La insatisfacción que (con cierta y particular razón, máxime si lo comparamos con la trayectoria de otros solistas y/o grupos anteriores o coetáneos a él, de similar nivel artístico y musical) cunde en una parte del seguidor de Michael Jackson, en relación con el bagaje poco prolífico -en número de lanzamientos- que nos legó en vida, no habría tenido que ser paliada, necesariamente, con una mayor cuantía de álbumes de estudio oficiales presentados (aparte de los que, en su momento, llegaron a publicarse), sino corregida a partir de un mejor aprovechamiento de las canciones que, por motivaciones diferentes en cada caso, se vieron descartadas de las sesiones de grabación procedentes de cada trabajo.
Aunque una porción nada desdeñable de temas desechados de los álbumes
Bad,
Dangerous o
Invincible han terminado viendo la luz en el período comprendido entre los años 2001 -con
Bad: Special Edition- y 2014 -con
Xscape-, su impacto general, traducido en popularidad, conocimiento de las mismas por el gran público, y, sobre todo, en ventas y su consiguiente recepción comercial, se ha tornado bastante limitado y reducido a la comunidad de seguidores, con una muy pobre difusión.
Aun corriendo el riesgo de reducir a la mínima expresión el catálogo póstumo de Jackson (al menos, del que ya conocemos), yo me habría aventurado, en los 80 y 90, a colmar los tiempos de espera entre discos, editando EP's de transición, a modo de hiato entre un gran proyecto y otro, procurando rentabilizar la jugada a través de la inclusión de una parte de las mismas en las giras respectivas, promoviéndolas como sencillos, o, en último término, como caras B de los singles de cabecera, a modo de bonus tracks. Ilustro, para ello, un ejemplo de mi exposición anterior:
- Bad (1987).
- Bad (Bonus tracks) -1989, coincidiendo con la recta final de la gira-.
- Dangerous (1991).
- Dangerous (Bonus tracks) -1993, ídem al punto indicado en Bad (Bonus tracks), y con anterioridad al estallido del caso Chandler-.
En base a dicha fórmula, la expectación (o
hype, empleándose su acepción en inglés) entre un gran lanzamiento y otro no habría sufrido rasguño alguno, sin alterar en sentido desfavorable los registros obtenidos por
Dangerous y
HIStory -los discos que, presuntamente, se habrían hallado afectados por tal estrategia-, optimizando sus prestaciones en las listas -faceta en la que, aun con notables resultados, podría haber incidido, en términos de mejora- y transmitiendo al respetable una impresión de mayor continuidad en el circuito de cuanto a la opinión pública le ha quedado marcada en la impronta de su memoria, en relación con su figura, injustamente o no.
Por último, en lo que respecta a la etapa posterior a
Invincible, continúo sosteniendo, a día de hoy, que, desde entonces y hasta la fecha de su trágica muerte, Michael ya no podría haber reunido las condiciones mínimas requeridas (por cuestiones de salud, deterioro de imagen pública, pérdida del compás de una cierta regularidad en el cumplimiento de plazos en una agenda de trabajo estable, de cierto interés en los entresijos de la fama -y las privaciones que ella le comportaron, qué duda cabe de todo ello- y de la evolución de las tendencias de género existentes en la década de 2000) como para optar a su restablecimiento como monarca del pop en el panorama musical mainstream, con las garantías y con la vitola que detentó, con total merecimiento, durante su edad dorada. Adjunto el comentario vertido por el usuario pbr, allá por el lejano año 2005, con el que concuerdo en grado sumo.
................................................................. estoy loco por saber una cosa, cuando michael se libre de sony finalmente (todo parece indicar ke en diciembre ocurrirá ese milagro). ¿a kien le echaran las culpas de las malas ventas los mas aferrimos fan??????????????' sin...
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De ahí que, aunque pueda hallarme equivocado en mi pronóstico, prosigo creyendo que Jackson no habría vuelto a la actividad como tal en primera línea, poniendo punto y final a su excelsa andadura como solista más allá de
Invincible, con
This Is It como última estación previa al vencimiento y término de su atemporal obra.