Como dije hace algunos dias, aqui os pongo la construcción de las piramides, y mas concretamente de la más famosa.
En principio pensaba en relatar yo mismo el proceso de construcción, pero encontré por internet una pagina donde tambien se relata, salvo en algunas diferencias de pequeña importancia, la construcción logica de las piramides.
No he podido colocar las imagenes, así que espero que aquellos que aun leyendo este extenso y detallado analisis aun tengan dudas o no esten "convencidos" del todo y sigan apoyando teorias no sostenibles, les sugiero que se pasen y comprueben mediante imagenes para una mejor comprensión:
El principal problema sobre la construcción de pirámides, se suele centrar en el de la edificación de la Gran Pirámide. Las técnicas de construcción fueron cambiando a lo largo de los años, pero si solucionamos el problema de la más grande de las pirámides jamás construida, para el resto de pirámides también queda solucionado y sólo quedaría comentar las diferencias constructivas.
Entonces nos vamos a centrar en la construcción de la Gran Pirámide, tomando sus datos como referencia. En la simulación, se han utilizado sus medidas a escala y las cuatro rampas que la rodean, tienen una anchura de 28 metros y una pendiente de 25 grados. Con esas características hay espacio sobrado para manipular todos los bloques de la Gran Pirámide, incluidos los mayores contenidos en las mal llamadas cámaras de descarga que se encuentran por encima de la cámara del rey. Además en cada esquina hay una superficie de unos 900 metros cuadrados que permiten hacer giros de los bloques con comodidad. Las rampas se apoyan sobre la superficie de la propia pirámide, por lo que el material necesario para construirlas es despreciable en comparación con el de la propia pirámide. Serían construidas al mismo ritmo que crecía la pirámide, hilera a hilera.
La orientación y alineación de los lados de las pirámides, era el paso siguiente tras la nivelación y preparación del terreno en el que se pretendía construir. La precisión en la orientación de algunas pirámides hacia los puntos cardinales, han derivado en diversas hipótesis. Omitiendo las más fantasiosas, vamos a tratar aquí un sistema, que debía ser rudimentario por las herramientas de que disponían los egipcios de la era de las pirámides, pero que permitía una alta y quizá sorprendente precisión en las medidas.
Si colocamos un poste nivelado con plomada, marcamos las sombras producidas por el mismo al amanecer y al anochecer, después trazamos la mediatriz con la ayuda de una cuerda, obtenemos una línea orientada en dirección Norte-Sur. La sombra más corta que produce el poste a lo largo de un día está siempre orientada al Norte geográfico de la Tierra. Con ella podemos comprobar que el trazado de la mediatriz se ha realizado correctamente, ya que deben coincidir sombra y linea calculada. De estar perfectamente orientada, instantes antes de coincidir, la sombra debe ser algo más larga y lo mismo para instantes después. En el punto encontrado podemos poner otro poste y repetir la operación sucesivamente hasta tener la longitud deseada y perfectamente alineada hacia el Norte. El resto de direcciones se pueden calcular, por ejemplo con una escuadra que indique la línea perpendicular a la orientada dirección Norte-Sur.
En el caso de la Gran Pirámide, el lado es de unos 230 metros, lo cual, nos beneficia a la hora de conseguir una mayor precisión, puesto que para desviarse un sólo grado, habría que equivocarse en la alineación-orientación en 4 metros desplazados a uno de los lados.
Aunque el comentario generalizado (no el de los participantes de este post) sobre la orientación de la Gran Pirámide es que es perfecta, eso no es totalmente cierto, sino que hay una desviación de más de tres minutos, lo que significa un error de unos 30 centímetros desplazados perpendicularmente en la línea que hubiese sido la realmente perfectamente orientada hacia el Norte.
La ceremonia de "Tensarla Cuerda" era un rito de fundación de monumentos egipcios, en el que el rey realizaba medidas simbólicamente. Lo cual nos demuestra que las cuerdas de lino eran utilizadas en la medición y posiblemente alineación-orientación de dichos monumentos. Las pruebas arqueológicas de la utilización de un sistema como el propuesto en este artículo, las encontramos en las bases de las pirámides. En ellas encontramos agujeros en los que se pudo encajar algunos de estos postes que ayudarían a orientar y alinear con una alta precisión. Bastaría conseguir cuatros postes, uno por cada esquina, que fuesen bien orientados y unidos por cuerdas.
La pirámide de Dyedefra. hijo y sucesor de Jufu (Keops) no es el mejor ejemplo de orientación en la línea Norte-Sur. pero la alineación de sus lados así como la forma en ángulo recto de sus esquinas, hacía necesario igualmente un método similar.
Los agujeros mencionados se encuentran tanto en esta pirámide como en las grandes de Guiza (Gizeh), que son las mejor orientadas. Cuanto más largo es el lado de una pirámide y según he comentado ya, más probabilidad se tiene de conseguir una orientación perfecta, puesto que hay que cometer un error demasiado grande al desviarse. La pirámide mejor orientada (la Gran Pirámide) coincide con la de lado más largo, lo cual parece ser un indicativo de que efectivamente el sistema propuesto funciona mejor en grandes longitudes y pudo ser el utilizado.
En textos egipcios sobre la fundación de templos se menciona "la sombra" y la "zancada de Ra". Y es precisamente el propio dios-sol el encargado de la perfecta orientación de los monumentos egipcios según esta teoría. Lo cual también confiere un sentido religioso a este sistema.
La presente teoría no pretende desplazar a otras en lo referente a la orientación mediante estrellas, pero si buscamos precisión para el caso de las grandes pirámides de Guiza, esas teorías pierden validez mientras que la presente permite conseguir los resultados obtenidos en las citadas pirámides.
Una vez orientada la pirámide y alineados sus lados, se procedería con la construcción de la primera hilada de piedras sobre la base nivelada. En el caso de la Gran Pirámide, el núcleo de la misma tiene un montículo de piedra caliza que sería rodeado de bloques colocados y encajados mediante palancas. Se procuraba encajar bien sólo las zonas más exteriores de cada hilada y para el revestimiento se utilizaban rocas más nobles con unos salientes que ayudaban en la colocación. El final del proceso implica el alisado y pulimentado de la cubierta.
La Gran Pirámide tenía originalmente una altura de unos 146 metros y 230 metros de lado. Por tanto no es de extrañar, que la enorme rampa que se ha simulado, quede ridícula en dimensiones en comparación con una obra de tal magnitud. Sin embargo dichas rampas dejan un espacio sobrado para que varios grupos de trabajo se pueden desplazar por cada una de ellas simultáneamente, ya sea subiendo bloques o bajando a por más.
La utilización de rampas en la construcción de pirámides (Sinki al sur de Abidos, Sejemjet en Sakkara, Sesostris I y Amenemhat III en Lisht, en la de Maidum, etc.) y templos (como el de Karnak) queda demostrada por los restos encontrados en Egipto. No es algo que esté por demostrar, las rampas están ahí y no se puede negar.
En el Imperio Antiguo estaban formadas por dos muros de roca rellenando entre ellos con piedras y tierra. La rampa del templo de Karnak era de adobe y se rellenaba de forma similar.
Recientes investigaciones indican que, dado que el núcleo de la Gran Pirámide es un montículo de roca de la propia Meseta de Guiza, el cómputo total de bloques se reduce a un millón aproximadamente. Eso nos arroja una cifra de unos once bloques colocados por cada hora, suponiendo que sólo se trabajaba doce horas durante cada día (vamos a suponer que era esa la jornada laboral, pero podía ser mayor). Según Herodoto la Gran Pirámide fue construida en 20 años y una inscripción en escritura jeroglífica cursiva (hierática) en una de las cámaras de descarga está fechado en el año 16 del reinado de Jufu (Keops). Suponiendo que las obras comenzara a partir del año 2 de su reinado (dado que en uno de los fragmentos de los anales de la piedra de Palermo no se mencionan el comienzo de las obras y sólo comprende los dos primeros años del reinado de Jnum-Jufuy), la mayor parte del volumen de la pirámide estaba construido en sólo 14 años, lo que nos deja como posible la cifra proporcionada por Herodoto.
Otra cifra que nos proporciona el mismo historiador clásico, es la de 3.000 obreros trabajando directamente en la construcción de la pirámide (la cifra de 100.000 es una mala traducción del griego antiguo por el parecido que tienen ambos números escritos en esa lengua). Si aceptamos como buena también esa cifra y suponemos que cada grupo de trabajo podía tener una media de 10 personas, nos quedan 300 grupos para subir unas 132 o 133 rocas al día. Aún suponiendo que en la pirámide hubiese el triple de bloques de los afirmados en los recientes estudios, es decir, si rondase los tres millones, cada grupo tendría como misión diaria, subir un sólo bloque a lo largo de sus 12 horas de trabajo correspondientes. Cuando "las cuentas" se hacen desde esta óptica no dan la impresión de ser una obra imposible de realizar, si sólo pensáramos en el número de bloques que habría que colocar y en cada cuantos minutos hay que hacerlo, los trabajos dan la sensación de ser imposibles de realizar, cuando en realidad sólo es necesario una serie de capataces que coordinen la colocación de bloques ordenadamente en ese tiempo.
Los bloques más difíciles de subir, evidentemente serían los últimos por estar a mayor altura. En doce horas, para subir un bloque desde la base hasta los 146 metros de altura, se necesita un ritmo de unos 20 cm de subida vertical por minuto, es decir, un ascenso de 12'16 metros/hora para llegar en sólo 12 horas hasta la cumbre. Quizá esos bloques tardaron más en subirse pero tengamos en cuenta que a más altura muchos menos bloques había que subir, por tanto la velocidad de trabajo debió ser mucho mayor en las primeras hileras que en las últimas. Un mismo grupo de trabajo debía colocar muchos más bloques cuando la altura que había que salvar era de sólo unos pocos metros, mientras que al final de las obras quizá sólo debían colocar un bloque cada dos días o 24 horas de trabajo.
Hay que tener muy presente que la inmensa mayoría de los bloques no están colocados con precisión, tan sólo se procuraba encajar lo mejor posible los externos, el resto simplemente se "soltaban" rellenando los huecos con barro y piedras. Por tanto el trabajo de precisión se aplicaba sólo a unos pocos miles de bloques más externos y a los del recubrimiento de la pirámide, que hilera a hielera debían ser bien medidos tanto en su posición como en el ángulo que debían mantener.
Por tanto las cifras dadas por Herodoto, no sólo son posibles sino que quizá algo exageradas, es decir, las obras de construcción de la Gran Pirámide pudieron hacerse en menos años y con menos hombres trabajando directamente sobre ella. En las cifras no hemos contado a canteros, cocineros, aguadores, transportistas, etc., con los que la cifra total de personas implicadas podría rondar las 17.000 personas según diversos autores actuales. Trabajarían todo el año, salvo los trabajadores no especializados que podían ser cambiados por otros cada cierto tiempo.
Los mencionados bloques se encajaban con la ayuda de palancas, al igual que toda la manipulación de los mismos para ser dirigidos. Incluso para subirlos por la rampa inclinada podían ayudarse con las palancas. Los bloques de la simulación tienen el tamaño medio de los que componen la Gran Pirámide y he dejado "en liso" la mitad de la rampa para que se aprecie el espacio sobrante en la misma cuando se sube un bloque de los que normalmente se subían durante la construcción. Tengamos presente además, que pudieron utilizarse hasta cuatro rampas que se convertirían en sólo dos llegada cierta altura en la que no caben las cuatro.
Según Mark Lehner, las rampas utilizadas en la Gran Pirámide debieron ser sólo dos por los restos encontrados. Además, la mayoría de bloques utilizados fueron extraidos de canteras de la propia meseta de Guiza por lo que favorecia el trabajo in situ de los grupos de trabajadores.
El uso de palancas atadas a un eje transversal permite que grandes pesos sean izados por muy pocas personas y en pendientes muy pronunciadas. Los bloques de caliza blanca del recubrimiento fueron traídos desde las canteras de Tura y los de granito rojo del interior de la pirámide, desde la lejana Asuán. Pero como decía antes, solamente esos fueron los bloques transportados desde lejos, el resto se sacaron de allí mismo, de la misma zona en la que se construyeron las grandes pirámides.
La tumba del príncipe Dyehutihotep (XI dinastía) representa el transporte de una estatua colosal (6.8 metros de altura en calcita-alabastro) desde las canteras de Hatnub (Asyut) hasta Deir El-Barsha (Mallawi) es decir, un transporte terrestre de unos 50 km con un peso de unas 60 toneladas arrastradas por 172 hombres.
Por los textos egipcios sabemos que en 14 días. 4.500 hombres podían trasladar 80 bloques gigantescos una distancia de unos 90 km por vía terrestre. Ese mismo recorrido lo hicieron 2.000 hombres con 10 estatuas de granito de 2.5 metros de altura En el templo de la reina Hatshepsut. en Deir el- Bahari. se narra el transporte de dos enormes obeliscos de granito desde las canteras de Asuán hasta Tebas. Un grafito de las canteras indica que todo el proceso, hasta erigirlos en Tebas. les llevó sólo 7 meses.
En la parte inferior del fresco de la ilustración, hay una viga dentada de madera transportada por tres hombres. Sobre la viga de madera hay escrito en jeroglíficos:
fAt xwt n stA(w).i n xAwt
Transporte de madera para mi arrastre hacíala capilla de los altares. Xotas sobre la traducción:
- Se supone que habla la propia estatua, de ahi que se escriba en primera persona.
- La capilla está situada a la derecha aunque no se muestra en esta imasen.
En las pendientes era necesario poder dejar descansar el peso, las vigas de madera dentadas pudieron ser utilizadas para tal fin.
Egipto tiene un subsuelo blando y por tanto, la utilización de la rueda (en el supuesto de haberla conocido ya en el Imperio Antiguo) era inútil para transportar grandes cargas.
Estatuas, tinajas, bloques de piedra... cualquier elemento pesado, era transportado sobre trineos de madera. En su base se derramaba agua que reducía considerablemente el rozamiento entre el trineo y la rampa de transporte que a su vez, se pavimentaba transversalmente por troncos de madera lubricados con una mezcla de limo y grasas, reduciendo los puntos de contacto entre trineo y rampa. Por tanto y como resultado de todo esto, los bloques debían escurrirse sobre las rampas como pastillas de jabón húmedo, lo que reducía considerablemente el número de hombres necesarios para el arrastre. Algunos de los trineos se han conservado hasta la actualidad, como los ejemplares que se conservan en el museo de El Cairo. Como tambien otras herramientas como las cuñas de madera que todavía hoy muestran las marcas de los bloques y que eran utilizadas para ayudar en el transporte de cargas pesadas. Además tambien hay que contar con la ayuda de tracción animal como se ha podido constatar en ilustraciones egipcias, y que era una opción obligada para el transporte de grandes piedras.
La utilización de rampas para el transporte desde las canteras también queda demostrada por los restos hallados, así como también transporte por el río.
Las expediciones para traer rocas por el desde las canteras del sur de Egipto, debían durar una o dos semanas para recorrer cerca de mil kilómetros y no paraban ni para comer (se entiendes que no bajaban de las embarcaciones).
Conclusión:
Para terminar podemos llegar a la conclusión de que los egipcios realizaban el transporte de grandes bloques como algo rutinario, ya sea con fuerza humana o ayudados por animales u otras herramientas a su alcance: tanto por vía terrestre como fluvial y hasta construyendo canales cuando era necesario, no necesitaban más tecnología que la que les proporcionaba su propio ingenio y su esfuerzo.
Por lo que se ha comprobado en pirámides inacabadas como la de Sinki o la de Abu Rawash, el recubrimiento de la pirámide se colocaba desde el inicio de las obras. Cosa lógica y esencial si se pretende mantener una pendiente correcta y que el eje de la pirámide no se desvíe de su centro. Lo que sí se realizaba al final, era el pulimentado del recubrimiento, empezando desde arriba hasta llegar abajo a medida que las rampas eran desmontadas, o bien desde abajo a arriba mientras subía la altura de la pirámide como en el caso de la Roja de Senefru. Muchas de las zonas quedarían fuera del alcance de las rampas y debían utilizarse andamios de madera apoyados en la superficie de la pirámide y en las propias rampas. Esto concordaría en cierta manera con lo afirmado con Herodoto, pero no exactamente igual a como a él se lo describieron o como él lo interpretó, puesto que afirmaba que toda la cubierta se colocaba al final mientras que posiblemente lo que se hacía era sólo el alisamiento y pulimentado de la misma, pero sabemos que no siempre esto era así por el ejemplo mencionado de la Pirámide Roja: en una de las esquinas de la base hay una roca fundacional datada en el decimoquinto censo (año 30 de reinado) y sobre la hilera número doce, en un bloque del recubrimiento, se encuentra la fecha del decimosexto censo (año 32 de reinado), lo cual demuestra que la cubierta fue puesta y pulimentada desde el inicio y que en sólo dos años fue construido el 30% del volumen de la pirámide. En el caso de la Pirámide Roja de Seneferu en Dashur, quizá sólo quedaron sin pulimentar las zonas del recubrimiento que eran ocupadas por las rampas, que al ser retiradas sí serían pulimentadas desde arriba a abajo, no quedando entonces rastro de haber estado ahí colocadas durante la construcción, cosa que podría encajar nuevamente con el relato de Herodoto. En las canteras de Dashur el equipo alemán que excava en la zona encontró numerosas inscripciones con fechas que incluyen todas las épocas del año, lo cual demuestra que los trabajos de construcción de las pirámides no eran interrumpidos hasta su finalización.
Los bloques de recubrimiento presentan unos salientes de roca antes de ser completamente alisados. Posiblemente se dejaban para poder manipular mejor la roca al colocarla en la pirámide y una vez finalizada la misma se terminaban de alisar por completo. Notemos que cuando los salientes se dejan en la parte inferior o superior del bloque, resulta más cómoda la manipulación mediante palancas y/o cuerdas, ya que son los bloques que mejor deben encajar de entre los de la pirámide pues constituyen la presencia externa que tendrá finalmente.
Los corredores, canales y cámaras interiores, no eran excavadas en la roca salvo el pasaje y cámara subterráneos. Para realizar todo lo demás, se dejaba el espacio adecuado y se colocaban las rocas que formarían el interior visible de la pirámide. Por ejemplo el propio sarcófago del rey, se colocó en su lugar cuando las obras llegaron a la altura de su cámara, al igual que las paredes de granito rojo que la forman. También afirmó Herodoto que se utilizaron unas máquinas formadas por maderos cortos, que podían transportarse hilera a hilera según la necesidad. Quizá esa mención se relacione, con las palancas, los maderos utilizados a modo de freno para evitar el desplome de los bloques, las cuñas, los andamios... no lo podemos saber, pero tengamos en cuenta que ya en tiempos de Herodoto las pirámides llevaban ahí miles de años; lo que a él pudo llegarle fueron leyendas populares y si después lo interpretó correctamente o no, es algo de lo que tampoco podemos tener segundad.
La Gran Pirámide fue encumbrada con un "piramidión" de oro (una cubierta de oro dando esa sensación), según se desprende de análisis de los bloques superiores. El resultado final debió ser un espectáculo digno de admirar, todavía lo es y las condiciones actuales son muy distintas a las que debieron ser las originales. En las simulaciones el piramidión colocado tiene una altura de 15 metros, equiparable a la de un edificio de 5 plantas, sin embargo parece muy pequeño en relación a la pirámide. Nuevamente podemos darnos cuenta de las dimensiones de la pirámide y de la cantidad de espacio disponible que había sobre ella misma para poder trabajar con holgura.
Conclusiones finales:
Las teorías expuestas en
el presente artículo, no pretenden sentar cátedra sobre los sistemas constructivos de las grandes pirámides de Egipto, pero sí deseo dejar patente que son más que posibles sin tener que acudir a "soluciones" fantásticas que impliquen a "civilizaciones o técnicas superiores". Cuando "las cuentas" no salen seguramente es debido a que no se tienen los datos adecuados para hacer un cálculo que se ajuste a la realidad. Se ofrecen datos suficientes como para que quien lo desee comprenda que los supuestos misterios defendidos por los autodenominados piramidólogos, no son más que el fruto de la desinformación y el objetivo principal es mantener engañado al gran público con historias fantásticas sin ninguna base, pero que atraen a los lectores de sus publicaciones y ello les reporta grandes beneficios económicos. Evidentemente no todo el que se autodenomina "piramidólogo" obtendrá beneficio económico en la defensa de sus teorías, pero por desgracia esos son los que forman el gran grupo de los engañados por los que sí destacan en ese "mundillo" y tienen acceso a las mencionadas publicaciones. Ahora está en manos del lector, el aceptar las evidencias que ofrece la ciencia o seguir dando rienda suelta a su imaginación, creyendo en supuestas investigaciones de algunos aprovechados.
¿Herramientas imposibles?
Continuando con las teorías esotéricas de J.J. Benítez y MJ. Delgado, tratamos ahora al tema de la supuesta imposibilidad de que los egipcios hubiesen trabajado sobre rocas de alta dureza como el granito o la diorita. Según ellos, con herramientas de cobre como las que tenían los egipcios y aplicadas a mano es imposible cortar, taladrar y conformar este tipo de rocas. Con ello pretenden
insinuar que los egipcios dominaban técnicas y herramientas muy avanzadas: unos conocimientos heredados de "culturas superiores".
Quizás la única forma de demostrar de alguna manera que los antiguos egipcios sí pudieron utilizar las herramientas de cobre para trabajar todo tipo de roca, sería reproducir dichas herramientas y utilizarlas como debieron hacer los propios egipcios. De esta forma y apoyados en las representaciones que nos han llegado de los antiguos egipcios, así como las herramientas encontradas en Egipto, quedaría de nuevo patente el error cometido por los mencionados personajes.
Precisamente lo mencionado en el párrafo anterior, es lo que ha estado haciendo Denys A. Stocks durante más de dos décadas, reproducir herramientas egipcias y experimentar con ellas para demostrar cómo trabajaban rocas duras con elementos tan sencillos. En su libro "Experiments in Egyptian Archaeology. Stoneworking technology in Ancient Egypt" publicado por Routledge en el pasado año 2003, el autor resume sus trabajos y conclusiones, dejando en evidencia a todos los autores pseudocientíficos que han defendido y defienden teorías iguales o tan ridiculas como las de "Benítez-Delgado".
Stocks ilustra su libro con numerosas fotografías de todas las fases de sus estudios, desde la forma de construir las herramientas a la utilización de las mismas, comprobando que los resultados son iguales a los egipcios, incluyendo las marcas dejadas en las distintas rocas.
¿Cómo pudieron los egipcios trabajar cantos como la diorita, cuya dureza está un punto por debajo de la del diamante?
La diorita no está un punto de dureza por debajo del diamante, ni siquiera en la anticuada escala de Mohs. Por otra parte, ¿de qué "diorita" estamos hablando?: por ejemplo las leucodioritas, contienen menos de un 10% de cuarzo, a pesar de guardar gran parecido con las tonalitas y granodioritas. Es decir, existen dioritas relativamente blandas y otras más duras y ricas en cuarzo. Al igual que los granitos, son rocas rocas volcánicas (magmáticas) y guardan parecido con estos, encontrándose siempre su dureza por debajo del siete en la escala de Mohs (recordemos que en esta escala el siete es el cuarzo). Sí es cierto que algunas dioritas, por su estructura y composición, tienen gran dureza, pero de ahí a ponerlas tan cerca de la del diamante natural (hay diamantes artificiales más duros que el natural), hay un abismo... más que un abismo lo que hay es un burdo engaño. Actualmente se manejan distintas escalas de dureza y cada una tiene su propio ensayo y definición (las de Brinell, Knoop y sobretodo las de Vicker y Rockwell), pero la más famosa es precisamente la peor y la que encima suele tratarse como única: la escala de Mohs compara 10 minerales de dureza creciente; pone al talco en el 1 y al diamante en el 10, dando la falsa impresión de que éste es sólo diez veces más duro que el talco, cuando en realidad lo sería más de 36 veces (y más, dependiendo del tipo de diamante) si tomamos el "punto" como la diferencia en dureza entre talco y yeso (1 y 2 en la escala de Mohs). La escala de Mohs fue modificada por Woodell, para corregir este engaño al que se nos puede inducir y que muchos aprovechan para crear "misterios" donde no los hay. Según la escala modificada de Mohs, los granitos y dioritas son 6 veces más blandos que el diamante, es decir, están aproximadamente de 30 a 40 puntos por debajo del mismo en esta escala, que además no son "puntos" equiparables a los de las otras ya mencionadas.
Como primera conclusión, hay que entender que: "rocas duras como granito, diorita o esquisto" no son tan duras como algunos desinformados "investigadores" suelen decir. Pero claro, la verdad es lo último que interesa a ese tipo de personas, pues vende más escribir sobre "tecnologías muy desarrolladas" para poder trabajar rocas "tan duras" (según ellos). ¿Cómo fue posible esculpir en materiales duros estatuas tan perfectas con herramientas de cobre? Rocas del tipo diorita-granodiorita-granito, junto con calizas como el mármol y otras, han sido elegidas desde la antigüedad para la realización de esculturas, por su belleza y por su facilidad para "saltar en pedazos". La fragilidad de estas rocas puede ser una ventaja para un buen artista, que con maestría las modela sin que se desmoronen y un cincel de cobre es una herramienta perfectamente útil para este fin, aunque otros metales puedan resultar mejores. El cincel tiene como misión principal el comunicar el impacto a la roca, que producido en el lugar oportuno (sólo con las vibraciones no controladas se podría destruir por completo la roca más dura), hace que se desprendan los trozos que el escultor desea eliminar. No importa demasiado que el cincel sea blando, es hasta necesario si se quiere alisar una superficie eliminando los salientes con cuidado y sin rayarla. Aunque éste fuera de hierro seguiría siendo más blando que muchas rocas; su misión no es penetrarlas y es más, lo necesario es un material que aguante bien los impactos y los comunique lo mejor posible, de lo contrario el que saltaría en pedazos sería el cincel. Es decir, un cincel hecho íntegramente de diamante, sería totalmente inútil para este fin, al menos para cincelar grandes áreas (para detalles los egipcios utilizaban rocas como el sílex). Hoy día existen numerosas reproducciones de estatuas egipcias prácticamente idénticas al original, si bien la técnica aplicada no es la misma que la utilizada por los egipcios, en esencia no debe diferir demasiado.
¿Cómo puede penetrar el taladro tan rápido en una roca tan dura, a veces hasta 2 mm por vuelta ?
La respuesta es simple, no es cierto que penetraran hasta 2 mm por vuelta: en las micrografías se muestra que las marcas no son totalmente paralelas, que empiezan y terminan de forma aleatoria, etc., es decir, que el tamaño de los surcos depende sólo del tamaño de grano del abrasivo (normalmente polvo de cuarcita) y cuando unos se rompían o desgastaban, entraban en acción otros (de ahí que los surcos tengan principio y fin, sean desiguales en tamaño y no sean realmente paralelos siempre). Lo que las penetraba era esencialmente el cuarzo contenido en cualquiera de las rocas trituradas empleadas como abrasivo, que es bastante duro pero no tanto como para no desgastarse mucho antes de lo que lo haría el diamante. También se demostró en los ensayos que esas marcas aumentan cuando se usan aceites o grasas a la vez, es decir, los taladros se lubricaban también. Sin lubricación las marcas son mucho más pequeñas, por tanto, más rozamiento trituraba el abrasivo y el agujero quedaba muy suave pero destruía más rápidamente el taladro
La propia roca también dejaba marcas en el taladro con el uso y de ahí los surcos que tiene el que se encuentra en el Museo Petrie. Por todo esto, la vida de un taladro era limitada y seguramente se volvería a fundir para usar el cobre en otras cosas, éste es el motivo de que apenas tengamos restos pero sí infinidad de representaciones.
De hecho, hoy día se sigue aplicando parecida técnica en Egipto y poco importa que los taladros actuales sean de hierro, generalmente no es el metal el que taladra, aunque sí puede hacerlo en rocas blandas.
El sistema principal para la extracción de bloques de piedras en las canteras egipcias, parece haber sido el cincelado, pero fueron múltiples los sistemas utilizados. Para cada tipo de cantera y de piedra, unos sistemas eran más adecuados o rápidos que otros.
Los bloques que han quedado en las canteras, están marcados por las vigas que, a forma de palancas, se utilizaban para separarlos de la roca madre. Pero hay varios tipos de marcas en las canteras, que describen el método utilizado para trabajar la roca en cada caso.
Se han conservado representaciones de la elaboración de bloques por cincelado. La ilustración muestra cómo cincelaban, medían y nivelaban los bloques:
Los cinceles utilizados en el Imperio Antiguo, eran de cobre, aunque más duro que el cobre puro, puesto que de la mezcla con impurezas, a veces resulta una aleación de dureza cercana a la del bronce.
Seguramente la aleaciones eran accidentales, los egipcios sólo sabrían que el cobre extraído de ciertas zonas, era más duro y por eso lo preferían para ciertos trabajos. Del mineral mezclado y fundido con rocas de la zona, resultarían las aleaciones fortuitas. Pero ya a finales del Imperio Antiguo, hace su aparición el bronce.
Los cinceles eran golpeados por mazas de madera como la de la fotografía y podían utilizarse en rocas más duras que los primeros, puesto que lo que se pretende es comunicar el impacto a las mismas, no penetrarlas por dureza. Pero tanto el cobre como el bronce, resultaban poco eficaces para trabajar las rocas más duras como el granito.
Sierras, andamios, cuerdas, balancines, trineos, etc., son otras herramientas utilizadas en las canteras para la extracción y transporte de los bloques.
El tamaño de los cinceles aumenta con el tiempo, siendo de hasta 50 cm y de hierro ya en época tardía, que dejaban marcas alargadas y paralelas. Las marcas cortas de los cinceles de cobre del Imperio Antiguo, permiten datar fácilmente la época de explotación aproximada de una cantera.
Las piezas eran labradas in situ, al menos un esbozo primario antes de transportarlas. La razón para esto era preventiva, ya que se podría perder mucho tiempo y esfuerzo si la roca utilizada terminaba por romperse en esta primera fase. El primer esbozo es precisamente la fase que permite observar los posibles defectos del bloque en bruto. Muchas piezas fueron abandonadas en la misma cantera, ya sea por rotura o por encontrar zonas de mala calidad en la roca.
Canteras cubiertas formando túneles: son comunes las de arenisca y calizas. Al ser rocas sedimentarias, es fácil encontrarlas formando estratos. Los estratos eran marcados con ocre y siempre se explotaban solamente los de mayor calidad. Se comenzaba por arriba cincelando hasta dejar hueco para una persona. Se comenzaba la penetración de la roca por las zonas separadoras de los estratos, que son mucho más blandas y permitían una extracción rápida con las caras con apariencia prácticamente pulimentadas en muchos casos. En la actualidad se han retirado la mayoría de los detritos que contenían estas canteras, para poder estudiarlas mejor.
Canteras a cielo abierto: en los casos en que las rocas de mejor calidad se encontraban muy cerca de la superficie, la cantera podía explotarse a cielo abierto. Las formas, a veces de aspecto aparentemente caprichoso, son debidas a la búsqueda de la roca más apropiada para el objetivo al que estaba destinada. Tras el cincelado de los bloque, éstos eran separados de la roca madre a la altura de un estrato, mediante la introducción de cuñas. Algunas oquedades realizadas en las rocas, parecen haberse utilizado para ayudarse en la extracción y transporte de los bloques, mediante la inserción de cuerdas por las mismas y utilizándose a modo de poleas. Las canteras también contienen agujeros realizados para insertar en ellos los andamios de madera, que les permitían trabajar a grandes alturas.
Para la explotación del granito y otras rocas de mayor dureza, se solían utilizar herramientas de dolerita. La dolerita es una roca de gran dureza y resistente a los impactos. El desgaste de las mazas de dolerita, daban lugar a las bolas que se han encontrado en la canteras.
Las bolas de dolerita también se podían usar para desgastar manualmente las rocas en un proceso posterior de modelado de las mismas. Las marcas de cuñas, encontradas tanto en granito como en calizas, son de época tolemáica o posterior. Dichas marcas eran cinceladas, lo cual demuestra que sin lugar a dudas, los cinceles (de hierro en este caso) pueden utilizarse con el granito, aunque no fuese el sistema favorito de los egipcios del Imperio Antiguo, ya que el proceso con el cobre es más lento, pero más que posible y utilizado principalmente sólo en fases posteriores de refinado de las piezas
La utilización de herramientas de dolerita, con las que golpeaban el granito, deja unas marcas onduladas y suaves características, por el desprendimiento de lascas tras los impactos.
El ejemplo más típico de este tipo de marcas, lo encontramos en el famoso Obelisco Inacabado de las canteras de Asuán, donde además se han encontrado infinidad de bolas de dolerita por la zona.
Conclusión:
Las pruebas encontradas en las canteras egipcias, no dejan lugar a fantásticas teorías sobre "reblandecimiento de rocas", "creadas a partir de una mezcla de componentes químicos" o "cortadas con un láser". Las técnicas egipcias se nos muestran claramente en estos restos, que pueden leerse como un libro abierto por quien desee hacerlo.
El Autor de esta información es
Juan de la Torre Suarez.
http://www.piramides.org/