Leer todo esto me ha traido muy malos recuerdos.
Sólo que mi caso era con mi madre, estaba obsesionada, hasta el punto de que sus normas me hicieron estar un año en el que sólo recuerdo dos juergas, mi horario de estudio eran 3 horas diarias, los horarios de salida eran tan vergonzosos que hasta me superaban chavales con cinco años menos que yo en sus juergas, con el dinero que me daba sólo me podía permitir compartir un par de litros el sábado con alguien, me humillaba diciendo que no valia una mierda y me comparaba con su hermana (un despojo humano inútil a la que odia) y se reía delante de sus amigas diciendo que su lavavajillas era de la marca Tanit (mi nombre), ya que me obligaba cada sábado a hacer limpieza general y las tareas diarias como los platos y demás.
FuNn dijo:
Un día te irás de casa y volverás solo para verles una vez a la semana, si puedes, y entonces las cosas seran muy diferentes. Y otro día te acordarás de todas las veces que tu padre ha intentado imponerte (con éxito o no) sus normas y te darás cuenta que ni era el demonio, ni Hitler, ni Franco, y que realmente lo hacía por tu bien.
No dudo que me quiera, ni mucho menos, pero ahora voy a cumplir 27 años, llevo dos fuera de casa y me sigue afectando en muchos aspectos de mi vida el haberme perdido cosas que considero muy importantes en la evolución de un ser humano. Sigo pensando que me ha hecho un flaco favor ayudándome a ser la que menos he tenido que ver siempre con mis amistades porque no vivía lo mismo que ellas.
Así que no, no creo que fuera por mi bien, porque mi bien comenzó cuando empecé a vivir mi vida sin sus normas, sólo entonces ha sido cuando he madurado y he crecido como persona. Siento mucho sentirme así, pero sé que ese pasado no lo voy a perdonar nunca, es un vacío que siempré tendré, una etapa de mi vida que no viví plenamente, que no disfruté como debía: la adolescencia.