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Romance de la Guardia Civil española

Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
En las esquinas, banderas.
La luna y la calabaza
con las guindas en conserva.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Ciudad de dolor y almizcle,
con las torres de canela.

Cuando llega la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche,
noche que noche nochera.
La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna soñaba

un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
En las esquinas, banderas.
Apaga tus verdes luces,
que viene la benemérita.
¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Dejadla lejos del mar,
sin peines para sus crenchas.

Avanzan de dos en fondo
a la ciudad de la fiesta.
Un rumor de siemprevivas
invade las cartucheras.
Avanzan de dos en fondo.
Doble nocturno de tela.
El cielo se les antoja
una vitrina de espuelas.

La ciudad, libre de miedo,
multiplicaba sus puertas.
Cuarenta guardias civiles
entran a saco por ellas.
Los relojes se pararon,
y el coñac de las botellas
se disfrazó de noviembre
para no infundir sospechas.

Un vuelo de gritos largos
se levantó en las veletas.
Los sables cortan las brisas
que los cascos atropellan.
Por las calles de penumbra
huyen las gitanas viejas
con los caballos dormidos
y las orzas de monedas.
Por las calles empinadas
suben las capas siniestras,
dejando detrás fugaces
remolinos de tijeras.

En el portal de Belén
los gitanos se congregan.
San José, lleno de heridas,
amortaja a una doncella.
Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La Virgen cura a los niños
con salivilla de estrella.
Pero la Guardia Civil
avanza sembrando hogueras,
donde joven y desnuda
la imaginación se quema.
Rosa la de los Camborios
gime sentada en su puerta,
con sus dos pechos cortados
puestos en una bandeja.

Y otras muchachas corrían
perseguidas por sus trenzas,
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
Cuando todos los tejados
eran surcos en la tierra,
el alba meció sus hombros
en largo perfil de piedra.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
La Guardia Civil se aleja
por un túnel de silencio
mientras las llamas te cercan.

¡Oh, ciudad de los gitanos!
¿Quién te vio y no te recuerda?
Que te busquen en mi frente.
Juego de luna y arena.

lorca.jpg


-Federico García Lorca. Poeta andalú, que como Rosa la de los Camborios y otras gitanas viejas y muchachas con trenzas, corría delante de la benemérita, por la carretera con el alma de charol venían. Arriba Federico, arriba Andalucía. Que os busquen en mi frente, luna y arena que nunca os olvidan.
 
Preciosa poesía.

Gracias Bizi, por esta poesía del gran Lorca, es todo un regalo para los ojos de kien lo lee. Una vez más me has sorprendido, pillo. Y qué puedo decir de Lorca... él si que entendía....

Un abrazo!!
 
Romance de la Pena Negra

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne
huele a caballo y a sombra.


Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, Por quien preguntas?
sin compana y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime, a ti que se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegria y mi persona.


Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca
al fin encuentra el mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar
que la pena negra brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
Soledad, que pena tienes!


Que pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limon
agrio de espera y de boca.
Que pena tan grande! Corro a
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
Que pena! Me estoy poniendo
de azabache carne y ropa.


Ay, mis camisas de hilo!
Ay, mis muslos de amapola!
Soledad, lava tu cuerpo
con agua de las alondras
y deja tu corazon
en paz, Soledad Montoya.


Por abajo canta el rio:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza
la nueva luz se corona.
Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.


Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!


Federico Garcia Lorca
 
Gracias JL. Igual esto os suena más...

La Bandera Blanca y Verde,
vuelve tras siglos de guerra
a decir paz y esperanza
bajo el sol de nuestra Tierra
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid Tierra y Libertad!
Sean por Andalucía Libre
los Pueblos y la Humanidad.

Los andaluces queremos
volver a ser los que fuimos,
hombres de luz que a los hombres
almas de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid Tierra y Libertad!
Sean por Andalucía Libre
los Pueblos y la Humanidad.

-Blas Infante
 
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