Zona Franca
Producciones redentoras
By LENA HANSEN
El Nuevo Herald
MARIAH CAREY logro un exito con su CD personal 'The Emancipation of Mimi'.
Les encantan a los críticos en busca de temas de interés masivo, fascinan a los fans sedientos de chismes sobre sus ídolos, y les ahorran miles de dólares a los artistas en visitas al psicólogo... Son los discos redentores, aquéllos que los artistas lanzan después de caer --o recaer-- en las drogas, combatir una enfermedad mortal, ser visitados por el Todopoderoso, pasar por un proceso de divorcio o una crisis emocional.
Podrá tildárseles de catárticas, sentimentalonas, crudas o tétricas, pero estas producciones casi siempre son hits, venden un sinfín de copias y les permiten a sus creadores hacer un comeback, ya sea en calidad de héroes, iluminados, arrepentidos o rehabilitados.
Un ejemplo es The Emancipation of Mimi, un bestseller con el que Mariah Carey reconquistó a los críticos y ganó tres Grammy este año, después de 16 años de no ganar uno solo y ser bombardeada por la prensa por el fracaso de sus discos previos, Glitter y Charm Bracelet.
Después de varios colapsos emocionales (a causa del estrés de su agenda promocional, los traumas de haber estado casada con ''el controlador'' Mr. Mottola, su ruptura con Luis Miguel, sus libritas de más y una niñez marcada por la pobreza, el divorcio de sus padres, la discriminación racial y múltiples mudanzas), Carey emergió como una diosa al cantar We Belong Together y el tema de alabanza Fly Like A Bird, junto a un coro gospel en los Grammy.
Aunque en una entrevista con Larry King, la diva afroamericana-irlandesa-venezolana aseguró que no era una wacko o ''tostada'', la vulnerabilidad y honestidad que refleja en La emancipación de Mimi, que por cierto es su apodo, borró de la memoria de los críticos otras producciones banales y cubiertas de glitter (brillantina) que presentaban a la compleja Carey como una plástica, relegándola al estatus de eyecandy o ``bombón''.
Otro ejemplo es Indeleble, el nuevo álbum de la roquera mexicana Alejandra Guzmán, que ya ha alcanzado estatus de oro por sus altas ventas, conquistando la radio con su sencillo Volverte a amar. La liberación de relaciones abusivas y conflictivas, el amor propio y el triunfo sobre hábitos dañinos son temáticas recurrentes en el álbum. Necesito amarme, un tema compuesto entre Guzmán y Mario Domm, ofrece una serie de confesiones y resoluciones.
``Es inevitable/ soy una persona que aunque pierda vuelve a amar'', confiesa, para luego recapacitar: ``necesito amarme para amar a los demás''. En éste, la cantante disfraza la drogadicción con metáforas como una ``caída en espiral'' de la que debe rescatarse. Con el álbum, que dedica a su hija Frida y su familia, la Guzmán pretende reinventarse, borrando la reputación de sexómana-junkie-desequilibrada que se le ha atribuido en los últimos tiempos.
Otra producción que habla de un renacer --aunque de otro tipo-- es el que la cantautora colombiana Soraya lanzó en el 2003, cuando, tras perder a su madre y abuela por el cáncer, ella misma logró sobrevivir al cáncer de mama, convirtiéndose en activista en la lucha contra este mal. Temas como Casi, de su álbum homónimo para EMI Latin, hablan de cómo ''casi'' perdió la fe en el trayecto de su enfermedad. Este disco la hizo acreedora de un Grammy latino y del premio Espíritu de Esperanza del Latin Billboard.
Como bien lo indica su título Desahogo, otro álbum bestseller que hizo al rapero boricua Vico C merecedor de múltiples nominaciones y galardones, también le sirvió para... (¿están listos?).... disculparse con su esposa por años de abandono e infidelidad, enfatizar su amor por sus hijos, hablar de las injusticias que sufrió en la cárcel, tirarle a los políticos corruptos, sacar a la luz las debilidades de la sociedad actual, difundir la palabra de Cristo, y de paso, asegurarle a sus rivales, que ''el filósofo del rap'' no había perdido su flow.
Otro ejemplo de un álbum muy personal es Valió la pena, de Marc Anthony. Este salió a la venta en medio de su separación de Dayanara y el romance con Jennifer López. En éste, el boricua admite: ``valió la pena lo que era necesario para estar contigo'', un elogio para su actual esposa que seguramente no le hizo mucho gracia a Dayanara, que en aquel entonces se enfrentaba al divorcio. En un dúo entre López y Marc Anthony, Escapémonos, ambos proponen esconderse de la multitud e ignorar el qué dirán para escaparse de ``todas esas cosas que perturban sus vidas''.
No me malinterpreten, estas producciones son desgarrantes, conmovedoras y válidas, pero algunos artistas les sacan provecho a controversias personales para vender discos. Ahora sólo falta que la cantante cristiana Jaci Velásquez saque un nuevo álbum sobre las razones de su reciente divorcio, o que Michael Jackson regrese a los estudios de grabación con temas sobre sus múltiples avatares --acusaciones de pedofilia, disputa por la custodia de sus hijos, pagos atrasados a empleados, etc.-- en los tribunales de justicia.
¿Qué piensa usted sobre este tema? Escriba su opinión, con nombre y apellido, a viernes@herald.com
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By LENA HANSEN
El Nuevo Herald
MARIAH CAREY logro un exito con su CD personal 'The Emancipation of Mimi'.
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Podrá tildárseles de catárticas, sentimentalonas, crudas o tétricas, pero estas producciones casi siempre son hits, venden un sinfín de copias y les permiten a sus creadores hacer un comeback, ya sea en calidad de héroes, iluminados, arrepentidos o rehabilitados.
Un ejemplo es The Emancipation of Mimi, un bestseller con el que Mariah Carey reconquistó a los críticos y ganó tres Grammy este año, después de 16 años de no ganar uno solo y ser bombardeada por la prensa por el fracaso de sus discos previos, Glitter y Charm Bracelet.
Después de varios colapsos emocionales (a causa del estrés de su agenda promocional, los traumas de haber estado casada con ''el controlador'' Mr. Mottola, su ruptura con Luis Miguel, sus libritas de más y una niñez marcada por la pobreza, el divorcio de sus padres, la discriminación racial y múltiples mudanzas), Carey emergió como una diosa al cantar We Belong Together y el tema de alabanza Fly Like A Bird, junto a un coro gospel en los Grammy.
Aunque en una entrevista con Larry King, la diva afroamericana-irlandesa-venezolana aseguró que no era una wacko o ''tostada'', la vulnerabilidad y honestidad que refleja en La emancipación de Mimi, que por cierto es su apodo, borró de la memoria de los críticos otras producciones banales y cubiertas de glitter (brillantina) que presentaban a la compleja Carey como una plástica, relegándola al estatus de eyecandy o ``bombón''.
Otro ejemplo es Indeleble, el nuevo álbum de la roquera mexicana Alejandra Guzmán, que ya ha alcanzado estatus de oro por sus altas ventas, conquistando la radio con su sencillo Volverte a amar. La liberación de relaciones abusivas y conflictivas, el amor propio y el triunfo sobre hábitos dañinos son temáticas recurrentes en el álbum. Necesito amarme, un tema compuesto entre Guzmán y Mario Domm, ofrece una serie de confesiones y resoluciones.
``Es inevitable/ soy una persona que aunque pierda vuelve a amar'', confiesa, para luego recapacitar: ``necesito amarme para amar a los demás''. En éste, la cantante disfraza la drogadicción con metáforas como una ``caída en espiral'' de la que debe rescatarse. Con el álbum, que dedica a su hija Frida y su familia, la Guzmán pretende reinventarse, borrando la reputación de sexómana-junkie-desequilibrada que se le ha atribuido en los últimos tiempos.
Otra producción que habla de un renacer --aunque de otro tipo-- es el que la cantautora colombiana Soraya lanzó en el 2003, cuando, tras perder a su madre y abuela por el cáncer, ella misma logró sobrevivir al cáncer de mama, convirtiéndose en activista en la lucha contra este mal. Temas como Casi, de su álbum homónimo para EMI Latin, hablan de cómo ''casi'' perdió la fe en el trayecto de su enfermedad. Este disco la hizo acreedora de un Grammy latino y del premio Espíritu de Esperanza del Latin Billboard.
Como bien lo indica su título Desahogo, otro álbum bestseller que hizo al rapero boricua Vico C merecedor de múltiples nominaciones y galardones, también le sirvió para... (¿están listos?).... disculparse con su esposa por años de abandono e infidelidad, enfatizar su amor por sus hijos, hablar de las injusticias que sufrió en la cárcel, tirarle a los políticos corruptos, sacar a la luz las debilidades de la sociedad actual, difundir la palabra de Cristo, y de paso, asegurarle a sus rivales, que ''el filósofo del rap'' no había perdido su flow.
Otro ejemplo de un álbum muy personal es Valió la pena, de Marc Anthony. Este salió a la venta en medio de su separación de Dayanara y el romance con Jennifer López. En éste, el boricua admite: ``valió la pena lo que era necesario para estar contigo'', un elogio para su actual esposa que seguramente no le hizo mucho gracia a Dayanara, que en aquel entonces se enfrentaba al divorcio. En un dúo entre López y Marc Anthony, Escapémonos, ambos proponen esconderse de la multitud e ignorar el qué dirán para escaparse de ``todas esas cosas que perturban sus vidas''.
No me malinterpreten, estas producciones son desgarrantes, conmovedoras y válidas, pero algunos artistas les sacan provecho a controversias personales para vender discos. Ahora sólo falta que la cantante cristiana Jaci Velásquez saque un nuevo álbum sobre las razones de su reciente divorcio, o que Michael Jackson regrese a los estudios de grabación con temas sobre sus múltiples avatares --acusaciones de pedofilia, disputa por la custodia de sus hijos, pagos atrasados a empleados, etc.-- en los tribunales de justicia.
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