Joe Vogel ha publicado un adelanto de su próximo libro, previsto para Noviembre de 2011, MAN IN THE MUSIC. The creative Life and Work of MICHAEL JACKSON.
Si Dangerous es el álbum más creativo de Michael Jackson, HIStory es el más personal. Desde la rabia exaltada de “Scream” hasta la dolorosa sinceridad de “Childhood,” HIStory es, en palabras de Jackson, “un libro musical.” Abarca todo lo que ha sentido y soportado en los difíciles años anteriores: era su diario, su lienzo, su argumento de defensa. Rolling Stone lo describió como un “estimulante… a menudo desgarrador lote. “ En retrospectiva, es también uno de los álbumes de Jackson más infravalorados…
…Siguiendo a la vulnerable súplica de “Childhood” está la provocativa “Tabloid Junkie”: una acusación con todas las de la ley a la creciente tendencia de los medios hacia el sensacionalismo y a la desinformación. Los críticos han reseñado tales canciones como un ejemplo típico del complejo de persecución de Jackson y ensimismamiento, pero ese juicio olvida un hecho importante: a diferencia de la mayoría de la música pop que se contenta con anidar en una sentimentalidad superficial y en clichés reciclados, Jackson, en este muy ambicioso tema, le está cantando la verdad al poder en un asunto con relevancia mucho más allá de su vida personal.
La canción comienza con la autoritaria voz de un presentador repitiendo descuidadamente pasto para tabloides como un hecho. Es un tipo de posmoderno, Orwelliano momento donde la corriente principal de los medios se convierte en el “ministerio de la verdad,” en el controlador y manipulador de la realidad social de su audiencia. “La Verdad” simplemente no importa. Lo que importa es el entretenimiento, los índices de audiencia, y la adicción como a una droga al espectáculo sin fin. “Hechos” son cualquier cosa que se imprime o difunde por televisión a una audiencia no crítica y pasiva. En la canción, mientras habla el presentador, los teclados empiezan a sonar frenéticamente, ilustrando lo rápido que las historias (sean falsas o verdaderas, importantes o no) son consumidas, copiadas y difundidas.
En este caso, muchas de las historias tienen relación con el “extraño y raro” Michael Jackson, quien, para los reporteros y la audiencia, ya no es un ser humano sino un objeto de consumo. Jackson deja crecer el jadeante reporte hasta un exhaustivo y devorador frenesí con los sonidos de animales salvajes representando a los llamados periodistas.
“Especulas para destrozar a quien odias,” canta Jackson en un valiente rap de apertura, “haciendo circular la mentira, confiscas/ Asesinas y mutilas/Como la acosadora e histérica prensa.” Mucha gente no se da cuenta de que Jackson, en este tema y en otros, usa específicamente el vehículo del hip-hop para entregar un mensaje político. En este caso, los versos son transmitidos en cortas, corrosivas rimas, antes de que llegue la melodía en el coro repitiendo el mantra: “Sólo porque lo leas en una revista/ Lo veas en la televisión/No lo hace verdadero, real.”
Jackson, en esencia, está suministrando contra-programación a las “noticias”; entre versos, el presentador continúa recitando historias que Jackson suplica a su audiencia que no crean. “Es una calumnia,” proclama después en la canción. “Dices que no es una espada/Pero con tu pluma torturas a la gente/Crucificarías al Señor.” Estas son algunas de las potentes letras de un artista que un crítico afirmaba que tenía “una tristemente estrecha percepción de la vida.”
Compuesta por Jackson junto con los autores de R$B, Jimmy Jam y Terry Lewis, “Tabloid Junkie” está hábilmente construida, musicalmente estratificada, cuatro minutos y medio polémicos que demandan verdad y responsabilidad. Rolling Stone describió el tema como una “gigantesca construcción de funk-rock” con “exuberantes armonías vocales” y “advertencias aceleradamente expresadas sobre los fallos de la verdad en los medios. “Efectivamente, en una época en que la “tendencia principal de los medios” y la cobertura de los tabloides confluyen más que nunca, cuando la obsesión de las celebridades triunfa consistentemente mucho más que las noticias importantes, y los críticos faltos de juicio son frecuentemente distraídos o engañados respecto de la verdad, la canción de Jackson se mantiene como una refutación muy relevante y premonitoria.
[Nota del autor: Este extracto fue escrito antes del fallecimiento de Michael Jackson. Suena más cierto que nunca con el resultado del fallecimiento del cantante y como hemos visto, una vez más, una irresponsable, imprudente histeria de los medios cuyos numerosos “respetables” medios informativos han confiado en sitios como TMZ y Daily Mail y dedicado horas a la especulación trivial e infundada.]
Si Dangerous es el álbum más creativo de Michael Jackson, HIStory es el más personal. Desde la rabia exaltada de “Scream” hasta la dolorosa sinceridad de “Childhood,” HIStory es, en palabras de Jackson, “un libro musical.” Abarca todo lo que ha sentido y soportado en los difíciles años anteriores: era su diario, su lienzo, su argumento de defensa. Rolling Stone lo describió como un “estimulante… a menudo desgarrador lote. “ En retrospectiva, es también uno de los álbumes de Jackson más infravalorados…
…Siguiendo a la vulnerable súplica de “Childhood” está la provocativa “Tabloid Junkie”: una acusación con todas las de la ley a la creciente tendencia de los medios hacia el sensacionalismo y a la desinformación. Los críticos han reseñado tales canciones como un ejemplo típico del complejo de persecución de Jackson y ensimismamiento, pero ese juicio olvida un hecho importante: a diferencia de la mayoría de la música pop que se contenta con anidar en una sentimentalidad superficial y en clichés reciclados, Jackson, en este muy ambicioso tema, le está cantando la verdad al poder en un asunto con relevancia mucho más allá de su vida personal.
La canción comienza con la autoritaria voz de un presentador repitiendo descuidadamente pasto para tabloides como un hecho. Es un tipo de posmoderno, Orwelliano momento donde la corriente principal de los medios se convierte en el “ministerio de la verdad,” en el controlador y manipulador de la realidad social de su audiencia. “La Verdad” simplemente no importa. Lo que importa es el entretenimiento, los índices de audiencia, y la adicción como a una droga al espectáculo sin fin. “Hechos” son cualquier cosa que se imprime o difunde por televisión a una audiencia no crítica y pasiva. En la canción, mientras habla el presentador, los teclados empiezan a sonar frenéticamente, ilustrando lo rápido que las historias (sean falsas o verdaderas, importantes o no) son consumidas, copiadas y difundidas.
En este caso, muchas de las historias tienen relación con el “extraño y raro” Michael Jackson, quien, para los reporteros y la audiencia, ya no es un ser humano sino un objeto de consumo. Jackson deja crecer el jadeante reporte hasta un exhaustivo y devorador frenesí con los sonidos de animales salvajes representando a los llamados periodistas.
“Especulas para destrozar a quien odias,” canta Jackson en un valiente rap de apertura, “haciendo circular la mentira, confiscas/ Asesinas y mutilas/Como la acosadora e histérica prensa.” Mucha gente no se da cuenta de que Jackson, en este tema y en otros, usa específicamente el vehículo del hip-hop para entregar un mensaje político. En este caso, los versos son transmitidos en cortas, corrosivas rimas, antes de que llegue la melodía en el coro repitiendo el mantra: “Sólo porque lo leas en una revista/ Lo veas en la televisión/No lo hace verdadero, real.”
Jackson, en esencia, está suministrando contra-programación a las “noticias”; entre versos, el presentador continúa recitando historias que Jackson suplica a su audiencia que no crean. “Es una calumnia,” proclama después en la canción. “Dices que no es una espada/Pero con tu pluma torturas a la gente/Crucificarías al Señor.” Estas son algunas de las potentes letras de un artista que un crítico afirmaba que tenía “una tristemente estrecha percepción de la vida.”
Compuesta por Jackson junto con los autores de R$B, Jimmy Jam y Terry Lewis, “Tabloid Junkie” está hábilmente construida, musicalmente estratificada, cuatro minutos y medio polémicos que demandan verdad y responsabilidad. Rolling Stone describió el tema como una “gigantesca construcción de funk-rock” con “exuberantes armonías vocales” y “advertencias aceleradamente expresadas sobre los fallos de la verdad en los medios. “Efectivamente, en una época en que la “tendencia principal de los medios” y la cobertura de los tabloides confluyen más que nunca, cuando la obsesión de las celebridades triunfa consistentemente mucho más que las noticias importantes, y los críticos faltos de juicio son frecuentemente distraídos o engañados respecto de la verdad, la canción de Jackson se mantiene como una refutación muy relevante y premonitoria.
[Nota del autor: Este extracto fue escrito antes del fallecimiento de Michael Jackson. Suena más cierto que nunca con el resultado del fallecimiento del cantante y como hemos visto, una vez más, una irresponsable, imprudente histeria de los medios cuyos numerosos “respetables” medios informativos han confiado en sitios como TMZ y Daily Mail y dedicado horas a la especulación trivial e infundada.]
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