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¿Qué pueden tener en común la llamada 'enfermedad del beso' y un tipo de cáncer denominado la enfermedad de Hodgkin? La respuesta está en un virus, Epstein-Barr, presente en ambas patologías. Sin embargo, los mismos científicos que advierten de esta relación, tratan de evitar el alarmismo.
Una investigación danesa publicada en la revista 'New England Journal of Medicine', asegura que los jóvenes que padecen mononucleosis, una dolencia conocida popularmente como 'del beso' por su transmisión mediante la saliva, tienen hasta el doble de riesgo de desarrollar este raro tipo de tumor. Y aunque hasta ahora ya se tenían sospechas de esta relación, se desconocía qué papel jugaba exactamente Epstein-Barr, un patógeno que se ha descubierto en un tercio de los tumores Hodgkin.
De hecho, la causa exacta de esta enfermedad no está del todo clara, aunque sí se sospecha que, fundamentalmente entre gente joven, su aparición es consecuencia de la exposición a este agente infeccioso. Después de comparar a más de 63.000 personas, estos científicos daneses y suecos descubrieron que las personas infectadas con mononucleosis tenían un porcentaje más alto de probabilidades de contraer la enfermedad de Hodgkin. Un riesgo que perduraba durante décadas.
A juicio de uno de los directores del trabajo, el doctor Richard Ambinder, de la Facultad de Medicina John's Hopkins (Estados Unidos), "esta demostración acaba con cualquier sombra de duda que pudiese existir sobre el papel del virus Epstein-Barr". Sin embargo, tampoco quiere caer en el excesivo alarmismo: "Esto no quiere decir que los padres o médicos deban preocuparse si su hijo adolescente contrae la enfermedad del beso", señala. Por el contrario, explica, cualquier avance en este campo sirve para conocer mejor estas patologías, "lo que aumenta las posibilidades de prevenirlas".
Sus cálculos apuntan que, aproximadamente, uno de cada 1.000 adultos jóvenes con mononucleosis contraerá la enfermedad de Hodgkin en el futuro. Tras analizar las muestras de los 29 tumores detectados en la muestra, se descubrió que 16 de ellos portaba el virus en cuestión. "Estos descubrimientos sugieren que hay otros factores, Epstein-Barr es sólo 'una causa', no 'la causa'", aclaran estos especialistas.
De hecho, muchas personas pueden contraer el virus a lo largo de su vida, aunque en muchas ocasiones, el microorganismo permanece dormido sin ocasionar mayor problema. La mononucleosis no es una enfermedad grave y la mayor parte de los pacientes se recupera sin problemas, cuando el enfermo es un niño, puede provocar fiebre leve, aunque los síntomas son más evidentes en la adolescencia y en la juventud (dolor de garganta, fatiga, fiebre etc.).
Una investigación danesa publicada en la revista 'New England Journal of Medicine', asegura que los jóvenes que padecen mononucleosis, una dolencia conocida popularmente como 'del beso' por su transmisión mediante la saliva, tienen hasta el doble de riesgo de desarrollar este raro tipo de tumor. Y aunque hasta ahora ya se tenían sospechas de esta relación, se desconocía qué papel jugaba exactamente Epstein-Barr, un patógeno que se ha descubierto en un tercio de los tumores Hodgkin.
De hecho, la causa exacta de esta enfermedad no está del todo clara, aunque sí se sospecha que, fundamentalmente entre gente joven, su aparición es consecuencia de la exposición a este agente infeccioso. Después de comparar a más de 63.000 personas, estos científicos daneses y suecos descubrieron que las personas infectadas con mononucleosis tenían un porcentaje más alto de probabilidades de contraer la enfermedad de Hodgkin. Un riesgo que perduraba durante décadas.
A juicio de uno de los directores del trabajo, el doctor Richard Ambinder, de la Facultad de Medicina John's Hopkins (Estados Unidos), "esta demostración acaba con cualquier sombra de duda que pudiese existir sobre el papel del virus Epstein-Barr". Sin embargo, tampoco quiere caer en el excesivo alarmismo: "Esto no quiere decir que los padres o médicos deban preocuparse si su hijo adolescente contrae la enfermedad del beso", señala. Por el contrario, explica, cualquier avance en este campo sirve para conocer mejor estas patologías, "lo que aumenta las posibilidades de prevenirlas".
Sus cálculos apuntan que, aproximadamente, uno de cada 1.000 adultos jóvenes con mononucleosis contraerá la enfermedad de Hodgkin en el futuro. Tras analizar las muestras de los 29 tumores detectados en la muestra, se descubrió que 16 de ellos portaba el virus en cuestión. "Estos descubrimientos sugieren que hay otros factores, Epstein-Barr es sólo 'una causa', no 'la causa'", aclaran estos especialistas.
De hecho, muchas personas pueden contraer el virus a lo largo de su vida, aunque en muchas ocasiones, el microorganismo permanece dormido sin ocasionar mayor problema. La mononucleosis no es una enfermedad grave y la mayor parte de los pacientes se recupera sin problemas, cuando el enfermo es un niño, puede provocar fiebre leve, aunque los síntomas son más evidentes en la adolescencia y en la juventud (dolor de garganta, fatiga, fiebre etc.).