Una mujer y un hombre se vieron envueltos en un aparatoso accidente de tráfico. Los coches quedaron totalmente destrozados pero, sorprendentemente, ninguno de ellos resultó herido. Después de que salieran arrastrándose de sus respectivos vehículos, la mujer, que estaba muy bien, dijo:
- "Eh, pero si eres un hombre, que interesante... ! Yo soy una mujer...! Mira nuestros coches...! No queda nada, pero afortunadamente ninguno de nosotros esta herido... Esto debe ser una señal divina de que debíamos encontrarnos..., ser amigos... y vivir juntos en paz durante el resto de nuestras vidas...".
Fernando Escobar, que como todos los hombres, piensa sólo con la minga dominga, contestó:
- Coincido contigo totalmente... Esto debe ser una señal divina....".
La mujer continuó:
-"Y mira esto..., hay otro milagro.... Mi coche esta completamente destrozado, pero esta botella de vino no se rompió....está intacta!! Seguramente Dios quiere que bebamos este vino y celebremos nuestra buena suerte....".
Entonces le tendió la botella a Fernando.... Este asintió con la cabeza. En señal de aprobación, la abrió, y se bebió la mitad de la botella..... Entonces se la tendió de vuelta a la mujer.... Esta cogió la botella, e inmediatamente le puso otra vez el tapón y se la devolvió al hombre. Sorprendido, él le preguntó:
-"¿No vas a beber para sellar el pacto?"
-"No", contestó la mujer..., "creo que simplemente esperaré a la policía".
- "Eh, pero si eres un hombre, que interesante... ! Yo soy una mujer...! Mira nuestros coches...! No queda nada, pero afortunadamente ninguno de nosotros esta herido... Esto debe ser una señal divina de que debíamos encontrarnos..., ser amigos... y vivir juntos en paz durante el resto de nuestras vidas...".
Fernando Escobar, que como todos los hombres, piensa sólo con la minga dominga, contestó:
- Coincido contigo totalmente... Esto debe ser una señal divina....".
La mujer continuó:
-"Y mira esto..., hay otro milagro.... Mi coche esta completamente destrozado, pero esta botella de vino no se rompió....está intacta!! Seguramente Dios quiere que bebamos este vino y celebremos nuestra buena suerte....".
Entonces le tendió la botella a Fernando.... Este asintió con la cabeza. En señal de aprobación, la abrió, y se bebió la mitad de la botella..... Entonces se la tendió de vuelta a la mujer.... Esta cogió la botella, e inmediatamente le puso otra vez el tapón y se la devolvió al hombre. Sorprendido, él le preguntó:
-"¿No vas a beber para sellar el pacto?"
-"No", contestó la mujer..., "creo que simplemente esperaré a la policía".