El pianista Richard Clayderman fue abucheado en el Ateneo Rumano de Bucarest por un público enfadado que le reprochó que ofreciera un concierto con "playback".
“¡Vergüenza, playback!”, gritaba el público, mientras el pianista vivía momentos penosos.
Clayderman interpretaba en directo melodías de su último álbum junto con tres instrumentistas de la Filarmónica Rumana "George Enescu", acompañados con música difundida por unos amplificadores, que nunca se utilizan en una sala con las pretensiones del Ateneo Trata de justificarse
"No he podido traer a mi orquesta", se justificó Clayderman, según publica el diario "Evenimentul Zilei".
Muchos espectadores salieron descontentos de la sala y se quejaron del elevado precio de las entradas, el cual equivalía a 100 euros.
Anunciado por los organizadores como el "Concierto del año para Rumanía", la gira del pianista Richard Clayderman por Cluj, Bucarest, Timisoara y Iasi ha sido muy criticada por los rumanos.
El musicólogo Mircea Stefanescu declaró que, a causa de la música digital demasiado estrepitosa, "no quedó nada de la poesía, el soñar y el mito de las teclas mágicas del pianista".
http://www.elnuevodiario.com.ni/2007/02/24/variedades/42163
“¡Vergüenza, playback!”, gritaba el público, mientras el pianista vivía momentos penosos.
Clayderman interpretaba en directo melodías de su último álbum junto con tres instrumentistas de la Filarmónica Rumana "George Enescu", acompañados con música difundida por unos amplificadores, que nunca se utilizan en una sala con las pretensiones del Ateneo Trata de justificarse
"No he podido traer a mi orquesta", se justificó Clayderman, según publica el diario "Evenimentul Zilei".
Muchos espectadores salieron descontentos de la sala y se quejaron del elevado precio de las entradas, el cual equivalía a 100 euros.
Anunciado por los organizadores como el "Concierto del año para Rumanía", la gira del pianista Richard Clayderman por Cluj, Bucarest, Timisoara y Iasi ha sido muy criticada por los rumanos.
El musicólogo Mircea Stefanescu declaró que, a causa de la música digital demasiado estrepitosa, "no quedó nada de la poesía, el soñar y el mito de las teclas mágicas del pianista".
http://www.elnuevodiario.com.ni/2007/02/24/variedades/42163