Regalo de mi 6º cumpleaños
Resulta que cada día, cuando mi padre me acompañaba al colegio, me detenía en una tienda de objetos de regalo (que ya no existe) para adorar un conejito rosa de peluche vestido con un mono blanco, todo molón él.
Creo que nunca lo pedí expresamente, pero me gustaba verlo desde el escaparate, aunque mi padre flipaba un poco con ese inocente entusiasmo. Pero un día, el peluche no estaba.
Me dijeron que en fin, alguien se lo habría llevado y yo asumí la pérdida. Sin embargo, el día de mi cumple, al abrir el envoltorio de uno de los regalos... ahí estaba.
Me hizo una ilusión increíble pensar que su ausencia en el escaparate se debía a que, sin saberlo, ya era mío. :ven:
Mi padre comentó que cómo no me lo iba a regalar, con lo pesada que era. No se por qué me sorprendió tanto. :lol:
Es una tontería en realidad, pero supongo que es una de esas pequeñas cosas que no se olvidan porque, en algún momento, para ti fueron algo grande. Cuando tienes 6 años ves el mundo de otra manera, sin duda.
Regalo de mi 8º cumpleaños
El día de mi cumple, en la misma fila en la puerta del cole, me vino directa una amiga. Llevaba una pecera adornada con un lazo y dos pececillos de estos naranjas dentro. ¡Y era para mí! No veas qué entusiasmo. Afortunadamente, mi padre todavía pululaba por allí y ya se esperó porque sabía que le iba a endosar la pecera para llevársela a casa.
No queráis saber el triste final de los peces.
Regalo a eso de los 9, pero no de cumpleaños.
Pues nada, esto me lo regaló un chaval que me gustaba
, estábamos siempre juntos en el recreo y eso. Se mudaba a otra ciudad, así que el día de fin de curso nos hicimos sendos regalos. Lo gracioso del tema es que ninguno de los dos había quedado en regalar nada al otro. Él me dio su regalo antes, en la fila de clase antes de entrar al aula (escogió un momento de gran impacto xD) instigado por otro compañero que ya sabía el tema. Era una cajita pequeña y dentro había un anillo de plata muy bonito; mi primer anillo, de hecho. No sé, el detalle quedó muy romántico y tal, yo le regalé un libro y ya está.
El marujeo que se desató entre aquellos estudiantes de 3º de EGB se puede imaginar...
Y ya está, esto sería el top 3 de regalos más impactantes que yo recuerde ahora mismo. Se nota que me aburro un poco, ¿no? Aquí narrando momentos estelares de mi infancia, jeje.
Bonito post.