Virginia, Estados Unidos (17 abril 2007).- Varios medios de comunicación estadounidenses revelan que el estudiante surcoreano Cho Siung-Hui, quien mató ayer a 32 estudiantes en el Tecnológico de Virginia, dejó una nota en su cuarto.
La red de televisión ABC, que citó fuentes policiales, dijo que la nota explica las acciones de Cho, donde dijo "Ustedes me obligaron a hacerlo".
El diario indicó que, de acuerdo a los investigadores, Cho tomó en cierta ocasión drogas antidepresivas.
El periódico The Chicago Tribune dijo en su sitio de internet que Cho dejó en el cuarto de su residencia una nota con una extensa divagación con sus quejas.
El diario dijo, citando fuentes no identificadas, que en fecha reciente el estudiante mostró señales de perturbación mental, como causar un fuego en la residencia y acechar a algunas mujeres.
El diario sostuvo que la nota, presumiblemente escrita por Cho, fue encontrada en su dormitorio, y en ella se quejaba contra los "niños ricos", "libertinos" y "tramposos charlatanes" que existían en el campus.
Además, el Tribune señaló que los investigadores creen que Cho tomó en algún momento medicamentos contra la depresión.
Chris Bentley, portavoz del servicio de inmigración de Estados Unidos, dijo que Cho era un ciudadano surcoreano que vivía en Estados Unidos desde 1992. Él y su familia residían en Centreville, Virginia.
La Policía dijo que Cho estudiaba literatura inglesa y no mencionó datos sobre los posibles motivos de la masacre.
La profesora Carolyn Rude, directora del departamento de Literatura Inglesa de la universidad, dijo que no conocía personalmente al atacante. Pero señaló que había hablado con Lucinda Roy, directora de creación literaria del departamento, quien tuvo a Cho en una de sus clases, y lo describió como un ser "perturbado".
"Existía cierta preocupación sobre él", dijo Rude. "En ocasiones, en clases de creación literaria, los alumnos revelan cosas y se ignora si eso es creación o si están describiendo cosas, o las están imaginando, o cuán reales son. Pero siempre nos mantenemos alertas a fin de no ignorar cosas como esas".
Rude se negó a mostrar los escritos de Cho, o sus calificaciones, señalando que hay leyes que protegen la privacidad.
"Ciertamente es razonable que asumamos que Cho fue el atacante en ambos lugares", dijo Steven Flaherty, superintendente de la Policía Estatal de Virginia.
El oficial informó que se encontraron víctimas en al menos cuatro aulas, así como en el hueco de una escalera. "Se descubrió al hombre armado entre varias de las víctimas de una de las aulas (...) Se había quitado su propia vida", agregó.
Vivía en un sector de la universidad en una residencia de estudiantes diferente a donde comenzó el lunes la matanza, la peor en la historia estadounidense.
La Policía y las autoridades universitarias no ofrecieron datos que puedan explicar qué causó su estallido de violencia.
"El era un solitario, y estamos teniendo dificultades para encontrar información sobre él", dijo Larry Hincker, vocero de la universidad.
La Policía universitaria dijo que Cho se suicidó, elevando a 33 la cifra total de muertos. Por lo menos 20 personas fueron llevadas a hospitales luego del segundo ataque, algunas heridas de gravedad.
Además, las pruebas balísticas demuestran que uno de los revólveres usados en la matanza en uno de los edificios es el mismo que el usado en la otra matanza, en otro edificio dos horas antes, dijeron las autoridades.
Dos funcionarios policiales, que pidieron no ser identificados pues la información no había sido aún anunciada, dijeron que las huellas digitales de Cho fueron encontradas en las armas de fuego usadas en los tiroteos. Los números de serie en ambas armas habían sido limados, dijeron los funcionarios.
Un policía dijo que Cho llevaba consigo una mochila que contenía recibos de la compra de una pistola Glock de .9 milímetros. La pistola fue adquirida en marzo.
El coronel Steve Flaherty, director de la policía del estado de Virginia, dijo que era presumible que Cho disparó en ambos ataques, pero el vínculo no era aún definitivo.
"No hay evidencia de algún cómplice en ambos eventos, pero estamos explorando la posibilidad", señaló.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur ofreció sus condolencias, y señaló que no existía una razón conocida para la matanza. Expresó también su esperanza de que la tragedia "no despierte el prejuicio racial o la confrontación".
Se sospecha que el individuo mató primero a dos personas en la residencia estudiantil West Ambler Johnston, y luego a 30 en Norris Hall, una facultad de ingeniería.
El primer incidente ocurrió en una residencia estudiantil, donde el hombre mató a dos estudiantes. Luego, en la facultad de ingeniería, murieron 30 alumnos. El atacante finalmente se suicidó con un disparo en la sien.
Charles Steger, rector de Virginia Tech, en entrevista con CNN, defendió la decisión de las autoridades universitarias de no alertar de inmediato a los estudiantes acerca del primer tiroteo.
Algunos estudiantes dijeron que la primera información fue enviada por correo electrónico a las 9:26 de la mañana, luego que el segundo tiroteo ya había comenzado.
El doctor Joseph Cacioppo, un médico de emergencias que trató a los heridos, dijo que evaluó lesiones en piernas, brazos, cabezas y rostros.
"Los (casos) más serios tenían en realidad disparos en la cabeza o la cara. Había disparos en el pecho, piernas, brazos. Simplemente disparaba para matar", dijo.
Compra atacante arma por 571 dólares
El estudiante de la universidad Virginia Tech, Cho Seung-Hui, entró a una armería de la ciudad cercana de Roanoke hace cinco semanas, presentó su tarjeta de crédito y salió con una pistola Glock de 9 milímetros y una caja de proyectiles. Pagó 571 dólares.
Steve Flaherty, jefe de Policía del Estado de Virginia confirmó en conferencia de prensa que las armas compradas por Cho eran una de 9 milímetros y otra de 22. El funcionario señaló que el joven de 23 años cumplió con las leyes de Virginia para adquirir los artefactos.
La Glock era una de dos armas cortas con las huellas digitales de Cho halladas después que mató a 32 personas y luego se suicidó en la peor masacre en su tipo de la historia moderna de Estados Unidos.
El propietario de Roanoke Firearms, John Markell, dijo que su armería vendió la Glock a Cho en marzo. El número de serie había sido borrado con una lima, pero los agentes federales descubrieron su origen gracias a un recibo que hallaron en la mochila de Cho.
"Fue una venta de lo más ordinaria", dijo Markell, quien no intervino personalmente en la transacción.
"Era un chico universitario amable y pulcro. No vendemos un arma si la compra nos parece sospechosa en lo más mínimo".
Cho tenía la cédula verde (green card), o sea que tenía la residencia legal permanente y eso lo habilitaba para comprar un arma, siempre que no hubiera sido condenado por un delito.
"Es horrible saber que el arma vino de mi negocio", dijo Markell.
Las autoridades también hallaron una pistola Walther calibre 22 entre los efectos de Cho, según una orden de cateo emitida por el condado de Montgomery.
"La clave de todas estas matanzas es la facilidad de acceso a potentes armas de fuego", dijo Daniel Vice, abogado de la Campaña Brady de Prevención de la Violencia con Armas.
"No se pueden efectuar estas matanzas con bates de béisbol o cuchillos".