Daikaku Chodoin, de 68 años, es el fundador y presidente de la "United World Karate Association", que combina los cinco "iemoto" (las ramas tradicionales del arte marcial), con un estimado de 50 millones de practicantes en todo el mundo. Un kyuudan (9 º grado de cinturón negro) de Goju-ryu, una de los "hard-soft" estilos de karata de Okinawa. Chodoin es un luchador sin miedo que se nutre de ir a la guerra tanto dentro como fuera del piso del dojo. Su racha comenzó a sus 20 años: La primera vez que dio en el clavo fue con la construcción naval y más tarde hizo su agosto con las bienes raíces y acciones. Ha utilizado su vasta fortuna para luchar contra la discriminación racial y apoyó los movimientos revolucionarios en África, América del Sur y el Oriente Medio. En 1985 estableció el Congreso Chodoin del Mundo Negro con el fin de unir a los africanos y ese mismo año se creó la Sociedad de Derecho Internacional del Espacio Ultraterrestre que elaboró un marco legal que daría a todos los países igual derecho al espacio. El deseo de sanar y salvar al mundo de Chodoin tocó la fibra sensible de Michael (secretarios de Michael asistieron a algunos de los eventos de Chodoin y quedaron impresionados por su trabajo para la gente de color. Por eso Michael más tarde lo llamó y lo visitó en Tokio.) Desde su primer encuentro en 1997, El Rey del Pop y el rey de karate se llevaron espléndidamente. En 1998, Chodoin presentó a Michael con la Presidencia honoraria de la "United world karate asociation" y un "Godan" (quinto grado) de cinturón negro.
Una vez que aprenda a guardar secretos, escuchará muchos.
Arreglé todo para la visita de Michael. Cuando su avión aterrizó, teníamos un coche en la pista que se dirigió directamente a Tokyo. Se quedó en un hotel, pero estaba por lo general en mi oficina. Hablamos e hizo karate durante tres días. Nadie sabía que estaba allí, y le encantaba este hecho.
Una llamada telefónica no debe ser superior a 10 segundos.
Eso es suficiente tiempo para decir: ¡Hola!, me acuerdo de ti, yo también, grande, bye, bye. Michael me ha estado llamando durante 13 años, un par de veces al año. Lamento que se haya ido. No vamos a hablar más, pero todavía estamos conectados.
Si usted trabaja por la paz mundial, hará enemigos poderosos.
Mi objetivo ha sido siempre el de acabar con la opresión de la gente de color. Yo apoyo la Revolución Sandinista en Nicaragua y apoyo a Daniel Ortega, actual presidente de Nicaragua. Yo era amigo de José Francisco Peña Gómez, un gran líder político en la República Dominicana, y ayudo a Castro en Cuba. Yo promoví la Organización Popular del Sur-Oeste de África y los movimientos de independencia de Namibia y Sudáfrica. Apoyé el fallecido líder palestino Yasser Arafat y el tercer presidente egipcio, Anwar El Sadat. Fui saboteado por la izquierda y la derecha, pero seguí adelante.
Es deber de los ricos ayudar a los artistas.
Michael era un genio en el arte y los negocios. Cuando dijo que estaba en un atasco, me sentí como en un santuario sintoísta, feliz de tirar el dinero en el altar. Para mí, él era un mensajero del universo. Le di unos 20 millones de dólares en siete cuotas, y nunca se me ocurrió que volvería a ver ese dinero otra vez. Mi contribución fue una fracción de lo que otros le dieron.
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El Karate, al igual que otros deportes, elimina la discriminación. Independientemente de su color, raza o sexo, todas las personas que practican karate respetan la fuerza y habilidad de los demás. Michael me pidió que le enseñara algunos movimientos de karate. Podía hacerlos de inmediato, totalmente perfectos. Pudo haber sido un atleta brillante. Le pedí a Michael que me ayude a poner el karate en los Juegos Olímpicos. Él habló con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, y nos dijeron que si pudiéramos unir a todas las sectas del arte marcial, el karate tendría la oportunidad de ser un deporte olímpico. Esperemos que 2016 sea el año.
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