elektrica dijo:
Por cierto, alguien me puede dar una lista de las 6 maravillas del mundo? Se que una es la muralla China, otro los jardines colgantes de yo no se donde, el panteon de Grecia creo, etc... ya mismo veo la web
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La pirámide de Keops, que fue construida hacia el año 2.800 antes de Cristo, en Gizeh. La más antigua de las maravillas, y, curiosamente, la única que ha llegado hasta nosotros. Todos hemos oído hablar de ellas y conocemos su aspecto, así como sabemos que eran las tumbas de los faraones.Su impresionante mole destaca sobre el horizonte de la llanura, dejándonos boquiabiertos. ¡Todo eso es piedra! Bloques de granito descomunalmente pesados, de un metro de altura, forman las filas tan apretadamente que no es posible introducir ni un cuchillo entre ellos. Las filas de piedras están pintadas, formando franjas de diferentes colores; la punta es de color dorado. Todas las pirámides, absolutamente todas, tienen la misma alineación: están orientadas al norte con total exactitud. Los lados de la pirámide tienen una inclinación impresionante, de 51 grados, que cuando nos acercamos más nos produce la sensación de que la pirámide "se nos cae" encima. En los alrededores, se encuentran las pirámides menores y las (edificaciones rectangulares de paredes inclinadas) para los altos funcionarios.
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Los Jardines Colgantes de Babilonia, realizados por el rey Nabuconodosor II, entre el 604 y 562 antes de Cristo.Los ordenó construir para su esposa Amytis.Así, edifica una serie de terrazas escalonadas en las cuales deposita la tierra necesaria y empieza a plantar árboles, flores, arbustos, etc. También construye una máquina semejante a una noria que transportará el agua desde un pozo hasta los jardines para regarlos. En poco tiempo, éstos rebosan de vegetación, y las copas de sus árboles se divisan incluso desde fuera de las dobles murallas de la ciudad. Nabucodonosor ha conseguido crear un aparente monte cubierto de exuberante vegetación. La destrucción definitiva de los mismos tiene lugar en el año 126-125 a. de C., fecha en la que el parto Evemero conquista la ciudad y la incendia. Desde entonces no quedan más que las ruinas a orillas del Éufrates.
-La estatua de Zeus, en Olimpia. Estamos en el 450 a. de C., y se está terminado de construir el impresionante templo de Zeus, para el que no se escatiman medios: los mejores escultores de Grecia trabajan en él. Los dos frontones representan los preparativos de la competición atlética de Pelópe y Enomao para obtener la mano de Hipodamia, y la lucha entre lapitas y centauros en la boda de Piritoo. Estos frontones, junto con las metopas, serán considerados no sólo el más importante conjunto escultórico del estilo severo, sino las más notables series escultóricas del arte clásico griego junto con el Partenón. Su autor, de quien no se sabrá el nombre, será conocido como el Maestro de Olimpia. Esta va a perdurar durante bastante tiempo: unos mil años, hasta que los terremotos que se producirán en el siglo VI d. de C. destruyan el templo en su mayor parte.
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El templo de Artemisa, en Efeso.Contaba con 127 impresionantes columnas de 20 metros de altura, algo descomunal para su época, y cuenta con esculturas de Escopas. Este templo ilumina la ciudad de Efeso durante dos siglos. Sin embargo, llega la tragedia: en el año 356 a. de C., el pastor Eróstrato destruye el templo incendiándolo, por puro afán de fama. Sin duda consiguió lo que buscaba, como lo prueba el que recordemos su nombre. Cuando alrededor de veinte años después, Alejandro Magno ocupó la ciudad de Efeso y residió en ella por un tiempo, escuchó la historia del templo de Artemisa y descubrió que había sido destruído la misma noche en que había nacido él. Al parecer fué esta coincidencia la que le impulsó a reconstruir el templo, durante el tiempo que permaneció en Efeso instaurando un gobierno democrático. Una vez terminado, el nuevo templo, contó con un retrato del propio Alejandro, pintado por Apeles, el más famoso pintor griego. Aunque el templo de Artemisa no recuperó jamás su pasado esplendor, al menos su antigua fama le valió una pronta reconstrucción.
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El faro de Alejandria, en la ciudad fundada por Alejandro Magno.Estamos en el año 280 a. de C., y desde que Alejandro liberó a este estado del dominio persa, los lazos entre griegos y egipcios se han estrechado: tanto, que su rey Ptolomeo II, es de origen griego. Pero esta vez la maravilla no va a ser un templo, ni ninguna otra clase de edificio, sino una torre. Para guiar a los numerosos barcos que acuden constantemente a Alejandría, el rey ha decidido construir una torre que identifique el lugar de la ciudad desde muy lejos. Para ello han escogido la pequeña isla de Faros, frente al puerto. El arquitecto Sostrato de Cnido dirige las obras, que conforme avanzan, adquieren un aspecto más impresionante. Cuando se finaliza, la torre mide más de 120 metros. En su cima está equipada con espejos metálicos para señalar su posición reflejando la luz del sol; y por las noches, a falta de luz, se enciende una hoguera. Esta maravilla va a durar bastante: unos mil seiscientos años, hasta que en el siglo XIV los terremotos la derriben.
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El Coloso de Rodas, estatua de bronce de 30 metros de alto que representa a Apolo, colocada en la entrada del golfo de Rodas. Cincuenta y seis años después de su construcción, en el 223 a. de C., un terremoto derribó al Coloso. Los habitantes de Rodas, siguiendo el consejo de un oráculo, decidieron dejar yacer sus restos donde cayeron. Y así fué, durante cerca de novecientos años, hasta que en el 654 d. de C. los musulmanes se apoderaron del bronce como botín en una incursión. La leyenda del Coloso tendió, cómo no, a agrandar sus proporciones. Durante el renacimiento el Coloso fué "descubierto" por los humanistas, al igual que el resto del arte griego, y su magnificencia fué remarcada haciéndose circular que su tamaño era tal que los barcos pasaban entre sus piernas.
-El mausoleo de Halicarnaso, monumento funerario mandado construir por Artemisa II tras la muerte de su esposo, el rey Mausolo. En el año 352 anntes de Cristo la ciudad de Halicarnaso está de luto, pues Mausolo acaba de fallecer. ¿Qué tumba, que sepulcro será suficiente para un rey así? Su viuda Artemisa toma la decisión de no reparar en gastos; y de pronto, es como si toda la ciudad supiera que nunca más volvería a vivir una época tan magnífica como la de Mausolo, disponiéndose a demostrar su reconocimiento haciéndole la sepultura más especial de la historia, tanto, que dará nombre a los "mausoleos" que se construirán en el futuro. Ya están en marcha las obras: los arquitectos Sátiros y Piteos construyen un podio rectangular; sobre él, se levanta una columnata de orden jónico; sobre ésta, una pirámide escalonada. Y en lo más alto, una estatua representando una cuádriga. El conjunto alcanza la vertiginosa altura de 50 metros. Pero eso no es todo; los mejores escultores griegos de la época esculpirán las estatuas y relieves: Briaxis, Timoteo, Leucastes y el famoso Escopas (que nada tiene que ver, salvo el nombre, con el escultor del templo de Artemisa). Pero esta maravilla, va a ser la menos duradera de todas. Apenas dieciséis años más tarde, en el 334 a. de C., Alejandro Magno destruye la ciudad. Él, que ordenara reconstruir el templo de Artemisa en Efeso, muestra ahora su semblante destructor. Y aunque poco después los reyes egipcios conquistarán la Caria y reconstruirán Halicarnaso, ciudad que permanecerá hasta nuestros días (hoy llamada Bodrum), del mausoleo sólo nos quedará la leyenda.