A LA ATENCIÓN DE DOÑA VICTORIA ADAMS, SEÑORA DE BECKHAM.
Muy señora mía:
He tenido conocimiento a través de varios medios de comunicación de su intención de irse a vivir definitivamente a Inglaterra porque no aguanta más el suplicio insoportable de residir en Madrid. Sobre este particular, quisiera hacerle las siguientes apreciaciones.
Madrid tiene muchos defectos y problemas, pero nadie discute una virtud esencial que le corresponde: es una ciudad que acoge con los brazos abiertos a todo el que viene a ella. Aquí no se pregunta a nadie de dónde viene o a dónde va; aquí no se le exige a nadie ser portador de un RH negativo o positivo; aquí no se le pide a nadie el carnet de nacional de un determinado Estado. Todo el que vive en Madrid es madrileño y es bienvenido.
Usted empezó tocando las narices hace dos años, haciendo declaraciones como "Madrid huele a ajo". Llevo residiendo en esta ciudad toda mi vida y jamás he olido a ajo, por lo que me permito aconsejarle que se haga ver su aliento. Posteriormente, ni usted ni su marido parecían capaces de encontrar una vivienda que hiciese las veces de palacio o residencia imperial, que es lo que seguramente ustedes buscaban. Debe ser que urbanizaciones como "La Moraleja" o "Puerta de Hierro" son favelas para usted. Decidió vivir en Londres hasta que su marido le plantó a usted una cornamenta como pocas se recuerdan y, finalmente, usted optó por venir a Madrid.
Ahora dice otra vez que se va, que no aguanta más. Posiblemente sea una estrategia para ir dando a entender que su esposo se marcha del Real Madrid, donde sólo jugó bien los primeros meses y donde ha terminado naufragando como el resto de sus acomodados compañeros y sin oler un triunfo desde que llegó. También aluden a la persecución que sufren sus hijos por los paparazzis, cuando por todos es sabido que a esos periodistas los paga la prensa sensacionalista británica.
Pero si realmente se va porque usted no puede integrarse en Madrid, lo que pienso es que usted jamás ha hecho ningún esfuerzo por integrarse, lo que sí han conseguido todas las demás esposas y novias de futbolistas estelares. Creo que usted es una estúpida, una clasista y, posiblemente, una racista, que esperaba encontrarse aquí con el respetable bailando flamenco y finalmente ha hallado una ciudad moderna, abierta a todos y poco contemplativa con "artistas" caprichosas y horteras, venidas a menos, como usted.
En todo caso, si finalmente se va, le deseo un buen viaje.
Atentamente,
THE PANTHER.
Muy señora mía:
He tenido conocimiento a través de varios medios de comunicación de su intención de irse a vivir definitivamente a Inglaterra porque no aguanta más el suplicio insoportable de residir en Madrid. Sobre este particular, quisiera hacerle las siguientes apreciaciones.
Madrid tiene muchos defectos y problemas, pero nadie discute una virtud esencial que le corresponde: es una ciudad que acoge con los brazos abiertos a todo el que viene a ella. Aquí no se pregunta a nadie de dónde viene o a dónde va; aquí no se le exige a nadie ser portador de un RH negativo o positivo; aquí no se le pide a nadie el carnet de nacional de un determinado Estado. Todo el que vive en Madrid es madrileño y es bienvenido.
Usted empezó tocando las narices hace dos años, haciendo declaraciones como "Madrid huele a ajo". Llevo residiendo en esta ciudad toda mi vida y jamás he olido a ajo, por lo que me permito aconsejarle que se haga ver su aliento. Posteriormente, ni usted ni su marido parecían capaces de encontrar una vivienda que hiciese las veces de palacio o residencia imperial, que es lo que seguramente ustedes buscaban. Debe ser que urbanizaciones como "La Moraleja" o "Puerta de Hierro" son favelas para usted. Decidió vivir en Londres hasta que su marido le plantó a usted una cornamenta como pocas se recuerdan y, finalmente, usted optó por venir a Madrid.
Ahora dice otra vez que se va, que no aguanta más. Posiblemente sea una estrategia para ir dando a entender que su esposo se marcha del Real Madrid, donde sólo jugó bien los primeros meses y donde ha terminado naufragando como el resto de sus acomodados compañeros y sin oler un triunfo desde que llegó. También aluden a la persecución que sufren sus hijos por los paparazzis, cuando por todos es sabido que a esos periodistas los paga la prensa sensacionalista británica.
Pero si realmente se va porque usted no puede integrarse en Madrid, lo que pienso es que usted jamás ha hecho ningún esfuerzo por integrarse, lo que sí han conseguido todas las demás esposas y novias de futbolistas estelares. Creo que usted es una estúpida, una clasista y, posiblemente, una racista, que esperaba encontrarse aquí con el respetable bailando flamenco y finalmente ha hallado una ciudad moderna, abierta a todos y poco contemplativa con "artistas" caprichosas y horteras, venidas a menos, como usted.
En todo caso, si finalmente se va, le deseo un buen viaje.
Atentamente,
THE PANTHER.