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Un equipo internacional de científicos ha descubierto un pequeño "planeta de diamante" orbitando un púlsar, que es una estrella de neutrones, a 4.000 años luz de la Tierra, en la contelación de la Serpiente.
La composición de este planeta es cristalina y se cree que "gran parte" de este cuerpo "puede ser similar a un diamante", según el comunicado de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia (CSIRO), que ha publicado su hallazgo en la revista 'Science'.
Se trata de un pequeño planeta de apenas 60.000 kilómetros de diámetro, una quinta parte de la Tierra, pero de una densidad incluso más alta que la de Júpiter, mucho más grande. Junto con el púlsar, este astro de carbono forma un sistemas binario en el que están separados por unos 600.000 kilómetros.
El planeta diamante, que podría ser llamado 'Lucy' por sus descubridores, según han anunciado, realiza un órbita en torno a su estrella netrónica, llamada PSR J1719-1438, cada dos horas y 10 minutos terrestres. Ségún han observado los astrónomos con el telescopio australiano 'The Dish', se ha convertido en una 'enana blanca y sería el último residuo de lo que fue en el pasado una estrella enorme, cuya mayor parte de su masa se desvió hacia la órbita de este púlsar.
Los púlsares son estrellas de neutrones que rotan a gran velocidad y tienen unos 20 kilómetros de diámetro. Estas estrellas neutrónicas emiten pulsos de ondas de radio que son captadas por los telescopios, explica CSIRO en su comunicado. A pesar de que la distancia entre ambos cuerpos celestes es corta, el planeta no ha sido destruido por las oscilaciones del púlsar debido a su tamaño.
"A pesar de la rareza, este planeta corrobora lo que sabemos sobre cómo estos sistemas binarios evolucionan", ha señalado uno de los líderes de la investigación, Matthew Bailes de la Universidad de Teconología Swinburne de la ciudad de Melbourne. El científico australiano también explicó que la "alta densidad" del pequeño planeta dieron "pistas sobre su origen".
Por lo que han observado, parece estar compuesto principalmente de carbono y oxígeno, con elementos brillantes, como el hidrógeno y el helio.
Tras un primer vistamiento con el telescopio 'The Dish', investigadores siguieron el descubrimiento desde Lovell (Reino Unido) y Keck (en Hawaii).
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