Aquí se celebra como DIA de muertos una tradición mexicana.
La Noche de los Muertos
Todos los siglos de la raza purépecha se reúnen esta
noche.
La distancia se vuelve voces de pies desnudos, voces de cánticos, voces de rezos, voces iguales.
Van los cirios con su humilde fuego Van los cempaxúchiles con su rostro que conjuga el llanto con la risa.
Luto amarillo.
El lago de Pátzcuaro se incendia de puro cansancio y tampoco llora.
En la noche de los muertos nadie llora, ni los hombres, nilas guares... las mujeres. Ni las islas, ni los pescados blancos,ni las redes, ni los mismos muertos.
A Pátzcuaro muchos van a morir. Ahí encuentran un calor difícil de explicar de la tierra roja y negra.
En la noche de los muertos éstos vienen a comer junto a sus hijos, junto a sus enemigos. Y se alumbran con los cirios y se adornan con las flores y se sientan junto a las canastas... y comen tortillas y comen pan de muerto y toman caldo michi, pescado y comen al lado de la canasta. Es fiesta.
Rezan las cruces que señalan el lugar de los muertos. Rezan las voces purembes y también las castellanas. Hay un sentimiento que confunde a indios y españoles.
Es la fiesta de los muertos. Es la noche de caminar por la orilla del lago con su velo de plata, para iluminar la vida que en él se vive y también la muerte que en él se esconde.
Y allá en el cielo, la luna con su velo de marfil se mira en el mismo lago y éste, en silencio le habla de amor.
Y los muertos regresan a su tierra, para no interrumpir el idilio.
Tradicional Noche de Muertos en Michoacán
( Animecha Kejtzitacua )
El significado y forma de la tradicional noche de muertos, puede cambiar de una población a otra, pero se realiza con el mismo fin: honrar la memoria de las personas que han sido sepultadas en los cementerios de las poblaciones purépechas, donde se realizan estas celebraciones como Pátzcuaro, Janitzio, Tzintzuntzan, Ihuatzio, Huecorio, Jarácuaro, Tzurumútaro y Uranden.
La ceremonia de noche de muertos, de acuerdo a la costumbre general, se inicia con la velación de los angelitos (Kejtzitakua Zaticheri), desde la noche del 31 de octubre, o por la mañana del día primero de noviembre, como en Janitzio y otras poblaciones, acudiendo a los panteones las madres y los hermanos de los niños que no conocieron las alegrías y las tristezas de los adultos adornándoles sus tumbas con juguetes, flores y frutas de la estación; más tarde durante ese mismo día, es costumbre ancestral en todas las poblaciones ribereñas del lago de Pátzcuaro, el que los habitantes se trasladen con solemnidad al cementerio y localicen los lugares de reposo de sus seres queridos, colocando hermosas servilletas bordadas, depositando ahí los manjares que en vida fueron del agrado de sus difuntos, ofrendas florales formando arcos con adornos de flores de cempaxúchil, pan de muerto, calaveras de azúcar, formando verdaderas obras artísticas iluminadas por velas y cirios, una vez terminado el arreglo de las tumbas se procede a la velación, la que inicia a media noche, con cantos y rezos purépechas de dulce y musical cadencia que imploran el descanso de las almas de los ausentes y la felicidad de los que quedan en la tierra, terminando la ceremonia la madrugada del día dos de noviembre.
[size=-1]Por: F. Víctor Villagómez[/size]
Noche de Muertos en Tzintzuntzan