Sinuhé
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Científicos de la NASA revelan la existencia de ruinas artificiales en la Luna y vida microbiana en Marte
Pravda - 31/oct/2007
Ken Johnston, antiguo director del Departamento de Control de Datos e Imágenes, vinculado al Laboratorio de Recepción Lunar de la NASA durante el programa Apollo, ha formulado recientemente en los Estados Unidos una serie de impactantes declaraciones.
El especialista afirma que los astronautas estadounidenses encontraron durante el alunizaje antiguas ruinas de origen artificial y tecnología hasta entonces desconocida utilizada para controlar la fuerza de la gravedad.
Los astronautas tomaron fotografías de los objetos localizados, pero la NASA ordenó a Johnston que destruyera aquellas imágenes. Johnston no obedeció, y asegura que el gobierno de los Estados Unidos ha mantenido toda esta información en secreto durante 4 décadas.
Las acusaciones de Johnston sobre el programa Apolo han aparecido recientemente en un nuevo libro, titulado "Misión Oscura: la historia secreta de la NASA", y co-escrito por Richard C. Hoagland, antiguo consultor de la NASA y asesor científico de la CBS, y Mike Bara, ingeniero aeroespacial.
Según Kay Ferrari, directora del programa SSA en el Jet Propulsion Laboratory (en una llamada telefónica a Johnston realizada la semana pasada), fueron las declaraciones de Johnston, citadas en el libro de Hoagland, las que la empujaron a pedir su dimisión del programa SSA. Cuando Johnston se negó, acogiéndose al derecho de libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda, y que ampara a todos los empleados de la NASA, incluidos los pertenecientes al JPL, Ferrari decidió apartarlo arbitrariamente de su puesto esta misma semana.
Las imágenes de baja calidad incluidas en el libro muestran ruinas de edificios, gigantescos objetos con forma de cúpula acristalada, torres de piedra y estructuras semejantes a un castillo suspendidas en el aire.
"No tengo nada que perder. He tenido fricciones con la NASA y me han despedido", dijo Johnston.
Huelga decir que la NASA piensa que las acusaciones sobre civilizaciones antiguas en la Luna no son serias. Los autores del polémico libro también aseguran que el presidente Kennedy, que impulsó la carrera espacial contra la URSS, en realidad pretendía compartir tecnología extraterrestre con Moscú. En un discurso en la ONU en septiembre del 63, Kennedy, supuestamente, ofreció a la URSS organizar una misión conjunta a la Luna.
Richard Hoagland cree que el súbito interés de Washington en la exploración lunar, después de 30 años de casi total inactividad, está relacionado con los hallazgos que Estados Unidos ha mantenido en secreto durante 40 años. Rusia, China, Japón e incluso India han anunciado públicamente sus planes para trabajar en la exploración lunar, y Estados Unidos, según Hoagland, quiere anticiparse a ello.
(...)
Hoagland y Johnston también pretenden demostrar que la NASA prácticamente viene actuando como un departamento más de Defensa de los Estados Unidos, encargándose de clasificar importante información técnica y científica sin el control del Congreso.
Hoagland dice que los astronautas estadounidenses podrían entregar en secreto muestras de tecnología extraterrestre halladas en la Luna. Esta tecnología, afirma el científico, empuja a las potencias mundiales hacia una nueva carrera espacial. "A diferencia de la anterior, entre Estados Unidos y la URSS, esta nueva carrera determinará el modo de vida de cada persona que habita el planeta".
Hoagland and Johnston opinan que Estados Unidos está intensificando deliberadamente los lanzamientos de cápsulas espaciales con el objetivo de cerrar lo antes posible el programa previsto y comenzar a utilizar el nuevo trasbordador, Constelación, que permitirá llegar de nuevo a la Luna.
Richard Hoagland añade que la NASA oculta otros secretos, como el descubrimiento de microbios en la superficie marciana realizado por la sonda Viking en 1976.
Aquí el enlace a la noticia original en inglés.
Pravda - 31/oct/2007
Ken Johnston, antiguo director del Departamento de Control de Datos e Imágenes, vinculado al Laboratorio de Recepción Lunar de la NASA durante el programa Apollo, ha formulado recientemente en los Estados Unidos una serie de impactantes declaraciones.
El especialista afirma que los astronautas estadounidenses encontraron durante el alunizaje antiguas ruinas de origen artificial y tecnología hasta entonces desconocida utilizada para controlar la fuerza de la gravedad.
Los astronautas tomaron fotografías de los objetos localizados, pero la NASA ordenó a Johnston que destruyera aquellas imágenes. Johnston no obedeció, y asegura que el gobierno de los Estados Unidos ha mantenido toda esta información en secreto durante 4 décadas.
Las acusaciones de Johnston sobre el programa Apolo han aparecido recientemente en un nuevo libro, titulado "Misión Oscura: la historia secreta de la NASA", y co-escrito por Richard C. Hoagland, antiguo consultor de la NASA y asesor científico de la CBS, y Mike Bara, ingeniero aeroespacial.
Según Kay Ferrari, directora del programa SSA en el Jet Propulsion Laboratory (en una llamada telefónica a Johnston realizada la semana pasada), fueron las declaraciones de Johnston, citadas en el libro de Hoagland, las que la empujaron a pedir su dimisión del programa SSA. Cuando Johnston se negó, acogiéndose al derecho de libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda, y que ampara a todos los empleados de la NASA, incluidos los pertenecientes al JPL, Ferrari decidió apartarlo arbitrariamente de su puesto esta misma semana.
Las imágenes de baja calidad incluidas en el libro muestran ruinas de edificios, gigantescos objetos con forma de cúpula acristalada, torres de piedra y estructuras semejantes a un castillo suspendidas en el aire.
"No tengo nada que perder. He tenido fricciones con la NASA y me han despedido", dijo Johnston.
Huelga decir que la NASA piensa que las acusaciones sobre civilizaciones antiguas en la Luna no son serias. Los autores del polémico libro también aseguran que el presidente Kennedy, que impulsó la carrera espacial contra la URSS, en realidad pretendía compartir tecnología extraterrestre con Moscú. En un discurso en la ONU en septiembre del 63, Kennedy, supuestamente, ofreció a la URSS organizar una misión conjunta a la Luna.
Richard Hoagland cree que el súbito interés de Washington en la exploración lunar, después de 30 años de casi total inactividad, está relacionado con los hallazgos que Estados Unidos ha mantenido en secreto durante 40 años. Rusia, China, Japón e incluso India han anunciado públicamente sus planes para trabajar en la exploración lunar, y Estados Unidos, según Hoagland, quiere anticiparse a ello.
(...)
Hoagland y Johnston también pretenden demostrar que la NASA prácticamente viene actuando como un departamento más de Defensa de los Estados Unidos, encargándose de clasificar importante información técnica y científica sin el control del Congreso.
Hoagland dice que los astronautas estadounidenses podrían entregar en secreto muestras de tecnología extraterrestre halladas en la Luna. Esta tecnología, afirma el científico, empuja a las potencias mundiales hacia una nueva carrera espacial. "A diferencia de la anterior, entre Estados Unidos y la URSS, esta nueva carrera determinará el modo de vida de cada persona que habita el planeta".
Hoagland and Johnston opinan que Estados Unidos está intensificando deliberadamente los lanzamientos de cápsulas espaciales con el objetivo de cerrar lo antes posible el programa previsto y comenzar a utilizar el nuevo trasbordador, Constelación, que permitirá llegar de nuevo a la Luna.
Richard Hoagland añade que la NASA oculta otros secretos, como el descubrimiento de microbios en la superficie marciana realizado por la sonda Viking en 1976.
Aquí el enlace a la noticia original en inglés.
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