Olvídese de cambiar de operador por la subida de tarifas: podría ser penalizado
¿Le han dicho que, si no le gusta la subida de tarifas de móvil que entrará en vigor el 1 de marzo, puede cambiarse de compañía? Si pertenece usted a la inmensa mayoría a quien la operadora ha regalado o pagado parte del terminal, podrá cambiarse pero prepare la cartera porque tendrá que pagar.
Esa es la fórmula que van a utilizar las compañías para evitar que las subidas medias de entre el 14 por ciento y el 16 por ciento que preparan no supongan una fuga de clientes, según ha podido confirmar elEconomista por fuentes del sector. Y es que se espera que los nuevos operadores como Yoigo (antigua Xfera) intenten sacar tajada de la subida (de la que ya habla sorprendido hasta el ministro Pedro Solbes y se piden explicaciones a Elena Salgado) congelando sus precios.
19 millones de móviles ¿gratis?
El año pasado se vendieron en España unos 20,5 millones de teléfonos móviles, de los que se estima que nueve de cada diez (unos 19 millones) se vendieron a un operador.
Es decir, en España los móviles no se venden libres en las tiendas. Movistar, Vodafone y Orange copan la práctica totalidad de las ventas de los fabricantes para ofrecer un móvil al cliente o potencial cliente gratis o a un precio inferior al que habría pagado en el mercado.
Todo con tal de fidelizar a un usuario o robárselo a otra operadora. A más consumo medio, mejor terminal le ofrecen. Si el cliente procede de otra operadora y pide conservar el número, mejor terminal le ofrecen.
¿Qué exigen a cambio? Un plazo de permanencia, es decir, un mínimo de llamadas garantizadas, es decir, unos jugosos ingresos que permitan hacer rentable ese coste adicional. El precio medio de un terminal fue en 2006 de 100 euros, que sumándole el precio de la distribución y el IVA se pondría en 150 euros. Pero el cliente no pagó de media más que 120 euros, lo que arrojaría un coste para las tres operadoras de unos 570 millones sólo en dispositivos.
¿Y si el cliente se quiere ir?
Normalmente no puede, porque ya le obliga su contrato de consumo telefónico a una permanencia de 18 meses. Pero llega el gobierno y obliga a las compañías a acabar con el redondeo (cobro del primer minuto completo y por franjas de treinta segundos) y éstas deciden subir las tarifas por segundo para no perder dinero.
La decisión equivale a un cambio unilateral de las condiciones del contrato con el cliente.
¿Qué dice la Ley? El artículo 107 del Real Decreto 424/2005 de 15 de abril, por el que se aprobó el Reglamento sobre las condiciones para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas, dice que "cualquier propuesta de modificación de las condiciones contractuales [...] deberá ser comunicada al abonado con una antelación mínima de un mes, en la que se informará, al mismo tiempo, del derecho del abonado a resolver anticipadamente el contrato sin penalización alguna en caso de no aceptación de las nuevas condiciones".
En el comunicado enviado por Movistar para anunciar la subida de tarifas se dice que "se reconoce al cliente, en supuestos de modificación de las condiciones del contrato, el derecho a resolver el contrato de abono sin penalización por este concepto". Pero ese concepto del que se habla es el contrato de abono, no el móvil subvencionado.
Una filosofía similar es la que quieren aplicar las otras compañías de móvil tradicionales, explican las citadas fuentes. Y todas ellas se guardan muy mucho de hablar de penalización y tachan de "compensación económica" la exigencia de un pago por el terminal gratis o subvencionado en parte.
Competencia investigará
Orange (antes Amena) ha hecho pública también su subida de tarifas, que según estimaciones del sector implica un alza media del 14 por ciento en el precio por minuto. Lo curioso es que Orange ya cobraba por segundos a partir del primer minuto y, sin embargo, no ha dejado pasar la oportunidad de efectuar una considerable subida con la excusa del redondeo.
La filial de France Télécom va a subir también el 25 por ciento el coste del establecimiento de llamada, que pasará de 0,12 euros a 0,15 euros, la misma subida que ya anunció Movistar.
Las asociaciones de consumidores se van a agarrar a esta subida paralela para denunciar ante el Servicio de Defensa de la Competencia (dependiente de Economía) a las compañías (y a Vodafone, si hoy coincide en las cifras al anunciar sus cambios) por posible pacto de tarifas. El servicio tendrá de plazo máximo un año para decidir si pasa el asunto al Tribunal de Defensa de la Competencia y si pide medidas cautelares. El Tribunal dispondrá de otro año máximo.
¿Le han dicho que, si no le gusta la subida de tarifas de móvil que entrará en vigor el 1 de marzo, puede cambiarse de compañía? Si pertenece usted a la inmensa mayoría a quien la operadora ha regalado o pagado parte del terminal, podrá cambiarse pero prepare la cartera porque tendrá que pagar.
Esa es la fórmula que van a utilizar las compañías para evitar que las subidas medias de entre el 14 por ciento y el 16 por ciento que preparan no supongan una fuga de clientes, según ha podido confirmar elEconomista por fuentes del sector. Y es que se espera que los nuevos operadores como Yoigo (antigua Xfera) intenten sacar tajada de la subida (de la que ya habla sorprendido hasta el ministro Pedro Solbes y se piden explicaciones a Elena Salgado) congelando sus precios.
19 millones de móviles ¿gratis?
El año pasado se vendieron en España unos 20,5 millones de teléfonos móviles, de los que se estima que nueve de cada diez (unos 19 millones) se vendieron a un operador.
Es decir, en España los móviles no se venden libres en las tiendas. Movistar, Vodafone y Orange copan la práctica totalidad de las ventas de los fabricantes para ofrecer un móvil al cliente o potencial cliente gratis o a un precio inferior al que habría pagado en el mercado.
Todo con tal de fidelizar a un usuario o robárselo a otra operadora. A más consumo medio, mejor terminal le ofrecen. Si el cliente procede de otra operadora y pide conservar el número, mejor terminal le ofrecen.
¿Qué exigen a cambio? Un plazo de permanencia, es decir, un mínimo de llamadas garantizadas, es decir, unos jugosos ingresos que permitan hacer rentable ese coste adicional. El precio medio de un terminal fue en 2006 de 100 euros, que sumándole el precio de la distribución y el IVA se pondría en 150 euros. Pero el cliente no pagó de media más que 120 euros, lo que arrojaría un coste para las tres operadoras de unos 570 millones sólo en dispositivos.
¿Y si el cliente se quiere ir?
Normalmente no puede, porque ya le obliga su contrato de consumo telefónico a una permanencia de 18 meses. Pero llega el gobierno y obliga a las compañías a acabar con el redondeo (cobro del primer minuto completo y por franjas de treinta segundos) y éstas deciden subir las tarifas por segundo para no perder dinero.
La decisión equivale a un cambio unilateral de las condiciones del contrato con el cliente.
¿Qué dice la Ley? El artículo 107 del Real Decreto 424/2005 de 15 de abril, por el que se aprobó el Reglamento sobre las condiciones para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas, dice que "cualquier propuesta de modificación de las condiciones contractuales [...] deberá ser comunicada al abonado con una antelación mínima de un mes, en la que se informará, al mismo tiempo, del derecho del abonado a resolver anticipadamente el contrato sin penalización alguna en caso de no aceptación de las nuevas condiciones".
En el comunicado enviado por Movistar para anunciar la subida de tarifas se dice que "se reconoce al cliente, en supuestos de modificación de las condiciones del contrato, el derecho a resolver el contrato de abono sin penalización por este concepto". Pero ese concepto del que se habla es el contrato de abono, no el móvil subvencionado.
Una filosofía similar es la que quieren aplicar las otras compañías de móvil tradicionales, explican las citadas fuentes. Y todas ellas se guardan muy mucho de hablar de penalización y tachan de "compensación económica" la exigencia de un pago por el terminal gratis o subvencionado en parte.
Competencia investigará
Orange (antes Amena) ha hecho pública también su subida de tarifas, que según estimaciones del sector implica un alza media del 14 por ciento en el precio por minuto. Lo curioso es que Orange ya cobraba por segundos a partir del primer minuto y, sin embargo, no ha dejado pasar la oportunidad de efectuar una considerable subida con la excusa del redondeo.
La filial de France Télécom va a subir también el 25 por ciento el coste del establecimiento de llamada, que pasará de 0,12 euros a 0,15 euros, la misma subida que ya anunció Movistar.
Las asociaciones de consumidores se van a agarrar a esta subida paralela para denunciar ante el Servicio de Defensa de la Competencia (dependiente de Economía) a las compañías (y a Vodafone, si hoy coincide en las cifras al anunciar sus cambios) por posible pacto de tarifas. El servicio tendrá de plazo máximo un año para decidir si pasa el asunto al Tribunal de Defensa de la Competencia y si pide medidas cautelares. El Tribunal dispondrá de otro año máximo.