Maceo
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Esto es de la pagina de los cuarenta
- JUAN GUILARTE es Delegado de 40 Principales en Barcelona (10/07/2002)
Querido Michael
Tu no me conoces pero yo a ti sí. Permíteme que te diga algo que proclamo en alto y con orgullo: siempre me he considerado fan tuyo. Aunque a veces las únicas armas que me has dado para defenderte de tus caníbales detractores son tus excentricidades. Y fan sí, pero tonto no. Por eso me gustaría escribirte estas líneas.
Desde luego, a veces, das razones para dudar de tu grandeza como artista cuando por ejemplo te auto proclamas Rey del Pop -¿pretencioso?-. O aquella manía tuya de conceder entrevistas arropado por tu boa constrictor bajo la excusa de “temo más a los periodistas que a este dulce animal” –¿socio de PETA?-. O por qué no, cuando te empeñas en vestir con esa ropa imposible o en seguir utilizando el pasito del moonwalk... hasta cuando sales del cuarto de baño Michael, ¿qué tal un asesor de imagen?-. Como ves, ya no entro en tu mascarilla antipolución, en que si duermes en una cámara de oxígeno para conservarte siempre joven (posiblemente leyenda), o en la extraña fijación que tienes por construir parques de atracciones –si Walt Disney levantara la cabeza, aparte de darse de morros contra la tapa, te ficharía como director de marketing—.
Michael me ayudas muy poco para defenderte, la verdad. Pero aún así, lo sigo haciendo porque, sinceramente, creo que eres uno de los más grandes. Nunca podré olvidar Off the wall, y es que con ese disco tu redefiniste el pop. O tu álbum del 82 –algunos recuerdan ese año por Naranjito, (yo no). Hiciste algo tan grande que supongo debe atormentarte aún. No me extrañaría nada si me dijeras que cuando escuchaste Thriller te querías morir. Lo entendería, de verdad. Sólo de pensar que yo hubiera hecho una obra de arte y que el resto del mundo esperara que lo superara en un par de años con un nuevo disco, créeme, yo también preferiría morirme. Pero lo último, Jacko –porque ¿me dejas que te llame Jacko? Ya sabes, la confianza de hablar contigo- Pues eso, como digo, lo último, lo de que te tienen manía por ser negro… no sé. Me da que eso no te lo crees ni tú. Y lo digo porque estoy seguro de que te acuerdas que estos mismos señores, los que hoy acusas de racistas, fueron los que consiguieron que la toda poderosa MTV programara tus vídeos. Sí, sí, no te hagas el despistado que lo sabes muy bien. Gracias a ellos, los racistas de la MTV que decían que la música negra jamás podría interesar a sus televidentes, pues eso, tu compañía discográfica SONY MUSIC, presionó y presionó hasta que se les cayó el cucurucho ese de Ku Kus Klan que llevaban por sombrero.
Sabes lo que creo. Que se te ha malinterpretado. En realidad tú no querías decir eso del rollo racista. Tu eres un tío grande –perdona por lo de tío ya ves me animo, me animo y parece que le estoy hablando a un colega- pues eso que como eres un tío grande, tu discurso tiene que ir más allá del rollito racista. Sí, ahora lo sé. Tú querías decir que las compañías son un peligro para el artista, sea negro –que casi ni es tu caso- o blanco. Tú querías decir que estás en el mismo barco que Don Henley o Sheryl Crow (ambos actualmente dirigen una feroz cruzada por el respecto contractual que se merecen los autores en Estados Unidos.) Ahí está, ahí está. Eso es lo que tú querías decir. Que se respete al artista, que las canciones que escriba un autor sean suyas por derecho y no que pasen 50 años hasta que se les devuelva su autoría plena. O que los porcentajes que le cobra a un músico la ASCAP (The American Society of Composers, Authors and Publishers) -la SGAE en España- no sean tan abusivos, por no hablar de los impuestos derivados de ventas, derechos de autor... O, no me digas, seguro que también estabas pensando en los altos sueldos de los ejecutivos discográficos todo el día viajando en primera de aquí para allá, restaurantes de lujo, chofer privado… Todo en detrimento, claro está, del músico, que luego se las ve y se las desea para contratar al batería fulanito porque ya no hay presupuesto.
Claro, ahora lo entiendo, tu “cruzada” –de cables o al más puro estilo edad media, entiéndase como quiera- iba dirigida al “negocio”. Ya decía yo, como va Mr Michael Jackson –mira ahora te hablo de usted, que raro soy- a escudarse en la tan trillada excusa del racismo, de un boicot orquestado por las compañías discográficas para hundir la música negra, que por cierto es una de las mayores fuentes de ingresos.Vale Michael por un momento me habías engañado hasta a mi. Y es que sólo de pensar que lo que dijiste en Harlem de “es que me tienen manía por ser negro” pudiera haber salido de ti me asustaba. Ya te veía como Elton John dispuesto a actuar junto al homófobo Eminem tan sólo por estar en el “candelabro”. -Mi Michael no es así, no necesita de eso porque él es un músico- eso es lo que pienso ahora al verme iluminado por la luz de la verdad divina.
¿Oye pues sabes lo que te digo?, que me voy a la cama más tranquilo. Me has quitado un peso de encima. Ahora cuando alguno de tus sanguinarios enemigos -esos tipos sedientos de sensacionalismos y ávidos de sórdidos escándalos sexuales- me diga “Michael Jackson dijo aquello del racismo porque su último disco Invencible no ha vendido un pimiento”, yo le podré contestar: “Que poco sabes". Tú sinceramente crees que un artista de su talla, alguien que lleva en el mundo de la música desde los 10 años, que si quisiera podría decorar todos los Hard Rock del mundo con sólo sus discos de oro, un tipo al que podrían reconocer desde Groelandia hasta Tierra del fuego, tú crees que un tipo así va andarse con excusas de niño: ‘señorita que me tienen manía’. ¡Anda ya! No pienso ni contestarte a esa pregunta.” Eso es lo que le diría.
Bueno Jacko, me voy a dormir que es tarde. Un placer hablar contigo aunque sea por carta. Ya me ha quedado todo claro, ni los rumores de tu precario estado financiero ni las escuetas ventas de tu último disco ni el ansia de estar en el candelero de los medios con el fin de lanzarse como la Juan de Arco de los negros en América –hubiera sido mejor ejemplo Malcom X, estoy cansado ya no sé lo que digo.- Que se te ha malinterpretado y ya está, que tenías uno de esos días tontos y que no quisiste decir lo que dijiste, no hay que darle más vueltas.
Un abrazo sincero
Juan
Pd: Se me olvidaba. Que a mí si que me gusta tú nuevo disco, Invencible. Y algo que no digo por decir ni por afán de tranquilizarte en tu proceso creativo, yo soy uno de esos fans que no espera que hagas otro Off the wall u otro Thriller. Sólo me conformo con que bajes de vez en cuando a la realidad de la gente. Y es que las excentricidades –en exceso- provocan un alejamiento de la realidad que no es bueno para un músico. Vives en un mundo que, por desgracia, en muchos casos no es real, y en un mundo así no se puede escribir sobre lo humano, que en el fondo, es lo que interesa a la gente. Michael You’re walking on air ya va siendo hora de que bajes.
- JUAN GUILARTE es Delegado de 40 Principales en Barcelona (10/07/2002)
Querido Michael
Tu no me conoces pero yo a ti sí. Permíteme que te diga algo que proclamo en alto y con orgullo: siempre me he considerado fan tuyo. Aunque a veces las únicas armas que me has dado para defenderte de tus caníbales detractores son tus excentricidades. Y fan sí, pero tonto no. Por eso me gustaría escribirte estas líneas.
Desde luego, a veces, das razones para dudar de tu grandeza como artista cuando por ejemplo te auto proclamas Rey del Pop -¿pretencioso?-. O aquella manía tuya de conceder entrevistas arropado por tu boa constrictor bajo la excusa de “temo más a los periodistas que a este dulce animal” –¿socio de PETA?-. O por qué no, cuando te empeñas en vestir con esa ropa imposible o en seguir utilizando el pasito del moonwalk... hasta cuando sales del cuarto de baño Michael, ¿qué tal un asesor de imagen?-. Como ves, ya no entro en tu mascarilla antipolución, en que si duermes en una cámara de oxígeno para conservarte siempre joven (posiblemente leyenda), o en la extraña fijación que tienes por construir parques de atracciones –si Walt Disney levantara la cabeza, aparte de darse de morros contra la tapa, te ficharía como director de marketing—.
Michael me ayudas muy poco para defenderte, la verdad. Pero aún así, lo sigo haciendo porque, sinceramente, creo que eres uno de los más grandes. Nunca podré olvidar Off the wall, y es que con ese disco tu redefiniste el pop. O tu álbum del 82 –algunos recuerdan ese año por Naranjito, (yo no). Hiciste algo tan grande que supongo debe atormentarte aún. No me extrañaría nada si me dijeras que cuando escuchaste Thriller te querías morir. Lo entendería, de verdad. Sólo de pensar que yo hubiera hecho una obra de arte y que el resto del mundo esperara que lo superara en un par de años con un nuevo disco, créeme, yo también preferiría morirme. Pero lo último, Jacko –porque ¿me dejas que te llame Jacko? Ya sabes, la confianza de hablar contigo- Pues eso, como digo, lo último, lo de que te tienen manía por ser negro… no sé. Me da que eso no te lo crees ni tú. Y lo digo porque estoy seguro de que te acuerdas que estos mismos señores, los que hoy acusas de racistas, fueron los que consiguieron que la toda poderosa MTV programara tus vídeos. Sí, sí, no te hagas el despistado que lo sabes muy bien. Gracias a ellos, los racistas de la MTV que decían que la música negra jamás podría interesar a sus televidentes, pues eso, tu compañía discográfica SONY MUSIC, presionó y presionó hasta que se les cayó el cucurucho ese de Ku Kus Klan que llevaban por sombrero.
Sabes lo que creo. Que se te ha malinterpretado. En realidad tú no querías decir eso del rollo racista. Tu eres un tío grande –perdona por lo de tío ya ves me animo, me animo y parece que le estoy hablando a un colega- pues eso que como eres un tío grande, tu discurso tiene que ir más allá del rollito racista. Sí, ahora lo sé. Tú querías decir que las compañías son un peligro para el artista, sea negro –que casi ni es tu caso- o blanco. Tú querías decir que estás en el mismo barco que Don Henley o Sheryl Crow (ambos actualmente dirigen una feroz cruzada por el respecto contractual que se merecen los autores en Estados Unidos.) Ahí está, ahí está. Eso es lo que tú querías decir. Que se respete al artista, que las canciones que escriba un autor sean suyas por derecho y no que pasen 50 años hasta que se les devuelva su autoría plena. O que los porcentajes que le cobra a un músico la ASCAP (The American Society of Composers, Authors and Publishers) -la SGAE en España- no sean tan abusivos, por no hablar de los impuestos derivados de ventas, derechos de autor... O, no me digas, seguro que también estabas pensando en los altos sueldos de los ejecutivos discográficos todo el día viajando en primera de aquí para allá, restaurantes de lujo, chofer privado… Todo en detrimento, claro está, del músico, que luego se las ve y se las desea para contratar al batería fulanito porque ya no hay presupuesto.
Claro, ahora lo entiendo, tu “cruzada” –de cables o al más puro estilo edad media, entiéndase como quiera- iba dirigida al “negocio”. Ya decía yo, como va Mr Michael Jackson –mira ahora te hablo de usted, que raro soy- a escudarse en la tan trillada excusa del racismo, de un boicot orquestado por las compañías discográficas para hundir la música negra, que por cierto es una de las mayores fuentes de ingresos.Vale Michael por un momento me habías engañado hasta a mi. Y es que sólo de pensar que lo que dijiste en Harlem de “es que me tienen manía por ser negro” pudiera haber salido de ti me asustaba. Ya te veía como Elton John dispuesto a actuar junto al homófobo Eminem tan sólo por estar en el “candelabro”. -Mi Michael no es así, no necesita de eso porque él es un músico- eso es lo que pienso ahora al verme iluminado por la luz de la verdad divina.
¿Oye pues sabes lo que te digo?, que me voy a la cama más tranquilo. Me has quitado un peso de encima. Ahora cuando alguno de tus sanguinarios enemigos -esos tipos sedientos de sensacionalismos y ávidos de sórdidos escándalos sexuales- me diga “Michael Jackson dijo aquello del racismo porque su último disco Invencible no ha vendido un pimiento”, yo le podré contestar: “Que poco sabes". Tú sinceramente crees que un artista de su talla, alguien que lleva en el mundo de la música desde los 10 años, que si quisiera podría decorar todos los Hard Rock del mundo con sólo sus discos de oro, un tipo al que podrían reconocer desde Groelandia hasta Tierra del fuego, tú crees que un tipo así va andarse con excusas de niño: ‘señorita que me tienen manía’. ¡Anda ya! No pienso ni contestarte a esa pregunta.” Eso es lo que le diría.
Bueno Jacko, me voy a dormir que es tarde. Un placer hablar contigo aunque sea por carta. Ya me ha quedado todo claro, ni los rumores de tu precario estado financiero ni las escuetas ventas de tu último disco ni el ansia de estar en el candelero de los medios con el fin de lanzarse como la Juan de Arco de los negros en América –hubiera sido mejor ejemplo Malcom X, estoy cansado ya no sé lo que digo.- Que se te ha malinterpretado y ya está, que tenías uno de esos días tontos y que no quisiste decir lo que dijiste, no hay que darle más vueltas.
Un abrazo sincero
Juan
Pd: Se me olvidaba. Que a mí si que me gusta tú nuevo disco, Invencible. Y algo que no digo por decir ni por afán de tranquilizarte en tu proceso creativo, yo soy uno de esos fans que no espera que hagas otro Off the wall u otro Thriller. Sólo me conformo con que bajes de vez en cuando a la realidad de la gente. Y es que las excentricidades –en exceso- provocan un alejamiento de la realidad que no es bueno para un músico. Vives en un mundo que, por desgracia, en muchos casos no es real, y en un mundo así no se puede escribir sobre lo humano, que en el fondo, es lo que interesa a la gente. Michael You’re walking on air ya va siendo hora de que bajes.