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Un muchacho como yo... DIARIO CLARÍN

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DIARIO CLARÍN

Domingo 28 de octubre de 2001

ARTISTAS Y COMPAÑIA: MICHAEL JACKSON

Un muchacho como yo

Hacía 6 años que no grababa. En exclusiva, Clarín cuenta cómo es Invencible, el disco en el que Jackson elude los misterios de su vida privada.

Por FERNANDO GARCIA



El operativo retorno

Después de un juicio por abuso infantil, un matrimonio fallido con la hija de Elvis Presley, dos largos años de idas y vueltas en estudios de grabación a lo largo de Estados Unidos y un concierto de autohomenaje en el Madison Square Garden, Michael Jackson será noticia esta semana por sacar a la calle su primer disco con material original en casi siete años. Invincible (Invencible) —que Clarín escuchó en exclusiva— estará en las disquerías del mundo el martes como una nueva posibilidad de chequear si queda en Jackson todavía algo de aquel relámpago fulminante de soul que tomó el mundo por asalto a mediados de los ochenta. Algo que por fin le haga sombra a su larga operación plástica (cirugía infinita podría bautizarse a la luz de los acontecimientos) que desde hace diez años lo tiene encorsetado en una suerte de vida de quirófano.

Empecinado en llevar el ostracismo que rodea su mito a la altura de un Howard Hughes (el billonario que había perdido contacto con el mundo), Jackson se ha dibujado una vida a mitad de camino entre la infancia eterna de un Peter Pan y la megalomanía de Citizen Kane (El Ciudadano). Es el auténtico chico de la burbuja, que duda cabe, que solo atiende las visitas de sus tíos más queridos y famosos: Marlon Brando (que aparece en su nuevo video You Rock my World), Elizabeth Taylor y Liza Minnelli.

Treinta millones de dólares se rumorea que le ha costado a Jacko este Invincible que contiene 16 canciones y está templado por un sostenido cuerpo de baladas (más de la mitad del disco) en las que Michael Jackson habla de amor con una naturalidad que resulta tan alienada como sus cada vez más arriesgadas escaramuzas estéticas. Es difícil, a la luz del contorno que ha ido tomando, imaginar que estribillos como "no dejes que amanezca, nena/quiero hacerte el amor toda la noche" revelen ciertamente algo de su intimidad. ¿Es que hay alguien, finalmente, capaz de tocarlo tanto?

Para eso resulta más atinado detenerse en canciones como Privacy , donde arremete contra paparazzis, tabloides y la prensa en general. Es aquí donde la carrera del rey del pop se toca con la de los príncipes. La misma vena corre hoy por hits testimonialesdel teen pop como Celebrity (N''Sync) y I''m not a Girl, not yet a Woman (No soy una nena, tampoco una mujer) de Britney Spears.

No parece tan casual que Jackson este regresando —le tocó una guerra, okey, pero tal como están en las cosas en los Estados Unidos puede que hasta le sirva para recomponer su vapuleada imagen pública— en un año lleno de connotaciones futuristas y cuando la corriente principal (mainstream) del pop es casi un homenaje a su obra. N''Sync, Britney Spears, los Backstreet Boys y las magníficas Destiny''s Child han edificado su éxito con el rey Jacko en mente. Es curioso: hace diez años, el grupo Nirvana transformó a Jackson en un artefacto estéril de los ochenta y hoy la venganza está en su apogeo. Guste o no, el pop que desciende de Jackson es decididamente mejor que lo que queda del rock alternativo inspirado por Kurt Cobain (que en paz descanse).

Por lo tanto, Invincible es un disco focalizado en la producción a niveles de detalle quirúrgicos. Absorbe todas las aventuras de estudio de los últimos años pero sólo para mantener el statu quo al que el rey del pop dio forma. En ese sentido, Jackson no es Madonna y eso también lo ha separado sustancialmente de las nuevas generaciones. En ese contexto, Jackson se muestra impecable como cantante, ofrece alguna que otra ráfaga de su electricidad original (la apertura Unbreakable, Irrompible, sobre todo) pero no llega al contagio epidérmico de hits de otrora como Billy Jean o Beat It.

Invincible tiene una aparición pos mortem del rapper B.I.G (que murió asesinado en un episodio mafioso) y otra de Carlos Santana que estampa su firma en Whatever happens una de las canciones más sorprendentes —mitad western mitad estilo cocktail— del disco que resalta entre el pelotón de baladas. Que Jackson no se tomó semejante cantidad de tiempo y dinero para pasar inadvertido es obvio y lo está diciendo al comienzo de este nuevo capítulo de su autohomenaje en vida. Invencible empieza con una suerte de explosión seguida del compás más enérgico del disco que culmina en la frase: "No podrán romperme, soy indestructible".
 
Idioteces...

Por estas mismas idioteces, como dices Knoxville, les pedimos que nos ayuden a responderle al "Señor" FERNANDO GARCÍA, con altura y hechos, como nos caracteriza a los admiradores de MICHAEL JACKSON. Sin agraviar a nadie, solo hablar con la coherencia e inteligencia… que a este "Señor" le falta. ¡Estamos cansados de tanta basura!...

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