A ver si somos capaces de discutir sobre el tema sin crispaciones. Esto viene a raíz de una discusión que tuve recientemente con una amiga y me gustaría conocer vuestra opinión. Al igual que muchos padres pretenden que sus hijos sean una continuación de su persona, por ejemplo, si son “merengues” le hacen socio del Madrid tan pronto ve la luz y les llevan todos los domingos al estadio, con lo que sus posibilidades de hacerse blaugrana se reducen considerablemente… pues bien, muchos padres intentan también que su hijo sea una réplica de ellos al pretender integrarlo en la Iglesia correspondiente, por ejemplo, si son católicos los bautizan y lo sacan también los domingos, en este caso directo a misa.
Pues bien, ella afirmaba su voluntad de tan pronto naciera bautizarla, llevarla a todos los oficios religiosos, asistir a su comunión, etc., y me reconocía que le daría un “patatús” si se casará por lo civil o se juntara con uno. Os podéis imaginar que mi opinión era muy diferente, la aconsejé que deberían cuidar que su hija se desarrolle alejada de cualquier condicionamiento para que elija como quiere ser y si luego resulta que tiene la misma inquietud religiosa que su madre ¡bienvenida! Mi temor es que, aunque esta claro que cuando esa persona madure aceptará el credo familiar, renunciará por otro o pasará del tema, no se nos puede escapar que condiciona. A mi no se me ocurriría llevar a mi hijo de hombros al primero de mayo…
Yo creo que cualquier credo religioso, político, etc. debe acabar en tu persona y debes intentar influir lo menos posible en el desarrollo personal del niño y aceptarlo tal cual, con unos valores esenciales de respeto, tolerancia y educación hacia los demás, pero sin dogmatizarle, y que luego si quiere bautizarse, entrar en el ejército o hacerse del PP cuanto sea mayor que lo haga, eso es cosa suya. A mi si mi hijo me dice que quiere ser sacerdote lo aceptaré como una decisión madurada que tiene que ser respetada, entendida y apoyada… pero con el futurible de esta chica, si al final salé un católico, apostólico y romano practicante, siempre le miraré con ojos de “a saber como hubieras salido de nacer en otra familia”. No sé si me explico. ¿Qué pensais?
Pues bien, ella afirmaba su voluntad de tan pronto naciera bautizarla, llevarla a todos los oficios religiosos, asistir a su comunión, etc., y me reconocía que le daría un “patatús” si se casará por lo civil o se juntara con uno. Os podéis imaginar que mi opinión era muy diferente, la aconsejé que deberían cuidar que su hija se desarrolle alejada de cualquier condicionamiento para que elija como quiere ser y si luego resulta que tiene la misma inquietud religiosa que su madre ¡bienvenida! Mi temor es que, aunque esta claro que cuando esa persona madure aceptará el credo familiar, renunciará por otro o pasará del tema, no se nos puede escapar que condiciona. A mi no se me ocurriría llevar a mi hijo de hombros al primero de mayo…
Yo creo que cualquier credo religioso, político, etc. debe acabar en tu persona y debes intentar influir lo menos posible en el desarrollo personal del niño y aceptarlo tal cual, con unos valores esenciales de respeto, tolerancia y educación hacia los demás, pero sin dogmatizarle, y que luego si quiere bautizarse, entrar en el ejército o hacerse del PP cuanto sea mayor que lo haga, eso es cosa suya. A mi si mi hijo me dice que quiere ser sacerdote lo aceptaré como una decisión madurada que tiene que ser respetada, entendida y apoyada… pero con el futurible de esta chica, si al final salé un católico, apostólico y romano practicante, siempre le miraré con ojos de “a saber como hubieras salido de nacer en otra familia”. No sé si me explico. ¿Qué pensais?