Cien millones de dólares para víctimas de abuso sexual
El juez aprueba el arreglo extrajudicial obligatorio entre la Diócesis de Orange y 87 demandantes
Agustín Durán
Reportero de La Opinión
04 de enero de 2005
Un tribunal del estado de California en Los Angeles finalmente aprobó ayer el acuerdo de 100 millones de dólares que la Arquidiócesis del condado de Orange tendrá que pagar a 87 víctimas de abuso sexual en su territorio.
El juez Owen Kwong, ante la presencia de decenas de víctimas y sus familiares, además del obispo del condado de Orange, Tod Brown, informó que el fallo se debía a la perseverancia y gran esfuerzo de las víctimas mostrado durante las mediaciones del acuerdo que fue alcanzado el 2 de diciembre. “Esto no cambia absolutamente nada el dolor, tristeza y coraje que la mayoría de las familias llevamos en nuestro interior”, expresó Sheiida Huicochea Ruiz, madre de un joven de 35 años y que fue abusado a la edad de 10.
“Fue devastador lo que ocurrió en la familia y el dinero no va a venir a cambiar de la noche a la mañana el daño que nos hicieron... Alivia el hecho de saber que es un paso hacia la justicia de tantas víctimas, pero no arregla las cosas”.
El hijo de Huicochea fue abusado por varios años por el sacerdote Siegfried Widera, quien se suicidó el año pasado en Mazatlán, Sinaloa, México, al ser detenido por las autoridades. El clérigo brincó de una ventana del hotel donde se hospedaba.
“Lo que nos dolió mucho es que la diócesis ya sabía que el cura Widera tenía antecedentes de abuso sexual en Milwaukee y todavía así lo mandaron a otra iglesia”, agregó la madre.
Ray Boucher, uno de los consejeros de las víctimas, informó que el arreglo monetario es para todas las personas que por muchos años han tenido que cargar el sentimiento de culpabilidad y miedo en ellos mismos.
Además, agradeció al obispo Brown que aguantara las presiones de sus colegas y de muchos en la diócesis para no ceder a sus presiones y tomar “un camino diferente”.
El obispo informó que espera que los cambios que se han hecho en la práctica del personal en la Iglesia sean suficientes para evitar que vuelva a repetirse lo ocurrido a las 87 víctimas.
“Me quiero disculpar con las víctimas por el abuso sufrido por parte de los sacerdotes y/o por el personal de la Iglesia”, indicó el máximo representante de la Iglesia Católica en el condado de Orange.
Llanto del perdón
“Pido su perdón y espero su reconciliación”, agregó. “Sé que ahora ya podrán iniciar su proceso de sanación”.
En ese momento varias víctimas y familiares de ellas, rompieron en llanto y agradecieron al prelado su apoyo, aunque no todos los afectados estaban de acuerdo.
“Cómo podemos estar agradecidos si por años la Iglesia ha utilizado todos sus recursos para enterrar toda la información y evidencias que ayuden a las víctimas”, afirmó Jaime Romo, profesor de la Universidad de San Diego y una de las víctimas.
“Muchos especialistas y psicólogos han dicho que lo que pasó en Boston es como un día de asueto en Disneyland comparado con lo que pasó en Los Angeles”, indicó el profesor que forma parte de los más de 500 casos pendientes en Los Angeles.
Romo indicó que, por cada víctima que se armó de valor y expuso su caso, existen muchos que no lo hicieron. “Van a pasar muchos años antes que podamos pensar en que esto va a sanar, porque nos ha afectado toda la vida”.
“Esto es como una cicatriz, que aunque cierra, sigue estando ahí y nunca lo podremos olvidar”, expresó el hombre de 45 años de edad y padre de familia.
Los abogados expresaron que este caso no sólo resolverá la demanda de los 87 implicados, sino que sentará un ejemplo con el resto de las diócesis de California, particularmente en la Arquidiócesis de Los Angeles, la más grande de la nación.
Los términos y arreglos no eran confidenciales, pero se mantuvieron en secreto los nombres de los acusados y las cantidades específicas que recibirán a fin de proteger su privacidad.
El dinero podrá ser cobrado por las víctimas sin la necesidad de obtener la aprobación de la diócesis y, en un futuro, el tribunal convocará reuniones para saber que todos los acuerdos son alcanzados y aplicados de buena fe.
La diócesis también estuvo de acuerdo en dar a conocer todos los documentos que sean relevantes en los casos de abuso sexual, sujetos a una orden del tribunal.
Entre los depredadores sexuales en el caso resuelto se cuentan 31 sacerdotes, 10 asistentes de las iglesias, un hermano religioso y dos religiosas. Algunos de los implicados fueron los sacerdotes Michael Harris, John Lenihan, Siegfried Widera y Eleuterio Ramos.
Fuente: La Opinión Digital (Los Ángeles)
http://www.laopinion.com/primerapagina/?rkey=00050103194923117001