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«Yo a Michael se lo debo todo»
Beatriz Ariznavarreta, una ovetense de 25 años, viajó a California para defender a su ídolo, con el que se ve habitualmente
MARCOS MORO/GIJÓN
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AMIGOS. Beatriz Ariznavarreta, junto a Jackson, en una de sus limusinas.
Entre los cientos de fans que arroparon a su ídolo en las puertas de los juzgados de Santa María en California se encontraba ayer en primera línea una ovetense de 25 años. Se llama Beatriz Ariznavarreta Morán y ha hecho de su devoción por Michael Jackson el pilar de su vida. De hecho, ayer mismo confesaba sin rubor ante el despliegue de cámaras de televisión que se congregó ante las dependencias judiciales californianas que «yo a Michael se lo debo todo».
Su activismo en defensa del artista internacional la ha llevado a perseguir al cantante por lo largo y ancho del mundo. Todo comenzó, recuerda su familia desde Oviedo, con la presencia de la joven en el concierto que el 'rey del pop' ofreció en la década de los noventa en la capital asturiana. «A partir de ahí trastornó», asegura su hermana Cayetana. «Una cosa es que alguien te guste, pero ella no tiene límite. No se plantea nada más en la vida más allá de seguir y defender a Michael», añade.
La admiración por Jackson se convirtió con el paso del tiempo en auténtica veneración cuando conoció al cantante de 'Thriller' en persona. Beatriz empezó entonces a pasar más tiempo en los aeropuertos y los hoteles que en su propia casa, donde su madre María Luisa afirma que «ya nos tiene descolocados con tanto viaje». Durante el último año los desplazamientos de esta ovetense a Estados Unidos no han parado de sucederse. Ella siempre se las arregla para contactar y localizar a un mito con el que ya se ha acostumbrado a verse habitualmente.
«Hemos perdido la cuenta. Viaja una vez cada dos meses prácticamente y esto le está creando problemas para encontrar un trabajo estable», asegura su progenitora desde el inmueble familiar.
La joven asturiana se costea como puede su faceta trotamundos y comparte con la gijonesa Dulce Iglesias y otras dos chicas extranjeras la misma afición viajera motivada por el pequeño de los Jackson.
Ayer por la tarde, Beatriz se puso en contacto con su hermana Cayetana desde California. «Me dijo que se iba al rancho de Neverland a cenar y que estaba sorprendida porque Michael Jackson permitió el acceso a la prensa. También me contó que Michael se subió a una furgoneta y se lió una muy gorda frente a los juzgados», recordó.
«Es como un niño»
Para Beatriz Ariznavarreta es imposible que la estrella del pop haya cometido los abominables delitos de los que se le acusa. «Habla y reacciona como un niño. Da la sensación de inocencia, de inmadurez y de que le han manipulado a lo largo de toda su vida».
Quien expresa la opinión de Beatriz es Cayetana Ariznavarreta, que en una ocasión acompañó a su hermana al controvertido rancho de Neverland. «Aquello es alucinante. estuvimos un día entero y nos quedó por ver casi la mitad», rememora.
De hecho, Beatriz tuvo ocasión de compartir diversiones y parque de atracciones con el niño de 14 años cuyas escabrosas acusaciones iniciaron el proceso judicial contra el cantante. «Mi hermana le vio perfectamente después de recuperarse de su enfermedad y me dijo que estaba claro que sentía verdadera adoración por él».
Cayetana también tuvo oportunidad de disfrutar junto a su hermana de la hospitalidad de Jackson en Nueva York durante el fatídico 11 de septiembre de 2001. «Nos quedamos sin hotel y él nos puso a disposición un autobús que utiliza para las giras. Se portó fenomenal», asegura Cayetana que, como su madre y su otro hermano, espera que algún día le pase la fiebre a Beatriz.