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TORONTO, Canadá (AFP) - Los futbolistas de la selección sub 20 de Chile, retenidos y luego liberados por un incidente posterior a la semifinal del Mundial de la categoría perdida el jueves con Argentina, han acusado a la policía canadiense de haberles agredido.
Según las versiones de los futbolistas, se armó una pelea entre policías y jugadores, tras un incidente de los agentes con Isaías Peralta, centrocampista de Unión Española, quien afirmó haber recibido descargas eléctricas que le hicieron perder el conocimiento.
"Yo no intervine, pero mis compañeros que estaban arriba del autobús, vieron que Arturo Vidal y Peralta estaban siendo golpeados abajo por la policía y se bajaron todos para ayudarlos. Y ahí comenzó una batalla entre las dos partes", explicó el defensa Nicolás Larrondo. Isaías Peralta, principal protagonista del incidente, explicó que todo comenzó en el momento en que la policía les echó cuando estaban firmando unos autógrafos a aficionados chilenos.
"Fuimos a dar autógrafos a la gente que estaba cerca del autobús y los policías empezaron a echarnos. Así empezó toda la trifulca. Hubo unos golpes de la policía hacia nosotros y reaccionamos", señaló. "Ahí empezaron unos manotazos y llegó más policía, que me lanzaron corrientes eléctricas con una especie de pistola. Me desmayé y cuando recuperé el conocimiento vi que diez policías me estaban pegando y tirándome ácido en la cara", añadió el principal implicado en el incidente.
El centrocampista mostró dos heridas en el costado derecho y aseguró que procedían de las descargas eléctricas de la que dijo haber sido víctima.
Según el defensa Nicolás Larrondo, a los que participaron en el incidente los metieron esposados en una habitación diferente dentro del estadio.
"Unos ocho ó diez estaban esposados y fueron retenidos en el camerín de Argentina. Los que no habíamos participado, estábamos en nuestro camerín pero con custodia policial en la puerta", concluyó. El médico de la selección chilena, Luis Salazar, que atendió a sus jugadores tras el incidente con la policía, denunció contusiones de sus chicos.
"No hay justificación para la fuerza empleada por la policía. Hay jugadores con contusiones como Gary Medel e Isaías Peralta. Voy a llamar a un colega canadiense para que haga un registro de las lesiones, para la eventuales medidas que puedan tomarse a nivel judicial", señaló Luis Salazar.
Según Salazar, el centrocampista Gary Medel, expulsado en el minuto 15 de partido, fue el que se llevó la peor parte. "Tiene huellas visibles como un hematoma a nivel abdominal. Fue muy golpeado también en las extremidades y probablemente esos hematomas aparezcan mañana. Fue el más golpeado", explicó.
El cónsul chileno en Toronto, Ricardo Plaza, afirmó que los agentes "hicieron uso excesivo de la fuerza". "Mi principal preocupación es el estado de algunos jugadores que fueron maltratados. La policía se excedió en su cometido, usando excesivamente la fuerza. Hubo gases lacrimógenos, picanas eléctricas. La policía no se estaba enfrentando a un ejército o a una banda de delincuentes", señaló Plaza.
El cónsul aseguró que los jugadores fueron liberados sin cargos, tras haber sido retenidos unas horas dentro del estadio. Tres horas después de terminar el partido, el autobús del seleccionado chileno fue remolcado por una grúa, con el cristal delantero dañado, mientras que los jugadores chilenos dejaron el estadio poco más tarde.