensaje oficial, porque está entrando, de lo poco que llega, todo», asegura un alto mando del Ejército de Tierra. Sirva como ejemplo que en la convocatoria de octubre (hay once al año) Tierra ofertó 2.826 plazas y únicamente 1.152 (el 40%) jóvenes superaron las pruebas, pero de esta cifra se dieron de baja durante la formación militar 258 hombres y mujeres, por lo que finalmente se incorporaron 894, es decir, sólo se cubrió el 31% de las necesidades.
«Es evidente que a los jóvenes españoles no les atraen las Fuerzas Armadas, porque no les garantizamos su futuro laboral y la bonanza económica tampoco contribuye a ello», explicaban resignados varios generales días pasados. Ni las costosas campañas de publicidad (14 millones de euros en la última campaña) sirven para contrarrestar el principal enemigo del reclutamiento: el boca a boca de los propios soldados que desaconsejan la vida militar a amigos y conocidos.
Ante este panorama, los mandos militares hablan abiertamente de la urgente necesidad de que partidos políticos y fuerzas sociales acuerden un nuevo modelo de Fuerzas Armadas profesionales, acorde con las posibilidades reales de reclutamiento. Recuerdan que si para el PP fue importante pactar con CiU en 1996, a efectos de poder gobernar, la desaparición del Servicio Militar Obligatorio, más lo es ahora restablecer el consenso de Estado en materia de Defensa para poner en pie un nuevo modelo de FAS. Partido Popular y PSOE rompieron el consenso a raíz de la guerra de Iraq.
Los mandos militares no hacen «batalla» en el número de soldados. Saben perfectamente que en un mundo de cambios militares como el actual ni las Divisiones han de tener forzosamente más de 6.000 hombres, ni deben estar integradas por tres Brigadas. En el caso español se trata de hacer un Ejército flexible, sobre todo con capacidad de proyección y adecuado a las nuevas amenazas y misiones. No descartan que, probablemente, sean suficientes unas FAS de 60.000 efectivos de tropa, pero ello obligaría también a un profundo recorte de los actuales 48.000 cuadros de mando. De los 68.802 hay que reducir 4.085 que son alumnos en diferentes centros de formación, como la Guardia Civil, o que están de baja por expedientes psico-físicos. De ahí, que realmente a día de hoy se cuente con poco más de 64.000 efectivos.
FUENTE: LA RAZÓN
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