UNA PERRA VUELVE A CASA
Se llama Sixty, tiene cuatro años y ha recorrido sóla 20 kilómetros en tren para volver a su casa. Sus dueños la dejaron con un familiar mientras se iban de viaje a Amsterdan.
Se montó en el tren en la estación de La Floresta de Sant Cugat y viajó hasta la estación de Plaza de Cataluña, en Barcelona. La perra se coló en un vagón sin que los inspectores se percataran de su presencia y al estar tranquila durante el trayecto pudo pasar desapercibida.
En total 20 km, después callejeó hasta llegar al portal de su casa en el centro de la ciudad.
Los compañeros de piso les llamaron para comunicarles que la perra estaba allí. Un gran alivio para su cuñada que la llevaba buscando un día entero y no les había dicho nada a los dueños para no preocuparles.
Esta perra cruce de labrador y galgo se sabía muy bien el camino, ya que unas tres veces por semana hace este mismo recorrido, pero acompañada por sus dueños.
Y es que a los perros sólo les falta hablar
Se llama Sixty, tiene cuatro años y ha recorrido sóla 20 kilómetros en tren para volver a su casa. Sus dueños la dejaron con un familiar mientras se iban de viaje a Amsterdan.
Se montó en el tren en la estación de La Floresta de Sant Cugat y viajó hasta la estación de Plaza de Cataluña, en Barcelona. La perra se coló en un vagón sin que los inspectores se percataran de su presencia y al estar tranquila durante el trayecto pudo pasar desapercibida.
En total 20 km, después callejeó hasta llegar al portal de su casa en el centro de la ciudad.
Los compañeros de piso les llamaron para comunicarles que la perra estaba allí. Un gran alivio para su cuñada que la llevaba buscando un día entero y no les había dicho nada a los dueños para no preocuparles.
Esta perra cruce de labrador y galgo se sabía muy bien el camino, ya que unas tres veces por semana hace este mismo recorrido, pero acompañada por sus dueños.
Y es que a los perros sólo les falta hablar