La anécdota enlazaría con la aquella en la que Michael, hacia 1985, se encapricha de la chaqueta de un ascensorista de Nueva York y el hombre se la regala. Creo que es la que luce en su entrevista con Reagan, una azul como muy recargada y llena de galones, ya sabéis. Este Michael era un caprichosillo. Y, claro, cómo negarle algo...
No fastidies!!! jajajajaaj, pues esa chaqueta a mi si que me gusta y mucho, y le queda que ni pintada. Que alguien nos cuente esa historia, por fi!!