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"Con todos los grandes embusteros se produce un hecho digno de notar al que deben su poder. En el acto concreto del engaño se ven poseídos por una fe de sí mismos: es esto lo que llama la atención de una forma tan milagrosa y tan poderosa a la gente que les rodea."
F.Nietzsche.
El engaño, de una manera u otra, atrae a las personas y en definitiva, seducir no es más que una forma de mentir sobre nuestra confianza en nosotros mismos.
A mi parecer, la seducción la puede practicar tanto el hombre como la mujer. Indiferentemente del sexo de la persona, lo unico a tener en cuenta será la confianza en uno mismo, que tendrá que superar a la del seducido.