Era una noche lluviosa, llevábamos tres días en Londres, una vez más para apoyar a Michael en su causa --este caso era la fundación de “Heal The Kids”--Para entonces ya habíamos tenido la suerte de ver a Michael tres o cuatro veces en la puerta trasera de su hotel (Lanesborough).
Ese día Michael se fue por la mañana a Oxford a dar una conferencia, y desde entonces no le habíamos visto, eran las doce de la noche y muchos fans que estaban con nosotros decidieron irse a descansar, ya que hacía mucho frío y llovía a cantaros.
Nosotros decidimos esperar un poco más, ya que nosotros lo estabamos pasando muy bien, nos estabamos riendo de la situación y teníamos muchas ganas de ver a Michael esa noche.
Cerca de la una tuvimos la descabellada idea de intentar colarnos por la puerta delantera del hotel, cosa que habían intentado hacer muchos fans durante el día, lo cual no consiguieron. Jaime se puso una manta de Iberia alrededor del cuello y Marcos se puso un polo “pijo” que camuflaban las camisetas de Michael, y ambos dijimos... “¡Vamos a intentarlo con un par!”
Ahí estabamos, delante de la puerta donde se suponía que el Sr. Jackson se hospedaba aquella noche. Era la puerta principal (no por la que entraba y salía ÉL). Levantamos la cabeza y sin ningún temor entramos con paso firme. Él hombre que custodiaba la entrada nos preguntó a donde íbamos, nosotros no desacelerarmos nuestro paso y Marcos dijo “Heal The Kids”, y la puerta se abrió para nosotros.
Jaime, presa de los nervios empezó a soltar las primeras lagrimas de la noche, Marcos una vez más como hará en el resto de la noche le tranquilizó. Proseguimos nuestro paso hasta el ascensor.
Dentro del ascensor. Se cerraron las puertas justo cuando entramos, nosotros no sabíamos a que piso ir --había cuatro-- decidimos ir al cuarto e ir bajando uno por uno hasta ver algo “sospechoso”.
Al llegar al cuarto piso nos quedamos maravillados al observar aquella preciosidad de hotel. Estaba totalmente tapizado de madera, cubierto de cuadros clácicos totalmente verdaderos, era un autentico museo. No vimos nada que nos hiciera sospechar que Michael estuviera en aquella planta, decidimos bajar, por las escaleras de servicio, en la tercera lo mismo, nada, pero no fue lo mismo en la segunda...
La segunda. Frente al ascensor había uno de los seguratas de Michael, iba trajeado y con un “walkie-talkie”, también frente al ascensor había un sofá, y nosotros ni cortos ni perezosos, nos sentamos en él. Jaime tuvo un pequeño desmayo de la emoción. Marcos hizo lo posible para que el segurata no se enterara. De hecho el segurata no parecía prestar mucha atención a nuestra presencia. Se sentó en una silla cercana.
Pasaron dos horas y nada, ni rastro. Empezamos a pensar que Michael no iría esa noche al hotel, de repente se encendió el “walkie-talkie” del segurata. Una voz dijo “We are crossing Picadilly” (“Estamos cruzando Picadilly”). Nosotros ya estabamos fatal, no nos lo podíamos creer, fue un bálsamo de aire, ahí compartimos nuestras primeras lagrimas. Seguidamente la misma voz preguntó “Is there someone at the floor?” (“Hay alguien en la planta?”) El segurata nos miró, y después de haber estado dos horas con nosotros sin mediar una palabra, dijo... --Madre mía lo que dijo, nos morimos todavía al recordarl--“Two Guests” (Dos invitados”). El buen hombre nos miró y nos sonrío, él sabia perfectamente que eramos fans.
Tres minutos después, empezamos a oír los gritos de los fans que quedaban todavía bajo la lluvia. Empezamos a tiritar. Seguidamente empezamos escuchar como el ascensor subía y se paraba justo delante de nosotros, se abrió la puerta y apeteció “Karen Faye” --la maquilladora de Michael--seguida de los fotógrafos , se fueron a sus habitaciones.
El ascensor se volvió a cerrar y los chillidos cesaron, había un silencio absoluto, solo interrumpido por nuestros sollozos, todavía no nos lo creíamos.
Volvió abrirse el ascensor, lo primero que vimos fueron los guardaespaldas cargados de pancartas y regalos de los fans, de repente apareció, MICHAEL JACKSON, apoyado en sus muletas. Estaba impresionante, se le veía cara de cansado (eran las tres de la madrugada). Está expresión desapareció cuando se cruzaron nuestras miradas. Se quedo mirando a nuestros ojos fijamente (esto no se puede explicar con palabras), sonrió y nos dijo, “Stand up” (Levantaros) Nosotros no nos habíamos levantado antes, por no asustarle. Sin apartar su mirada (repetimos, inexplicable) nos preguntó “¿De donde sois? ¡¡¡Con la voz más bonita del mundo!!! Le dijimos que veníamos de España y que habían muchos fans que habían venido de ahí solo para verle. Si su sonrisa ya era grande, lo fue aun más. Dejo, “Ooh, Really? Thankyou! (¿De verdad? ¡Gracias!) Luego sorprendentemente nos bombardeo a preguntas, tales como ¿Cómo están los fans abajo? ¿Tenéis Hotel? ¿Pasáis frío? Después de contestarle le preguntamos que como tenia el pie, que tal sus hijos, la conferencia, Heal The Kids, etc, Le dijimos de donde veníamos cada uno (Madrid y Mallorca) y que le queríamos mucho. Seguidamente le pedimos si podíamos hacernos una foto con ÉL, sin dudarlo un segundo dijo “Sure!” (¡Claro!) Marcos cogió su cámara y se la
dio a Tyson (amigo personal de Michael Jackson). Marcos se puso junto a Michael y Tyson dijo, “Say Patata” (“Decid Patata”) Nos hizo mucha gracia . Seguidamente Jaime se acerco a Michael y Marcos cogió la cámara, les hizo posar y dijo “Smile” (imitando la melodía de dicha canción) Tanto como Jaime y Michael rieron insitu, a la vista está.
Después de esto Michael nos dio las gracias, y nos explicó que estaba muy cansado, que era tarde y debía irse a la cama, nos miro a los ojos fijamente, nos dijo “I love you, goodnight”. Nosotros le dijimos "I love you" hasta que se metió en la habitación. Un vez que se metió en la habitación volvió a desearnos las buenas noches y se cerró la puerta.
Al día siguiente, Marcos tuvo la suerte de poder estar con Michael otra vez, y hacerse otra foto, pero eso ya es otra historia, que prefiere reservarla para otra ocasión, de todos modos os deja la foto.
Un saludo a todos
Marcos y Jaime.
Ese día Michael se fue por la mañana a Oxford a dar una conferencia, y desde entonces no le habíamos visto, eran las doce de la noche y muchos fans que estaban con nosotros decidieron irse a descansar, ya que hacía mucho frío y llovía a cantaros.
Nosotros decidimos esperar un poco más, ya que nosotros lo estabamos pasando muy bien, nos estabamos riendo de la situación y teníamos muchas ganas de ver a Michael esa noche.
Cerca de la una tuvimos la descabellada idea de intentar colarnos por la puerta delantera del hotel, cosa que habían intentado hacer muchos fans durante el día, lo cual no consiguieron. Jaime se puso una manta de Iberia alrededor del cuello y Marcos se puso un polo “pijo” que camuflaban las camisetas de Michael, y ambos dijimos... “¡Vamos a intentarlo con un par!”
Ahí estabamos, delante de la puerta donde se suponía que el Sr. Jackson se hospedaba aquella noche. Era la puerta principal (no por la que entraba y salía ÉL). Levantamos la cabeza y sin ningún temor entramos con paso firme. Él hombre que custodiaba la entrada nos preguntó a donde íbamos, nosotros no desacelerarmos nuestro paso y Marcos dijo “Heal The Kids”, y la puerta se abrió para nosotros.
Jaime, presa de los nervios empezó a soltar las primeras lagrimas de la noche, Marcos una vez más como hará en el resto de la noche le tranquilizó. Proseguimos nuestro paso hasta el ascensor.
Dentro del ascensor. Se cerraron las puertas justo cuando entramos, nosotros no sabíamos a que piso ir --había cuatro-- decidimos ir al cuarto e ir bajando uno por uno hasta ver algo “sospechoso”.
Al llegar al cuarto piso nos quedamos maravillados al observar aquella preciosidad de hotel. Estaba totalmente tapizado de madera, cubierto de cuadros clácicos totalmente verdaderos, era un autentico museo. No vimos nada que nos hiciera sospechar que Michael estuviera en aquella planta, decidimos bajar, por las escaleras de servicio, en la tercera lo mismo, nada, pero no fue lo mismo en la segunda...
La segunda. Frente al ascensor había uno de los seguratas de Michael, iba trajeado y con un “walkie-talkie”, también frente al ascensor había un sofá, y nosotros ni cortos ni perezosos, nos sentamos en él. Jaime tuvo un pequeño desmayo de la emoción. Marcos hizo lo posible para que el segurata no se enterara. De hecho el segurata no parecía prestar mucha atención a nuestra presencia. Se sentó en una silla cercana.
Pasaron dos horas y nada, ni rastro. Empezamos a pensar que Michael no iría esa noche al hotel, de repente se encendió el “walkie-talkie” del segurata. Una voz dijo “We are crossing Picadilly” (“Estamos cruzando Picadilly”). Nosotros ya estabamos fatal, no nos lo podíamos creer, fue un bálsamo de aire, ahí compartimos nuestras primeras lagrimas. Seguidamente la misma voz preguntó “Is there someone at the floor?” (“Hay alguien en la planta?”) El segurata nos miró, y después de haber estado dos horas con nosotros sin mediar una palabra, dijo... --Madre mía lo que dijo, nos morimos todavía al recordarl--“Two Guests” (Dos invitados”). El buen hombre nos miró y nos sonrío, él sabia perfectamente que eramos fans.
Tres minutos después, empezamos a oír los gritos de los fans que quedaban todavía bajo la lluvia. Empezamos a tiritar. Seguidamente empezamos escuchar como el ascensor subía y se paraba justo delante de nosotros, se abrió la puerta y apeteció “Karen Faye” --la maquilladora de Michael--seguida de los fotógrafos , se fueron a sus habitaciones.
El ascensor se volvió a cerrar y los chillidos cesaron, había un silencio absoluto, solo interrumpido por nuestros sollozos, todavía no nos lo creíamos.
Volvió abrirse el ascensor, lo primero que vimos fueron los guardaespaldas cargados de pancartas y regalos de los fans, de repente apareció, MICHAEL JACKSON, apoyado en sus muletas. Estaba impresionante, se le veía cara de cansado (eran las tres de la madrugada). Está expresión desapareció cuando se cruzaron nuestras miradas. Se quedo mirando a nuestros ojos fijamente (esto no se puede explicar con palabras), sonrió y nos dijo, “Stand up” (Levantaros) Nosotros no nos habíamos levantado antes, por no asustarle. Sin apartar su mirada (repetimos, inexplicable) nos preguntó “¿De donde sois? ¡¡¡Con la voz más bonita del mundo!!! Le dijimos que veníamos de España y que habían muchos fans que habían venido de ahí solo para verle. Si su sonrisa ya era grande, lo fue aun más. Dejo, “Ooh, Really? Thankyou! (¿De verdad? ¡Gracias!) Luego sorprendentemente nos bombardeo a preguntas, tales como ¿Cómo están los fans abajo? ¿Tenéis Hotel? ¿Pasáis frío? Después de contestarle le preguntamos que como tenia el pie, que tal sus hijos, la conferencia, Heal The Kids, etc, Le dijimos de donde veníamos cada uno (Madrid y Mallorca) y que le queríamos mucho. Seguidamente le pedimos si podíamos hacernos una foto con ÉL, sin dudarlo un segundo dijo “Sure!” (¡Claro!) Marcos cogió su cámara y se la
dio a Tyson (amigo personal de Michael Jackson). Marcos se puso junto a Michael y Tyson dijo, “Say Patata” (“Decid Patata”) Nos hizo mucha gracia . Seguidamente Jaime se acerco a Michael y Marcos cogió la cámara, les hizo posar y dijo “Smile” (imitando la melodía de dicha canción) Tanto como Jaime y Michael rieron insitu, a la vista está.
Después de esto Michael nos dio las gracias, y nos explicó que estaba muy cansado, que era tarde y debía irse a la cama, nos miro a los ojos fijamente, nos dijo “I love you, goodnight”. Nosotros le dijimos "I love you" hasta que se metió en la habitación. Un vez que se metió en la habitación volvió a desearnos las buenas noches y se cerró la puerta.
Al día siguiente, Marcos tuvo la suerte de poder estar con Michael otra vez, y hacerse otra foto, pero eso ya es otra historia, que prefiere reservarla para otra ocasión, de todos modos os deja la foto.
Un saludo a todos
Marcos y Jaime.
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