Crissty
0
Respirar el silencio, tocar la perfecta luz, escuchar el infinito. Alguna vez han observado el cielo estrellado y han sentido como si uno de sus astros los... llamara? casi como si les hablara? como si necesitara conectarse al menos por unos breves destellos de tiempo a nuestro idioma y... tener las "respuestas" que siempre hemos buscado?.
Yo sí, lo he sentido, pocas veces... incluso esta misma noche he sentido un suspiro de su intento de contacto con mi esencia de ser humano, una de los tantos millones que habitan en el hemisferio sur pero que... sé en mi interior, soy única para el universo, desde que nací que tengo un camino, he sido amada, así como todos lo somos.
Y sí que han habido momentos obscuros en mi camino... pero he aprendido a descubrir la luz en pleno centro de la obscuridad, allí está, allí aparece, se hace visible en el momento preciso... sin duda es más fácil escribirlo que vivirlo, pero... tenemos la certeza de que siempre habrá luz en nuestros caminos.
No sólo se trata de soñar ni de imaginar, también se trata de ver la realidad de los sueños, suena extraño verdad?... sí. Pero también hay variables realidades de cosas llamadas... buenas positivas o atisbos de luz, que pueden haber sido reales siempre, saben dónde? en nuestros propios sueños, si es que están conectados con el espíritu, así como la energía pasiva y burbujeante que se siente tan sólo... al mirar el cielo estrellado una noche cualquiera.
A veces puede pasar que al observar un paisaje en vez de atisbos e plenitud, sintamos cierta soledad que nos puede inquietar y de ahí en adelante eludimos el contemplar dichas imágenes... pero ésa sensación es temporal, luego al avanzar en nuestro camino llamado vida tenemos la posibilidad de conectarnos con lo que "nos llama", como un atardecer, amanecer o una noche plena de astros... y sentiremos atisbos de plenitud, quizá porque de un modo u otro... ellos saben de nosotros?. Quizá nos conocen al menos en lo profundo? hasta incluso resulten ser las ventanitas por donde Dios nos observa y comparte parte de su energía amorosa.
Y habiendo pasado cientos de millones de años, yo un ser humano que está viviendo en esta dimensión terrenal en el siglo XXI, al mirar el cielo si bien ya no me pregunto cuántos planetas hay, ni si la Tierra es redonda o cuadrada; sí siento una profunda conexión entre el cielo y yo, entre lo que está afuera y yo, entre aquellas millones de estrellas que existen ahora y yo, entre ésa actividad tan calma y vertiginosa a la vez que hay allí afuera de nuestra Tierra y yo.
Me ha hecho sentir plenitud, atisbos de compañía e incluso seguridad... creo que algo saben de mí, que algo nos úne desde el principio de los tiempos, mucho más que lo que digan las ciencias esotéricas, hay un "algo" más y es algo bueno.
Se dice que en cada átomo de lo viviente y aparentemente no viviente que existe aquí, hay una "réplica" del cosmos... tal vez de un modo muy especial, allí estén parte de las respuestas que siempre hemos buscado... tal vez.
Y las luces se repiten aquí en la Tierra, porque vienen desde lo profundo...
A las personas que me han iluminado en diversas intensidades en este lugar les deseo, que este día y los que siguen, sean mañanas soleadas, con brisa fresca, dejando en ustedes la huella de la esperanza y el amor.
El que dá amor lo recibe en algún momento o forma. Siempre vuelve. Como el rosal florece, caen sus flores, pero nacen otras con más fuerza.
Así somos los que sentimos algo verdadero. Las palabras son silencios. Cuando hay algo más profundo y verdadero, sólo se siente. Aunque la obscuridad nos intente atropellar una y mil veces. Si tenemos dentro algo puro y transparente como: amistad, cariño y amor; todo se ilumina. Como un faro de luz.
Que mi humilde sentimiento llegue al que ha dejado vivir dentro suyo, a ése faro de colores todos mezclados. Y que ése calor lo transforme en fuego, el que siempre está prendido y nunca se agota, salvo que voluntariamente lo dejemos desaparecer o que así parezca... el del AMOR!!