Cuanto tiempo patrijackson! Yo nunca tenía celulitis, a los veinti empezó a aparecerme y a los 22 mucho más...ahora a los 26 no tengo!
El drenaje linfático hecho todas las noches por nosotras mismas, por nuestra pareja o alguien cercano es un maravilloso método junto a esto que os voy a copiar...
A que mujer no le ha preocupado en algún momento la celulitis. Llega el verano y queremos estar a tono, mostrando nuestro mejor cuerpo y sin “vergüenzas”. ¿Qué hay detrás de esta gran problemática de las mujeres? ¿Que factores emocionales contribuyen? En esta publicación comentaremos las principales causas psicológicas y emocionales que generan la molesta piel de naranja.
Para comprender cómo es que el cuerpo genera una retención de líquido tal para convertirse en celulitis primero debemos entender que es la celulitis desde el punto de vista físico. La piel de naranja es ocasionada por un almacenamiento anormal de grasa y agua en el tejido conjuntivo cutáneo y subcutáneo. Este abultamiento debajo de la piel obstruye la circulación sanguínea y provoca que se estanquen las toxinas, no hay irrigación suficiente de nutrimentos a las células y provoca una congestión de toxinas que hace perder elasticidad y salud a la piel.
Entendemos también que hay distintos factores físicos que generan la piel de naranja, tales como: mala alimentación, falta de ejercicio, exceso de sodio, café y alcohol, ropa muy apretada, etc. Sin embargo es importante comprender que la relación cuerpo mente es un sendero de ida y de vuelta, ambos se sincronizan afectándose mutuamente, por lo que la celulitis, necesariamente debe ser abordada desde lo físico y también lo emocional. Las manifestaciones de enfermedades, dolencias o simplemente molestias, son producto de que el cuerpo siempre acaba sufriendo lo que nos negamos a aceptar conscientemente.
De acuerdo a Ruediger Dahlke, autor de “la enfermedad como camino” la celulitis es la forma natural de nuestros tejidos femeninos. El problema estaría en nuestro ideal estético, donde los cuerpos se han masculinizado y por ende, buscamos tener un tipo de piel que no existe, las mujeres tenemos el tejido adiposo distinto al del hombre.
Ahí ya podemos comprender un primer tema: la celulitis no es una enfermedad, es parte de la genética (física y emocional) de la mujer, todas tenemos en mayor o menor medida, y sí, existen algunas que no tienen, pero es normal tener en algún momento de tu vida y claramente hay distintos grados. Sé objetiva y fíjate bien en que grado estás. Cuando se presente la celulitis observa primero la parte física: cómo estás comiendo, qué estás comiendo y tomando, estás usando vestimenta cómoda?, cómo están funcionando tus hormonas?. Luego comprendamos que la celulitis al ser una retención anormal de grasa está hablando desde lo psicosomático de una retención más tiempo de lo “normal” de emociones principalmente rabia, rencor y resentimiento. Hay algo que no terminas de soltar, que puede ser hace muchos años o en tu vivencia presente.
Aquí la clave lo marca la definición: circulación lenta que provoca vasodilatación, las celulas adiposas crecen para tratar de eliminar residuos pero hay una hipertrofia que genera fibrosis, dificultando aún más el traspaso de nutrientes entre células.
Pensemos que somos una gran celula: estoy reteniendo rabias y rencores, no logro soltar y botar lo que no me sirve (pensamientos y creencias conscientes e inconscientes, dolores, apegos, situaciones, personas y objetos…) pero además de no soltar, crezco para tratar de nutrirme, hay una hipersensibilidad en mí, no puedo soltar ni me permito nutrirme, abrirme a la abundancia y recibir calidez. Estoy estancada, pero no olvidemos que las mujeres retenemos, así somos y es maravilloso por ejemplo poder contener en tu vientre durante 9 meses a tus hijos, eso también es parte de ser mujer, honrate ante todo.
Si se fijan este es a grandes rasgos el patrón desde las etapas físicas y emocionales por las que pasamos generando la piel de naranja. Aprovechemos estas pautas para observarnos desde el amor, sin juicios y ver: cómo estoy cuidándome por fuera, que dejo que “entre” en mi cuerpo y en mi ser interno… la comida simboliza lo que permito a nivel emocional, que ingrese en mí y afecte mi sentir.
Es saludable hacer un día de depuración cada cierto tiempo para vaciar nuestra “máquina” limpiarla y que funcione al 100%. Pueden encontrar gran bibliografía en la ayurveda: deepak chopra “el peso perfecto”. En el método alimenticio raw food, método montignac, trofología, etc.
Permitámonos liberar gran contenido enquistado y entregarnos al vacio, metafóricamente a lo que pasa cuando depuro mi cuerpo y cuando tengo buena digestión. Complementemos con una buena dieta, hacer algun deporte que me guste, no hacerlo obligado ya que así no libero endorfina y perpetúo la culpa, desgano y emociones precisamente que queremos liberar. Además es importante darse unos minutos al día para descargar los malos momentos, trabaja en tu jardín, pégale a las almohadas, metete a kick boxing, pero LIBERA! la mala circulación es un no fluir en la vida… lo que entra tiene que salir, así como en la comida, en las emociones también!
Bendiciones a todas, a comer rico, sano y soltar!
Pamela Labatut
Psicología & Flores