Nigresco
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Hola a todos!
Este mensaje lo dio una compañera de trabajo y lo encontre muy interesante... Es de Alfonso Ussia (escritor del ABC)
Supongo que el articulo se ha publicado. No estoy seguro. Mi compañera lo saco de Intranet.
Me gustaria saber que opinais.
Con ellos
ESTOY con ellos porque así me siento conmigo mismo. Cuando tenia veinte años aprendi de ellos, tan atacados, tan despreciados por la estupidez demagógica, tan desasisitidos por la comprensión y la gratitud, unos principios tan sencillos como profundos. La lealtad por encima de todo. Estoy con ellos porque me considero de ellos sin tener la osadía de creerme que soy como ellos. Ingresé a regañadientes en su ámbito, en aquellos tiempos por obligación, y despues de vivir entre ellos durante catorce meses, me despedi de ellos con emocion y orgullo. Fui lo menos entre ellos, recluta, y a los tres meses, soldado, y jamas me topé con un abuso, ni con una injusticia, ni una arbitrariedad. Ellos son diferentes, y no presumen de nada, y carecen de los apoyos mediáticos que gozan las Organizaciones No Gubernamentales, y reciben unas remuneraciones que los de Sintel considerarían justificables para una huelga, y tienen mujeres e hijos que estan con ellos porque son como ellos, y saben que nunca podrán disfrutar del lujo y el desahogo, ni aún desde el más alto rango de su profesión, de su vocación, mejor escrito. Ellos han sido calificados de fascistas, de retrógrados, de intolerantes. Y ellos son lo contrario. Ellos son como usted y como yo, con la gran diferencia de que usted y yo jamas soportaríamos el sentido de la integridad de ellos. Ellos se han dedicado, sin pedir nada a cambio, a ayudar. Han estado en nuestra América hermana, en África, en la Europa devastada y patética de los Balcanes sangrientos, en Irak, en Afganistán, en donde se necesitaba su presencia conciliadora. Ellos han adoptado niños sin futuro de una sola mañana. Ellos han arriesgado su vida, por la tierra, por la mar, por el aire, por decenas de miles de seres humanos indefensos. Ellos han muerto por los demás. Ellos han cosechado de la primera piel de la tierra miles de minas asesinas jugándose su vida y la de sus familias. Ellos han rescatado en la mar a los sufrientes sin futuro. Ellos han llevado por el aire a las victimas de la brutalidad. Todo por todo, y a cambio de casi nada. Ellos estan para que estemos, y también para cumplir con sus mandatos constitucionales. Lo que gana una puta del corazón en una comparecencia televisiva por contar sus presumibles historias de cama, lo que gana un chulo cubano por aparecer en un programa detestable, lo que gana un “gay” por el solo hecho de serlo en una hora de emisión, es recompensa imposible para el mejor pagado de ellos despues de treinta años de servicio. Lo que yo percibo en un mes por escribir en ABC no lo consigue un teniente general ni un almirante ni por aproximación. Porque ellos son diferentes. Me refiero a los militares. Ellos son los militares. Los jodidos, los cabrones, los cavernicolas militares. Han muerto sesenta y dos militares que volvían a España después de hacer el bien, y parece que su muerte en accidente de aviación es una consecuencia normal. Por Sadam Husein todo, por sesenta y dos españoles, nada. Eran militares, eran profesionales, ellos se lo buscaron. Pues no. Ellos eran unos privilegiados de la emoción. Han muerto por todos nosotros, que no tenemos necesidades. Han muerto cumpliendo esa cosa tan rara que se llama el deber. Han muerto porque ellos eligieron su riesgo. De haber sido actores o cantautores o progres con VISA de oro –gracias de nuevo, Antonio Burgos-, Llamazares se sentiria herido y consternado. Pero no importan estos muertos, porque son militares, son “ellos”. A ellos me remito. A ellos les dedico mis palabras y mi pensamiento. Ellos han llenado las tumbas precipitadas por el terrorismo. Sus familiares no protestan porque son como ellos. De teniente generales a soldados, de almirantes a marineros y guardia civiles, ellos han cumplido con su mandato voluntario. Servir y morir cumpliendo con el deber que nadie les impuso. Ellos son unos héroes. Y hemos perdido a sesenta y dos héroes de golpe. Estoy con ellos.
Alfonso Ussia”
Este mensaje lo dio una compañera de trabajo y lo encontre muy interesante... Es de Alfonso Ussia (escritor del ABC)
Supongo que el articulo se ha publicado. No estoy seguro. Mi compañera lo saco de Intranet.
Me gustaria saber que opinais.
Con ellos
ESTOY con ellos porque así me siento conmigo mismo. Cuando tenia veinte años aprendi de ellos, tan atacados, tan despreciados por la estupidez demagógica, tan desasisitidos por la comprensión y la gratitud, unos principios tan sencillos como profundos. La lealtad por encima de todo. Estoy con ellos porque me considero de ellos sin tener la osadía de creerme que soy como ellos. Ingresé a regañadientes en su ámbito, en aquellos tiempos por obligación, y despues de vivir entre ellos durante catorce meses, me despedi de ellos con emocion y orgullo. Fui lo menos entre ellos, recluta, y a los tres meses, soldado, y jamas me topé con un abuso, ni con una injusticia, ni una arbitrariedad. Ellos son diferentes, y no presumen de nada, y carecen de los apoyos mediáticos que gozan las Organizaciones No Gubernamentales, y reciben unas remuneraciones que los de Sintel considerarían justificables para una huelga, y tienen mujeres e hijos que estan con ellos porque son como ellos, y saben que nunca podrán disfrutar del lujo y el desahogo, ni aún desde el más alto rango de su profesión, de su vocación, mejor escrito. Ellos han sido calificados de fascistas, de retrógrados, de intolerantes. Y ellos son lo contrario. Ellos son como usted y como yo, con la gran diferencia de que usted y yo jamas soportaríamos el sentido de la integridad de ellos. Ellos se han dedicado, sin pedir nada a cambio, a ayudar. Han estado en nuestra América hermana, en África, en la Europa devastada y patética de los Balcanes sangrientos, en Irak, en Afganistán, en donde se necesitaba su presencia conciliadora. Ellos han adoptado niños sin futuro de una sola mañana. Ellos han arriesgado su vida, por la tierra, por la mar, por el aire, por decenas de miles de seres humanos indefensos. Ellos han muerto por los demás. Ellos han cosechado de la primera piel de la tierra miles de minas asesinas jugándose su vida y la de sus familias. Ellos han rescatado en la mar a los sufrientes sin futuro. Ellos han llevado por el aire a las victimas de la brutalidad. Todo por todo, y a cambio de casi nada. Ellos estan para que estemos, y también para cumplir con sus mandatos constitucionales. Lo que gana una puta del corazón en una comparecencia televisiva por contar sus presumibles historias de cama, lo que gana un chulo cubano por aparecer en un programa detestable, lo que gana un “gay” por el solo hecho de serlo en una hora de emisión, es recompensa imposible para el mejor pagado de ellos despues de treinta años de servicio. Lo que yo percibo en un mes por escribir en ABC no lo consigue un teniente general ni un almirante ni por aproximación. Porque ellos son diferentes. Me refiero a los militares. Ellos son los militares. Los jodidos, los cabrones, los cavernicolas militares. Han muerto sesenta y dos militares que volvían a España después de hacer el bien, y parece que su muerte en accidente de aviación es una consecuencia normal. Por Sadam Husein todo, por sesenta y dos españoles, nada. Eran militares, eran profesionales, ellos se lo buscaron. Pues no. Ellos eran unos privilegiados de la emoción. Han muerto por todos nosotros, que no tenemos necesidades. Han muerto cumpliendo esa cosa tan rara que se llama el deber. Han muerto porque ellos eligieron su riesgo. De haber sido actores o cantautores o progres con VISA de oro –gracias de nuevo, Antonio Burgos-, Llamazares se sentiria herido y consternado. Pero no importan estos muertos, porque son militares, son “ellos”. A ellos me remito. A ellos les dedico mis palabras y mi pensamiento. Ellos han llenado las tumbas precipitadas por el terrorismo. Sus familiares no protestan porque son como ellos. De teniente generales a soldados, de almirantes a marineros y guardia civiles, ellos han cumplido con su mandato voluntario. Servir y morir cumpliendo con el deber que nadie les impuso. Ellos son unos héroes. Y hemos perdido a sesenta y dos héroes de golpe. Estoy con ellos.
Alfonso Ussia”