pussycontrol
HideOuter Gayhetero
Unas reflexiones (visto y oido) sobre la racionalidad científica:
La posibilidad de confirmar las conclusiones científicas mediante experimentos, asi como la de utilizarlas al servicio del hombre, se deben a la perspectiva n la que la ciencia se sitúa a la hora de conocer, a la hora de dar cuenta de la realidad, y no a que la racionalidad científica sea una "superior" a cualquier otra, a que los métodos de conocimiento que la ciencia utiliza sean los mas adecuados. Lo que la ciencia pretende es conocer cómo funciona la realidad con el fin de poder prever lo que va a ocurrir, y si es posible intervenir en ello, y no saber cúal es la naturaleza de lo real, ni saber si tiene un sentido o si carece de él.
Las preguntas sobre qué es auténticamente la realidad quedan al margen de la ciencia. La ciencia no es, ni pretende ser, un saber que proporcione un conocimiento que se corresponda, que recoja de manera exacta lo que es la realidad. Proporciona simplemente un conocimiento simbólico de la misma y prueba de ello es que en muchos momentos históricos existen teorías diferentes acerca de partes de la naturaleza-como por eje las teorías sobre la luz-todas ellas igualmente adecuadas, igualmente científicas, y se sigue, normalmente, aquella, que por motivos prácticos resulta, mas eficaz. Las teorías científicas son como los mapas de un territorio y, como ellos, describen la realidad simplemente para que ésta pueda ser manipulada, utilizada. Sólo contactan con la realidad en los experimentos y éstos no son sino manipulaciones del hombre mediante las cuales intervienen en la naturaleza, obligándola a responder de una determinada manera. No son, pues la realidad, sino una interpretación de la misma.
También quedan al margen de la ciencia las preguntas sobre el sentido de la realidad. En algunos de los descubrimientos científicos de los últimos tiempos se puede ver una muestra clara de esta situación...los conocimientos cientificos se caracterizan por su exactitud, por el rigor de sus previsiones, pero esto se debe a que los problemas de los que se ocupan son prácticos, de funcionamiento "secundarios" diría Ortega y Gasset-y no a una superioridad de la racionalidad científica sobre cualquier otro tipo d racionalidad.
La posibilidad de confirmar las conclusiones científicas mediante experimentos, asi como la de utilizarlas al servicio del hombre, se deben a la perspectiva n la que la ciencia se sitúa a la hora de conocer, a la hora de dar cuenta de la realidad, y no a que la racionalidad científica sea una "superior" a cualquier otra, a que los métodos de conocimiento que la ciencia utiliza sean los mas adecuados. Lo que la ciencia pretende es conocer cómo funciona la realidad con el fin de poder prever lo que va a ocurrir, y si es posible intervenir en ello, y no saber cúal es la naturaleza de lo real, ni saber si tiene un sentido o si carece de él.
Las preguntas sobre qué es auténticamente la realidad quedan al margen de la ciencia. La ciencia no es, ni pretende ser, un saber que proporcione un conocimiento que se corresponda, que recoja de manera exacta lo que es la realidad. Proporciona simplemente un conocimiento simbólico de la misma y prueba de ello es que en muchos momentos históricos existen teorías diferentes acerca de partes de la naturaleza-como por eje las teorías sobre la luz-todas ellas igualmente adecuadas, igualmente científicas, y se sigue, normalmente, aquella, que por motivos prácticos resulta, mas eficaz. Las teorías científicas son como los mapas de un territorio y, como ellos, describen la realidad simplemente para que ésta pueda ser manipulada, utilizada. Sólo contactan con la realidad en los experimentos y éstos no son sino manipulaciones del hombre mediante las cuales intervienen en la naturaleza, obligándola a responder de una determinada manera. No son, pues la realidad, sino una interpretación de la misma.
También quedan al margen de la ciencia las preguntas sobre el sentido de la realidad. En algunos de los descubrimientos científicos de los últimos tiempos se puede ver una muestra clara de esta situación...los conocimientos cientificos se caracterizan por su exactitud, por el rigor de sus previsiones, pero esto se debe a que los problemas de los que se ocupan son prácticos, de funcionamiento "secundarios" diría Ortega y Gasset-y no a una superioridad de la racionalidad científica sobre cualquier otro tipo d racionalidad.