AL RABINO SHMULEY BOTEACH por MyM Hammons.
Por fin he podido terminar de leer tu libro sobre “las confesiones de Michael Jackson”, por fin he podido hacerme "una buena imagen" de quién eres a través de tus propias palabras y qué clase de amigo, mentor y qué tipo de ministerio espiritual ofreces o representas.
Mientras leía tus opiniones totalmente subjetivas y llenas de rencor, prefería quedarme con la objetividad de las transcripciones literales de las respuestas de Michael. Y digo llenas de rencor porque, tú mismo cuentas con acritud cómo Michael en pos de seguir con su trabajo de grabación y promoción de “Invincible”, dejó de hacerte todo el caso que le exigías. Es en ese punto cuando empiezas a llenarte de contradicciones y los halagos pasan a ser críticas demoledoras hacia su parte humana, su fama y, lo que es peor, atreviéndote a poner en duda su valor como artista y todo lo que eso conlleva de trabajo, esfuerzo, dedicación y renuncia.
Le reprochas constantemente todo lo que ha hecho y dicho a lo largo de su vida, basándote exclusivamente en tu estrechez de miras y poniéndote como ejemplo de perfección en contra de la maltrecha imagen que vas dejando de Michael. Pretendes extrapolar tu particular forma de vida totalmente vinculada a tus creencias religiosas y no respetas las respuestas totalmente sinceras de Michael, que si bien no tenemos que estar de acuerdo con todo, no son de extrañar a poco que conocieras su vida y tribulaciones.
Me parecen indignas, por parte de un rabino, la falta de humildad y generosidad con una persona que ha abierto su corazón en un momento de su vida y te ha dado el privilegio de dejar que entres en su intimidad esperando de ti un apoyo espiritual, para luego masacrarle públicamente con argumentos supuestamente moralistas y partidarios. Por otra parte, intimidades que debían haber quedado en la discreción de una confesión.
Lo que me remató fue tu falta de reconocimiento al trabajo humanitario y altruista de Michael al pedir la paz en el mundo, a ayudar a niños desfavorecidos y su mensaje extenuante de amor sin rencores para sanar al mundo. Esto último sí que es terriblemente significativo pues, por muy rabino mediático que seas, nunca conseguirás el efecto que Michael ha causado en millones de personas a las que ha hecho reflexionar y cambiar su pensamiento egoísta. Millones de personas que han seguido su ejemplo ayudando a sus semejantes, cuidando de los niños propios y ajenos, dando amor a cambio de nada y despertando en ellos sentimientos de humanidad que tú, con toda tu palabrería e intachable vida, no conseguirás ni soñándolo.
Todo esto unido a la desfachatez e indecencia de dedicar este libro a los hijos de Michael, donde maltratas sistemáticamente a su padre.
Yo voy a tener a bien también dedicar este escrito a tus hijos para que conozcan a través de otra persona lo que opina libremente sobre ti y tus principios sobre lealtad, objetividad, compasión por el sufrimiento ajeno, humildad y falta de generosidad.
En fin, gracias por darme la posibilidad, una vez más, de poder reafirmarme en mi respeto y admiración por lo que Michael hizo en vida.
[Mym Hammons, 2013]
Siento reabrir este tema pero... ¡qué le voy a hacer! si es ahora cuando lo he terminado.