mjj2021
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El árbol de mayo más alto de Alemania fue robado por desconocidos, lo que no tuvo que ser una tarea fácil ya que el árbol en cuestión pesaba 800 kilos, medía 20 metros y se encontraba sobre la cumbre más alta del país, la Zugspitze (2.962 m), anunció la sociedad teleférica local.
"El árbol simplemente desapareció. Es un verdadero misterio", indicó una portavoz, Judith Kunz. El árbol, como cada año, fue transportado hasta la cumbre de la montaña en helicóptero y fue vigilado por los colaboradores de la sociedad después.
El robo de árboles de mayo -que en general son pequeños arbustos decorados con ocasión del primero de mayo- es un deporte nacional en el sur de Alemania y especialmente en Baviera, donde se encuentra la Zugspitze. Los ladrones los depositan después en jardines donde buscan granjearse favores o entrar en contacto con el propietario para reclamarle un rescate, a menudo en alcohol.
El martes por la tarde, el árbol de la Zugspitze, hasta ahora disimulado bajo un cobertizo, se había beneficiado de una protección suplementaria: los empleados del teleférico habían escondido una zanja de 20 metros de largo bajo la nieve, explicó Kunz. Pero cuando los empleados volvieron el miércoles por la mañana, descubrieron la zanja abierta, y el árbol había desaparecido "sin dejar huellas", afirmó.
"No es la empresa" la que está en el origen del robo, aseguró, señalando que no hay ningún indicio sobre la manera en la que los ladrones pudieron llevar a cabo el robo.
El robo de árboles de mayo -que en general son pequeños arbustos decorados con ocasión del primero de mayo- es un deporte nacional en el sur de Alemania y especialmente en Baviera, donde se encuentra la Zugspitze. Los ladrones los depositan después en jardines donde buscan granjearse favores o entrar en contacto con el propietario para reclamarle un rescate, a menudo en alcohol.
El martes por la tarde, el árbol de la Zugspitze, hasta ahora disimulado bajo un cobertizo, se había beneficiado de una protección suplementaria: los empleados del teleférico habían escondido una zanja de 20 metros de largo bajo la nieve, explicó Kunz. Pero cuando los empleados volvieron el miércoles por la mañana, descubrieron la zanja abierta, y el árbol había desaparecido "sin dejar huellas", afirmó.
"No es la empresa" la que está en el origen del robo, aseguró, señalando que no hay ningún indicio sobre la manera en la que los ladrones pudieron llevar a cabo el robo.