Parafraseando a Julio César, con motivo de su furtivo asesinato, fríamente planeado y ejecutado en los idus de marzo del año 44 a. C. -lo cual supuso el fin de la República de Roma-, y dirigiéndose a Bruto, uno de sus cabecillas y muy conocido suyo:
"¿Tú también, Bruto, hijo mío?".
A lo cual podríamos efectuar el siguiente símil:
"¿Tú también, Jane, amiga mía?".
Un cordial saludo a todos.