A mí los dobles de Michael, por muy buenos que sean, me dan una sensación de mal royo que no veas... no sólo en la imagen, sino también en la forma de bailar, y es que se puede ser un genial bailarín e imitar casi al milímetro las coreografías de Michael, pero El Rey es único, le da unas inflexiones a cada gesto, a cada paso, que jamás podrá ser imitado al 100% (ni siquiera al 70%) por nadie.