M
Meiko
Guest
El franquismo ha hecho demasiada mella enfriando el amor patrio del pueblo, hasta el punto, a veces, de ridiculizar a los extranjeros (o escasos españoles), que muestran con fervor y devoción el aprecio hacia su tierra.
Yo ni una cosa ni la otra. No reniego de mis orígenes ni me avergüenzo de ellos (hacerlo sí que sería vergonzoso, valga la redundancia), así como tampoco me enorgullezco de forma desmedida de lo que mi país refleja.
Yo ni una cosa ni la otra. No reniego de mis orígenes ni me avergüenzo de ellos (hacerlo sí que sería vergonzoso, valga la redundancia), así como tampoco me enorgullezco de forma desmedida de lo que mi país refleja.