Sinuhé
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Entre 1981 y 1983, Sunderlal Bahuguna, un filósofo y ecologista indio de larga barba blanca y aspecto de «sadu» (santón), recorrió a pie 5.000 kilómetros en el Himalaya para alertar sobre el devastador efecto medioambiental que estaba teniendo la masiva tala de árboles en su país, y la destrucción de esta cordillera donde se alza el pico más alto del mundo, el Everest.
Su sacrificado ejemplo sirvió para difundir el movimiento Chipko, que desde entonces ha movilizado a millones de personas en defensa de la naturaleza, y en 1987 fue galardonado con el premio Right Livelihood, también conocido como el «Nobel alternativo». Para ello, y como indica su propio nombre en hindi, los ecologistas se abrazaban a los árboles intentando de esta manera que no fueran cortados.
Siguiendo las enseñanzas de la «resistencia pacífica» y la «no violencia» impartidas por Gandhi, esta simbólica protesta comenzó espontáneamente en 1973 y, durante los años posteriores, se extendió por los estados de Uttar Pradesh, Uttarakhand e Himachal Pradesh, al norte de la India; Karnataka, al sur; Rajastán, al oeste; y Bihar, al este. Gracias a estas movilizaciones populares, la primera ministra en aquella época, Indira Gandhi, prohibió durante 15 años la tala de los árboles del Himalaya en Uttar Pradesh y otras regiones se sumaron a dicha moratoria, aunque en 2004 la levantaron con fines comerciales.
Por ese motivo, tanto Sunderlal Bahuguna como otros miembros del movimiento Chipko han continuado luchando durante las dos últimas décadas, como demuestran las huelgas de hambre que el veterano activista, de 81 años, protagonizó en los 90 para oponerse a la construcción en su aldea natal de la presa de Tehri.
«Este embalse va a ser desastroso para el país, ya que los Himalayas son frágiles y la presa provocará corrimientos de tierra que pueden romperla e inundar ciudades enteras. Además, no se podrá llenar el embalse porque, si no se pone remedio, los glaciares del Himalaya se derretirán en cien años debido a la tala masiva de árboles, ya que no pueden atrapar el aire caliente de las mesetas y éste va directamente a las montañas», explicó Bahuguna días después de ser evacuado de su cabaña en 2004.
A pesar de que sucesivos Gobiernos suspendieron este proyecto hidráulico para escuchar sus peticiones y detener sus huelgas de hambre, la presa de Tehri se construyó finalmente en el río Bhagirathi, el principal tributario del Ganges. Desde entonces, el caudal del Bhagirathi ha descendido dramáticamente, espoleando las quejas de los campesinos locales y dándole la razón a Sunderlal Bahuguna.
En el siglo XXI, Bahuguna ha seguido alertando sobre la escasez de agua y protegiendo los bosques. Entre sus últimas propuestas destaca la reforestación del Himalaya con árboles que, a su vez, sirvan para alimentar y mejorar la situación de los campesinos gracias a sus frutos, madera o resina. Para ello, cada familia debería encargarse de unos 2.000 árboles y disponer de unas subvenciones, lo que suena bastante utópico en un país en vías de desarrollo como la India.
«Aquéllos que nadan contra la corriente sólo pueden conseguir cuatro cosas: ridículo, rechazo, aislamiento e insultos, pero la verdad finalmente prevalecerá»
- Sunderlal Bahuguna -
texto extraído de ABC.es
Su sacrificado ejemplo sirvió para difundir el movimiento Chipko, que desde entonces ha movilizado a millones de personas en defensa de la naturaleza, y en 1987 fue galardonado con el premio Right Livelihood, también conocido como el «Nobel alternativo». Para ello, y como indica su propio nombre en hindi, los ecologistas se abrazaban a los árboles intentando de esta manera que no fueran cortados.
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Siguiendo las enseñanzas de la «resistencia pacífica» y la «no violencia» impartidas por Gandhi, esta simbólica protesta comenzó espontáneamente en 1973 y, durante los años posteriores, se extendió por los estados de Uttar Pradesh, Uttarakhand e Himachal Pradesh, al norte de la India; Karnataka, al sur; Rajastán, al oeste; y Bihar, al este. Gracias a estas movilizaciones populares, la primera ministra en aquella época, Indira Gandhi, prohibió durante 15 años la tala de los árboles del Himalaya en Uttar Pradesh y otras regiones se sumaron a dicha moratoria, aunque en 2004 la levantaron con fines comerciales.
Por ese motivo, tanto Sunderlal Bahuguna como otros miembros del movimiento Chipko han continuado luchando durante las dos últimas décadas, como demuestran las huelgas de hambre que el veterano activista, de 81 años, protagonizó en los 90 para oponerse a la construcción en su aldea natal de la presa de Tehri.
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«Este embalse va a ser desastroso para el país, ya que los Himalayas son frágiles y la presa provocará corrimientos de tierra que pueden romperla e inundar ciudades enteras. Además, no se podrá llenar el embalse porque, si no se pone remedio, los glaciares del Himalaya se derretirán en cien años debido a la tala masiva de árboles, ya que no pueden atrapar el aire caliente de las mesetas y éste va directamente a las montañas», explicó Bahuguna días después de ser evacuado de su cabaña en 2004.
A pesar de que sucesivos Gobiernos suspendieron este proyecto hidráulico para escuchar sus peticiones y detener sus huelgas de hambre, la presa de Tehri se construyó finalmente en el río Bhagirathi, el principal tributario del Ganges. Desde entonces, el caudal del Bhagirathi ha descendido dramáticamente, espoleando las quejas de los campesinos locales y dándole la razón a Sunderlal Bahuguna.
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En el siglo XXI, Bahuguna ha seguido alertando sobre la escasez de agua y protegiendo los bosques. Entre sus últimas propuestas destaca la reforestación del Himalaya con árboles que, a su vez, sirvan para alimentar y mejorar la situación de los campesinos gracias a sus frutos, madera o resina. Para ello, cada familia debería encargarse de unos 2.000 árboles y disponer de unas subvenciones, lo que suena bastante utópico en un país en vías de desarrollo como la India.
«Aquéllos que nadan contra la corriente sólo pueden conseguir cuatro cosas: ridículo, rechazo, aislamiento e insultos, pero la verdad finalmente prevalecerá»
- Sunderlal Bahuguna -
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texto extraído de ABC.es