CONDENADO POR DOBLE ASESINATO
California ejecuta al primer reo bajo el mandato de Schwarzenegger
Un grupo de activistas contra la pena de muerte se manifiestan frente a la embajada de EEUU en Viena
ELMUNDO.ES | AGENCIAS
SAN FRANCISCO.- Donald Beardslee, considerado culpable del asesinato de dos mujeres, en 1981, se ha convertido en el primer ejecutado en los tres últimos años en California y el primero también bajo el mandato de Arnold Schwarzenegger, que le había negado el perdón.
"No creo que las pruebas presentadas justifiquen la clemencia en este caso", señaló Schwarzenegger el martes por la tarde. Según el gobernador, Beardslee no sabía "diferenciar entre el bien y el mal".
La ejecución por inyección letal de Beardslee, un veterano de la Fuerza Aérea de EEUU de 61 años, se llevó a cabo en la tristemente célebre prisión de San Quintín, al norte de San Francisco.
Schwarzenegger había negado hace un año el perdón a otro preso condenado por la muerte de cuatro personas en 1983. Un tribunal federal de California, sin embargo, decidió frenar en el último momento la ejecución.
Unas horas antes de morir, Beardslee dedicó a través de su abogado unas palabras de agradecimiento para las cerca de 300 personas que se manifestaron a las puertas de la prisión.
El preso rechazó tener un cena especial y prefirió el menú común de los presos ayer: macarrones, ensalada y pastel, según ha informado L.A. Times.
Sus abogados habían alegado que cuando disparó a Stacey Benjamin, de 19 años, y ahogó a Patty Geddling, de 23, el condenado padecía una enfermedad mental agravada por daños en el cerebro.
Beardslee, que estaba en aquel momento en libertad condicional por su posible participación en otro homicidio, se confesó culpable de ambos asesinatos y fue sentenciado a la pena de muerte en 1984.
Un tribunal de apelaciones decidió posteriormente frenar la ejecución de aquel reo, que alegó que su caso no había sido investigado adecuadamente.
El estado con más presos
California es el estado de EEUU con más presos -un total de 640- en el corredor de la muerte, pero raramente administra la pena.
Beardslee se convirtió así en el preso número once que se ejecuta en California desde que restauró el cumplimiento de la pena capital, en 1978.
La última aplicación de la pena de muerte en este estado se produjo el 29 de enero de 2002, cuando fue ejecutado Stephen Wayne Anderson por el asesinato de una mujer de 81 años en 1980.
Entretanto, un grupo de activistas contra la pena de muerte se manifestaron ante la Embajada de Estados Unidos en Viena para protestar por la decisión del gobernador de California con lemas como "Schwarzenegger Terminator de la vida real", "Pena de muerte-crimen de Estado" o "No a la pena de muerte".
"La muerte patrocinada por el Estado nunca puede ser la forma correcta de responder al crimen", afirmó el grupo de Viena de Amnistía Internacional en un mensaje en el que pide a los austríacos que escriban cartas de protesta a la oficina de Schwarzenegger.
FUENTE: El Mundo
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/01/19/sociedad/1106128274.html
California ejecuta al primer reo bajo el mandato de Schwarzenegger
Un grupo de activistas contra la pena de muerte se manifiestan frente a la embajada de EEUU en Viena
ELMUNDO.ES | AGENCIAS
![1106128274_0.jpg](http://ttd.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2005/01/19/1106128274_0.jpg)
SAN FRANCISCO.- Donald Beardslee, considerado culpable del asesinato de dos mujeres, en 1981, se ha convertido en el primer ejecutado en los tres últimos años en California y el primero también bajo el mandato de Arnold Schwarzenegger, que le había negado el perdón.
"No creo que las pruebas presentadas justifiquen la clemencia en este caso", señaló Schwarzenegger el martes por la tarde. Según el gobernador, Beardslee no sabía "diferenciar entre el bien y el mal".
La ejecución por inyección letal de Beardslee, un veterano de la Fuerza Aérea de EEUU de 61 años, se llevó a cabo en la tristemente célebre prisión de San Quintín, al norte de San Francisco.
Schwarzenegger había negado hace un año el perdón a otro preso condenado por la muerte de cuatro personas en 1983. Un tribunal federal de California, sin embargo, decidió frenar en el último momento la ejecución.
Unas horas antes de morir, Beardslee dedicó a través de su abogado unas palabras de agradecimiento para las cerca de 300 personas que se manifestaron a las puertas de la prisión.
El preso rechazó tener un cena especial y prefirió el menú común de los presos ayer: macarrones, ensalada y pastel, según ha informado L.A. Times.
Sus abogados habían alegado que cuando disparó a Stacey Benjamin, de 19 años, y ahogó a Patty Geddling, de 23, el condenado padecía una enfermedad mental agravada por daños en el cerebro.
Beardslee, que estaba en aquel momento en libertad condicional por su posible participación en otro homicidio, se confesó culpable de ambos asesinatos y fue sentenciado a la pena de muerte en 1984.
Un tribunal de apelaciones decidió posteriormente frenar la ejecución de aquel reo, que alegó que su caso no había sido investigado adecuadamente.
El estado con más presos
California es el estado de EEUU con más presos -un total de 640- en el corredor de la muerte, pero raramente administra la pena.
Beardslee se convirtió así en el preso número once que se ejecuta en California desde que restauró el cumplimiento de la pena capital, en 1978.
La última aplicación de la pena de muerte en este estado se produjo el 29 de enero de 2002, cuando fue ejecutado Stephen Wayne Anderson por el asesinato de una mujer de 81 años en 1980.
Entretanto, un grupo de activistas contra la pena de muerte se manifestaron ante la Embajada de Estados Unidos en Viena para protestar por la decisión del gobernador de California con lemas como "Schwarzenegger Terminator de la vida real", "Pena de muerte-crimen de Estado" o "No a la pena de muerte".
"La muerte patrocinada por el Estado nunca puede ser la forma correcta de responder al crimen", afirmó el grupo de Viena de Amnistía Internacional en un mensaje en el que pide a los austríacos que escriban cartas de protesta a la oficina de Schwarzenegger.
FUENTE: El Mundo
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/01/19/sociedad/1106128274.html