Hay muchas respuestas a este post que me parecen muy interesantes; a ver si yo puedo aportar algo al tema con lo que voy a contar.
Siempre he sido de las que cree que el que decide suicidarse debe de ser muy valiente, a mí el simple hecho de pensar en tirarme de algún sitio o algo así me da un acojone que no veas. Muchas veces he pensado que el que decide quitarse la vida es porque no ve otra salida o porque no ha tenido el suficiente apoyo por parte de su gente para ver que no es así. Pero bueno, lo que quiero contaros es la historia de mi prima ( y la voy a contar porque sé que a ella no le importaría).
Mi prima tenía una enfermedad mental desde que era pequeña, no estaba loca, pero bastante a menudo le daban crisis de ansiedad. A los 30 años conoció a un chico con su misma enfermedad en un taller para gente con problemas. El era de Andalucia y sólo iba a estar aquí el tiempo que durase el taller. El caso es que se enamoraron y él vino varias veces a verla. Yo jamás la había visto tan feliz, supongo que porque por primera vez en su vida se sintió como las demás. Un día casi a finales del año 2003 le dijo por teléfono que esa misma semana le daría una sorpresa que no olvidaría jamás en su vida. La pobre pensó que volvía a Tenerife para verla y que esa era la sorpresa. Pero no, la sorpresa fue que cuando la volvió a llamar le dijo que había conocido a otra chica y que ya no la quería. Se volvió loca, mi abuela que estaba allí aún recuerda sus gritos. Fueron pasando los días y ella cada vez estaba más triste y los medicamentos para su enfermedad parecía que no le hacían efecto. La gente cometió el error de querer animarla diciéndole, "no te preocupes Mary, seguro que para fin de año te llama". El 1 de enero de 2004 a las 6 de las tarde, al ver que él no la llamaba subió a la azotea de su casa y se tiró. Tuvo tan mala suerte que cayó encima de unos bloques que tenía su padre en la huertita de abajo. Se destrozó todos los huesos, pero sobrevivió. Estuvo un mes en el hospital, en el que le hiceron miles de pruebas a su columna etc porque iba a quedar paralítica. Cuando hablabas con ella lo único que decía es que quería volver a caminar y a salir con sus amigas. Del intento de suicidio ya ni hablaba, decía que no sabía por qué lo había hecho pero que quería vivir. Una tarde, sintió un dolor muy grande en los pulmones que no la dejaba respirar. La bajaron a quirófano pero no se pudo hacer nada por ella. Debido al golpe de la caída tenía dos coágulos de sangre en el pulmón, que no le habían detectado y murió. Murió cuando más ganas tenía de vivir. Su padre siempre dice que cuando la bajaban a quirófano le dijo "no voy a morir ¿verdad?". Hay que tener muy claro que no se quiere seguir viviendo para intentar suicidarte. Mi prima lo hizo en un momento de desesperación y le costó la vida cuando lo que de verdad deseaba era seguir viviendo.
TQM Mary, donde quiera que estés.
Siempre he sido de las que cree que el que decide suicidarse debe de ser muy valiente, a mí el simple hecho de pensar en tirarme de algún sitio o algo así me da un acojone que no veas. Muchas veces he pensado que el que decide quitarse la vida es porque no ve otra salida o porque no ha tenido el suficiente apoyo por parte de su gente para ver que no es así. Pero bueno, lo que quiero contaros es la historia de mi prima ( y la voy a contar porque sé que a ella no le importaría).
Mi prima tenía una enfermedad mental desde que era pequeña, no estaba loca, pero bastante a menudo le daban crisis de ansiedad. A los 30 años conoció a un chico con su misma enfermedad en un taller para gente con problemas. El era de Andalucia y sólo iba a estar aquí el tiempo que durase el taller. El caso es que se enamoraron y él vino varias veces a verla. Yo jamás la había visto tan feliz, supongo que porque por primera vez en su vida se sintió como las demás. Un día casi a finales del año 2003 le dijo por teléfono que esa misma semana le daría una sorpresa que no olvidaría jamás en su vida. La pobre pensó que volvía a Tenerife para verla y que esa era la sorpresa. Pero no, la sorpresa fue que cuando la volvió a llamar le dijo que había conocido a otra chica y que ya no la quería. Se volvió loca, mi abuela que estaba allí aún recuerda sus gritos. Fueron pasando los días y ella cada vez estaba más triste y los medicamentos para su enfermedad parecía que no le hacían efecto. La gente cometió el error de querer animarla diciéndole, "no te preocupes Mary, seguro que para fin de año te llama". El 1 de enero de 2004 a las 6 de las tarde, al ver que él no la llamaba subió a la azotea de su casa y se tiró. Tuvo tan mala suerte que cayó encima de unos bloques que tenía su padre en la huertita de abajo. Se destrozó todos los huesos, pero sobrevivió. Estuvo un mes en el hospital, en el que le hiceron miles de pruebas a su columna etc porque iba a quedar paralítica. Cuando hablabas con ella lo único que decía es que quería volver a caminar y a salir con sus amigas. Del intento de suicidio ya ni hablaba, decía que no sabía por qué lo había hecho pero que quería vivir. Una tarde, sintió un dolor muy grande en los pulmones que no la dejaba respirar. La bajaron a quirófano pero no se pudo hacer nada por ella. Debido al golpe de la caída tenía dos coágulos de sangre en el pulmón, que no le habían detectado y murió. Murió cuando más ganas tenía de vivir. Su padre siempre dice que cuando la bajaban a quirófano le dijo "no voy a morir ¿verdad?". Hay que tener muy claro que no se quiere seguir viviendo para intentar suicidarte. Mi prima lo hizo en un momento de desesperación y le costó la vida cuando lo que de verdad deseaba era seguir viviendo.
TQM Mary, donde quiera que estés.
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