Luis Antonio Alías
"Queremos bailar" hila una sucesión de cuadros coreográficos en amalgama de formas, ritmos, maneras y expresividades, dejando meridianamente claro cómo el arte de Terpsícore, la musa danzarina que nos enseñó el lenguaje del cuerpo para hablar con los dioses, abarca todas las geografías y todos los grupos sociales con igual universalidad y versatilidad que las artes apadrinados por las otras musas.
Durante un par de horas, el amplio teatro del centro municipal integrado Gijón Sur se convirti ó en corral goyesco, "music-hall", tablado, calle de barrio, escenario de Broadway, video clip y zoco. Y entre ambiente y ambiente, estilo y estilo, época y época, misceláneas y fusiones enriquecidas de luces, músicas, efectos sonoros y trucos teatrales, los aplausos añadían palmas a la percusión: un público entregado, sincero, que ya ocupaba hasta la última butaca bastante antes de la apertura del telón,prolongaba sus aplausos.
Arriba, saltando de Bizet a los DJ, y de las zapatillas en punta a la pirueta funky, el Ballet Candilejas y Dancing Machine demostraban que también Gijón cultiva una afición disminuida fuera del folclor y del ritual masivo y anárquico de las discotecas.
Nuestra villa, quede constancia, siempre bailó mucho y bien: los playos dominaban el tango casi como porteños, el ayuntamiento reguló chotis y pasadobles en la vía pública pues un simple organillo montaba saraos inmediatos y espontáneos, y los concursos de rock, yenka, o twist despertaron entusiasmos inmediatos.
"Animamos a que jóvenes y adultos se apunten en cursos de baile, una muy recomendable forma de hacer ejercicio físico y mental" -dijo al final uno de los organizadores.
Naturalmente. Ejercicio, y disciplina, y disfrute, y testimonio, y liberación, y arquitectura, y embrujo.
"El ballet Candilejas surge de un grupo de amigas que comenzaron a bailar desde los cuatro años y que crecieron concertando estudios académicos y de danza. Una de ellas, Nuria, decidió abordar profesionalmente la vocación e imparte clases en su academia de El Coto; las restantes aprovechan el tiempo que sus actividades profesionales permiten para ensayar, montar coreografías y dirigir espectáculos -copio del programa.
Por su parte los miembros de Dancing Machine recrean y homenajean coreografías actuales ya tenidas por clásicas bajo la atenta dirección de Robert. S. Taboada. Ambos, Candilejas y Dancing Machine, han preparado un rico montaje coreográfico "que desea entretener y comunicar sensaciones a traves del movimiento". La señera academia de Marisa Fanjul, y la filosofía urbana y pandillera de "The Odin's sons" añadieron sabrosos platos al ya de por sí rico menú.
Evocamos a Gene Kelly, una adorable "neñina" aport ó las graciosas precocidades de Shirley Temple, los zombis de "Thriller" salieron de las tumbas, por momentos vivimos el Chicago de los años veinte, Andalucía puso gracia de castañuelas, tres odaliscas "ximielgaron" el vientre bajo velos que aumentaban las sensualidades...
Macamen, y sus compañeros de este inquieto punto de encuentro cultural, deben apuntarse otro acierto de tantos.
Al salir me sorprendía que "el amor es un pájaro rebelde que nadie puede domesticar" de la habanera de Carmen, y el "ronda la medianoche y algo ominoso acecha en la oscuridad" de Michael Jackson hubiesen combinado así de bien.